Pasar al contenido principal

ES / EN

Venezolanos temen alza de precios tras devaluación
Domingo, Enero 2, 2011 - 04:29

Desde hoy rige un tipo de cambio oficial único de 4,3 bolívares por dólar, medida que busca poner fin al sistema dual oficial que existía en el mercado cambiario.

Caracas. Los venezolanos despidieron el 2010 preocupados con la eliminación de un tipo de cambio preferencial, que incidiría en los precios de alimentos y fármacos en momentos que el país registra contracción económica y alta inflación.

El Banco Central de Venezuela (BCV) dijo el viernes que a partir del 1 de enero del 2011 regirá un tipo de cambio oficial único de 4,3 bolívares por dólar, con lo que se pone fin a un sistema oficial dual pero se mantiene el control de cambio.

"Este tipo de cambio será aplicable a la compra en el mercado primario y en moneda nacional de títulos de la República o de sus entes descentralizados emitidos o por emitirse en divisas", explicó el BCV en el convenio cambiario número 14 disponible en su sitio de internet.

Analistas consideran la medida como una efectiva devaluación de la moneda local y que castigará a los más pobres del país petrolero, en el que rige un estricto control que limita la venta de divisas desde el 2003.

En tanto, el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), administrado por el Banco Central, se mantendrá a una tasa de 5,3 bolívares por dólar.

En la calle, los venezolanos mostraron asombro y preocupación por la medida del Ejecutivo a pocas horas de finalizar el año y que, aseguran, impactará los precios de los alimentos.


El diario local El Universal tituló que el nuevo tipo de cambio impactará al 40% de los rubros básicos que importa el país y que se compraban con la extinta tasa preferencial.

Esta vez los venezolanos no se volcaron a las tiendas en las primeras horas como ocurrió en el pasado cuando se anunció un tipo de cambio dual. Sólo se observaron pocas filas de personas con compras de fin de año y medicamentos en las cajas registradoras de supermercados y farmacias en el este de Caracas.

Pero las autoridades económicas afirman que el anuncio permitirá aumentar el gasto e impulsar el crecimiento en el país miembro de la OPEP, así como mejorar la fluidez de dólares para la importación. Sin embargo, analistas temen que la medida aumente las presiones inflacionarias y cause especulación en un país que habría cerrado el año con una inflación del 26,9 por ciento.

Analistas consideran que el impacto en los precios será automático y que podría tener como consecuencia la escasez, aunque cuestionaron el viejo tipo de cambio dual.

En enero, Chávez ordenó crear un tipo de cambio con dos tasas oficiales, luego de que permaneciera fijo en 2,15 bolívares por dólar desde el 2005. Una tasa de 2,6 bolívares por dólar para bienes esenciales, como alimentos y fármacos, y otra de 4,3 bolívares por dólar para el resto de las importaciones.

El gobernante, que busca afianzar su llamada "revolución socialista", no comentó sobre la medida durante un evento televisado la noche del jueves, pero prometió que reducirá la pobreza en el país petrolero.

"Vamos por el camino, ahora tenemos que apurar el paso", comentó Chávez.

Economía. El ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, dijo la víspera que la decisión "unifica" la tasa y se simplifican las transacciones con moneda extranjera.

El nuevo tipo para todos los bienes permitirá a la petrolera estatal PDVSA duplicar los bolívares que ingresa por cada dólar, lo que ayudará a las cuentas nacionales.
simismo, el emisor reseñó que el alza anual de los precios al consumidor del 2010 se empinaría al 26,9%, que sería mayor al 25,1% reportado en el 2009.

En noviembre, el índice en Venezuela se aceleró a un 1,5%, presionado principalmente por los precios de bebidas alcohólicas y alimentos.

Chávez, un duro crítico del gobierno de Estados Unidos y que perdió fuerza política en la elección de la Asamblea Nacional, ha aumentado su participación en la economía venezolana a través de regulaciones y nacionalizaciones, mientras sus adversarios afirman que está llevando la economía a la ruina.

Autores

Reuters