El volumen de negocios fue mucho menor que en cualquier otro día de la semana y las oscilaciones intradiarias mucho menos amplias. Ambas situaciones sugieren una baja de la ansiedad entre los inversores.
Nueva York. Las acciones estadounidenses cerraron este viernes en alza, en el epílogo de una de las semanas más volátiles de las que se tenga memoria, lo que apuntaba a que lo peor de una corriente vendedora puede haber terminado.
El volumen de negocios fue mucho menor que en cualquier otro día de la semana y las oscilaciones intradiarias mucho menos amplias. Ambas situaciones sugieren una baja de la ansiedad entre los inversores.
No obstante, el mercado acumuló una pérdida en la semana y marcó su peor declive de tres semanas desde marzo del 2009, cuando las acciones tocaron un mínimo de doce años.
Las empresas líderes fueron las que cosecharon la mayor atención de los inversores que buscaban una seguridad relativa en los mercados de acciones.
Los papeles de Boeing ganaron 4,9% a 61,75, liderando el promedio industrial Dow Jones.
La esperanza entre los inversores es que las acciones estén en el proceso de agotar las ventas y que se estabilicen en los niveles actuales para, finalmente, reanudar una tendencia alcista.
Analistas de Bank of America Merrill Lynch dijeron en una nota que el mercado de acciones de Estados Unidos ya contempló el precio de una recesión. Esto sugiere que cualquier indicación de incluso un lento crecimiento podría impulsar las acciones
Los mercados estadounidenses obtuvieron apoyo el viernes del alza en las acciones europeas que subieron 3,6%. Una prohibición de las ventas cortas de las acciones financieras de Francia, Italia, España y Bélgica borraron los temores de pronunciados declives en los precios.
El promedio industrial Dow Jones ganó 125,71 puntos, o un 1,13 por ciento, a 11.269,02 unidades. El índice Standard & Poor's 500 sumó 6,17 puntos, o 0,53%, a 1.178,81 unidades. El índice Nasdaq Composite subió 15,30 puntos, o 0,61%, a 2.507,98.
En la semana, el Dow cayó 1,5% y el Nasdaq perdió 1%. El S&P 500 ha caído en once de las últimas 15 sesiones, con lo que acumula un descenso de 12,4% en las últimas tres semanas.
Las recientes caídas del mercado hacían eco de un debilitamiento de los datos económicos globales y de Estados Unidos y de una percepción del mercado de que los líderes a ambos lados del Atlántico se están quedando sin opciones para ayudar a sus inestables economías.
La reducción de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Standard & Poor's una semana atrás exacerbó esas opiniones.
Un informe del viernes mostró que la confianza del consumidor estadounidense cayó a comienzos de agosto a su nivel más bajo en más de tres décadas.
