Pasar al contenido principal

ES / EN

Uruguay: inflación volvió a superar el 9%
Viernes, Febrero 7, 2014 - 08:19

Bienes y servicios que no compiten con el exterior se encarecen a tasas superiores a 10% anual.

La inflación se aceleró con fuerza en enero, al trepar nuevamente por encima de 9% y generó una mayor tensión entre los equilibrios macroeconómicos que busca resguardar el gobierno.

Un escenario de dólar al alza, dificultades de oferta en los alimentos de granja, y una fuerte inercia en la suba de los precios de bienes y sevicios que no compiten con el exterior, permiten prever un semestre difícil en materia de inflación, con riesgo –todavía acotado pero creciente– de alcanzar los dos dígitos, en un marco de competitividad delimitada. Los precios al consumo subieron 2,44% en enero, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el mayor registro mensual desde septiembre de 2002.

Ese incremento hizo saltar el dato interanual, de 8,52% en los 12 meses finalizados en diciembre, a 9,1% en enero. De esa manera, la inflación se aleja aún más del rango meta establecido por las autoridades de gobierno, de entre 4% y 6% vigente hasta julio, y de entre 3% y 7% a partir de ese mes. La baja puntual en el precio de la energía en diciembre, por efecto de la promoción “UTE Premia”, se normalizó en enero y eso explicó buena parte de la suba de precios en el mes, a lo que se suma el ajuste de las tarifas de ANCAP, UTE y OSE, que aseguraron un piso de 1,8 puntos de inflación mensual.

Incluso con esos factores considerados, los precios aumentaron en enero más de lo esperado por los analistas locales. La mediana de respuestas de la encuesta de expectativas económicas del Banco Central (BCU) realizada a mediados de enero, preveía un incremento de 2,1% en el primer mes del año, tres décimas por debajo del registro efectivo. “La inflación continúa siendo central en las preocupaciones de la política económica”, había señalado el BCU en el último Comité de Política Monetaria celebrado el 10 de enero.

La medición de inflación de núcleo de la Unidad de Análisis Económico de El Observador que elimina los componentes más volátiles y aquellos que escapan a la lógica de mercado en la fijación de sus precios en canasta de consumo, acumuló cuatro meses consecutivo con subas a tasas interanuales superiores a 9%. En enero, esa medición de inflación tendencial se mantuvo en 9,4%. Según señala el instituto Cinve en su análisis del dato, un alza de precios tendencial “por encima de 9% implica una fuerte tensión en el sistema de precios y un desafío importante para los próximos meses”, lo que eleva las tensiones entre la estabilidad de precios y la competitividad en precios de la producción nacional.

El registro de inflación subyacente no se ve afectado por la suba de tarifas, debido a que no considera los servicios públicos dentro de la canasta a analizar. Los registros altos de inflación de tendencia se deben principalmente a un ritmo acelerado de aumento en el precio de los bienes y servicios no transables, aquellos que se producen en Uruguay únicamente para el mercado interno y que no compiten con productos importados. Ese componente de la canasta de consumo creció a una tasa de 10,3%, lo que marcó un cuarto registro consecutivo con un ritmo de expansión interanual de dos dígitos. Eso se dio a pesar de la desaceleración del consumo y en particular, del poder de compra de los hogares durante el último año. El salario real subió 3,3% en 2013, muy por debajo del aumento de la capacidad de consumo del año anterior, de 5,17%. La economista Mercedes Comas de la consultora PwC dijo que “el componente salarial sigue pegando” sobre los precios. “Se está viendo un fuerte traslado de costos a precios en aquellos sectores donde no hay mejora de la productividad”, afirmó.

En ese sentido, señaló que “los convenios colectivos que se han dado todos marcan menores aumentos de salarios para los próximos años”, por lo cual, “los principales componentes inflacionarios deberían moderarse”.La inflación de 9% no implica un problema en sí mismo, sino que representa un riesgo en la medida que factores imprevistos pueden hacer que el registro de inflación traspase la barrera de los dos dígitos. Según dijo a El Observador Gabriela Mordecki, coordinadora del área de coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas (UdelaR), con un registro de inflación de 9%, “cualquier cosa extraordinaria que suceda, corre el riesgo de hacerla aumentar, como la suba del dólar y las inundaciones, que van a pautar lo que suceda en febrero”.

Si bien Aldo Lema, de Vixion Consultores, opina que la suba en el precio de los productos de granja y el aumento del tipo de cambio no implicarán “grandes presiones inflacionarias adicionales”, entiende que “una inflación subyacente tan elevada quita márgenes de maniobra ante shocks externos o internos”. Agregó que “cruzar el umbral del 10% no es el escenario central, pero tiene un mayor riesgo”.Para lo que resta del año, se esperan meses difíciles, de inflación elevada. Alfonso Capurro, analista de CPA Ferrere, prevé un “semestre complicado” en cuanto a la evolución de los precios. “Las proyecciones muestran que la inflación seguirá subiendo durante algunos meses hasta julio y luego tenderá a bajar”, explicó.

Capurro coincide con Mordecki en que el gobierno no debe descartar la utilización de medidas de corte fiscal para contrarrestar las presiones inflacionarias en los meses más desafiantes. El economista de CPA Ferrere explicó que el nivel actual de inflación, por encima de 9%, “no es estructural” y por lo tanto, “se debería buscar alguna medida razonable de corte transitorio, para evitar que la inflación suba a 9,5%”. Mordecki, en tanto, señaló que los actuales niveles altos de generación energética, debido a la crecida de los cursos de agua, da margen al gobierno para reducir tarifas.

Autores

OBSERVA.COM