El presidente Nicolás Maduro decretó la eliminación de tres ceros de la moneda a partir del 4 de junio y ordenó imprimir una nueva familia de billetes; pero hasta este lunes los nuevos "bolívares soberanos" no habían llegado a los bancos.

Caracas. A una semana de eliminar tres ceros a la moneda de Venezuela y de que circulen nuevos billetes, el Gobierno advirtió este lunes que acusará de "boicot" a empresas que suspendan pagos por la reconversión monetaria pese a que la oposición denuncia que las autoridades no están listas para la aplicación de la medida.

En medio de una hiperinflación, el presidente Nicolás Maduro decretó en marzo la modificación para su implementación desde el 4 de junio y ordenó imprimir una nueva familia de billetes bajo el argumento de que facilitarían las transacciones bancarias en un país que sufre desde 2017 una aguda carencia de efectivo.

Sin embargo, hasta este lunes los nuevos "bolívares soberanos" no habían llegado a los bancos, aseguraron dos fuentes del sistema financiero que no quisieron dar sus nombres en medio de la incertidumbre y temores.

Algunas empresas y comercios han optado por anticipar el pago de sueldos y facturas que vencen a inicios de junio, previendo posibles fallas en las plataformas bancarias, en una nación que recurre a la fuerza a los pagos electrónicos hasta para los pequeños gastos por la falta de billetes.

Por consiguiente, líderes de oposición han propuesto posponer la medida para evitar mayor caos en el país petrolero sudamericano que enfrenta una inflación de casi 14.000%, según una medición del Congreso.

Altos funcionarios del Gobierno, incluyendo al presidente Nicolás Maduro, que fue reelegido el domingo 20 de mayo en unos cuestionados comicios, no se han referido en los últimos días a la reconversión monetaria.

Pero este lunes, el ente gubernamental encargado de regular precios advirtió que "todos los sujetos que se dedican a la prestación de servicios deben tomar las previsiones correspondientes para que la implementación de la reconversión monetaria en sus sistemas contables no afecte, retrase o suspenda (...) la realización de pagos y facturación".

En un comunicado difundido en su sitio web, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) agregó que incumplir esa orden "hace presumir la comisión de los delitos de boicot y desestabilización de la economía".

Asimismo amenazó con que tanto presidentes como supervisores pueden ser sancionados con prisión por esas faltas.

Mucha incertidumbre. Conductores del transporte público y algunos comercios rechazaban los actuales billetes de 50 y 100 bolívares, que son los de menor denominación, porque el Gobierno aún no aclara si continuarán vigentes al eliminarse los tres ceros a la moneda.

"Hay incertidumbre en los comerciantes, algunos se están absteniendo a recibir billetes", dijo un líder del gremio empresarial Fedecámaras en el estado Táchira, Daniel Aguilar. "Se espera que la Superintendencia de Bancos informe qué día van recibir los billetes los bancos para colocarlos en circulación y lo que está sucediendo", añadió.

El Banco Central no ha definido el método para redondear las cifras y las fuentes financieras apuntan además que la banca necesita al menos de dos semanas para ajustar los nuevos billetes a los sistemas de cajeros automáticos.

"Exigimos que se posponga la revisión monetaria programada para el 4 de junio", dijo el economista y diputado opositor José Guerra en Twitter. "No es posible hacerlo bien. Estamos responsabilizando al gobierno por lo que pase si se lleva a cabo esta medida. No culpe a los demás por su propia incompetencia".

Los opositores comparan la situación con el caos que produjo en diciembre de 2016 la decisión de Maduro de sacar de circulación los billetes de 100 bolívares, que para el momento eran los de mayor denominación, intentando enfrentar supuestas mafias cambiarias que transaban con ellos en la frontera.

Maduro resolvió postergar la medida una vez que se retrasó la llegada de otros billetes de 200 y 500 bolívares, y la falta de efectivo causó enormes filas frente a los bancos y saqueos en algunas ciudades del interior del país, que en ese momento aún recurrían poco a los pagos electrónicos.