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Medidas de la FED podrían generar problemas en economías de América Latina
Jueves, Noviembre 4, 2010 - 23:57

"Las monedas latinoamericanas van a seguir teniendo presiones revaluatorias y eso va a agravar las medidas de protección que están implementando los países", dijo Alfredo Coutiño, economista jefe para Latinoamérica de Moodys.com.

México. La receta de Estados Unidos para sacudir a su aletargada economía con toneladas de dólares trajo un nuevo dolor de cabeza para Latinoamérica.

Desde hace meses, la región recibe un inmenso flujo de capitales de inversionistas que buscan mayores retornos a los ofrecidos por los papeles estadounidenses, y eso ha fortalecido la mayoría de las monedas de la región a un nivel que ya había empezado a quitarle el sueño a las autoridades de la región.

Ahora no podrán pegar el ojo con el anuncio de la Reserva Federal de que comprará US$600.000 millones más en bonos del Tesoro hasta mediados del 2011 para que los estadounidenses se endeuden más barato, consuman y ayuden a revivir a la economía tras su peor recesión en décadas.

"Las monedas latinoamericanas van a seguir teniendo presiones revaluatorias y eso va a agravar las medidas de protección que están implementando los países", dijo Alfredo Coutiño, economista jefe para Latinoamérica de Moodys.com.

"Al final de cuentas si no se neutraliza completamente eso va a deteriorar el sector exportador latinoamericano", agregó.

Es un tema de oferta y demanda: cuanto mayor cantidad de dólares entra al mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos, menores son los rendimientos. Eso lleva a inversores a buscar mercados más redituables como Latinoamérica, donde el exceso de dólares fortalece las monedas y sube costos de producción.

Y eso termina golpeando la competitividad de las exportaciones.

El problema es importante para la región, donde el auge de las materias primas fue el motor que trajo millones de dólares en reservas, blindó las finanzas, ayudó a impulsar el consumo interno y contribuyó a que América Latina saliera bien parada de la crisis global.

Muchos gobiernos latinoamericanos luchan desde hace meses con ese fortalecimiento del tipo de cambio ahorrando reservas, comprando moneda local en los mercados como Argentina, subiendo impuestos a inversores foráneos como Brasil o dosificando los dólares que ingresan del exterior como Colombia.

Pero el anuncio de la FED echó más leña al fuego y obligará a los gobiernos a ponerse más duros, dicen los analistas.

Para frenar efectos colaterales. Aunque el arsenal de medidas pueden ir desde recortes en las tasas de interés, nuevos impuestos a los capitales extranjeros y mayor disciplina fiscal hasta tarifas a las importaciones, es muy probable que los Gobiernos no sean tan radicales para frenar el fortalecimiento de sus monedas.

De todos modos no se van a quedar de brazos cruzados, sobre todo cuando se espera que sigan entrando dólares por la bonanza de las materias primas ante el hambre de recursos naturales desde China e India.

"La idea es que sean un poco más agresivos", dijo Francisco Diez, director de Trading para mercados emergentes en RBC.

Colombia podría incrementar sus compras de dólares y dejar de repatriar capitales como los de la petrolera estatal Ecopetrol. Perú adoptaría medidas similares.

En Brasil, la mayor economía latinoamericana y la consentida de los mercados internacionales, el saliente mandatario Luiz Inácio Lula da Silva dejó en claro que tomará las medidas necesarias para impedir que el -que cotiza cerca de máximos de dos años- trepe hasta las nubes.

Su Gobierno anunciará en las próximas semanas medidas para blindar el crecimiento del país y medios locales especulan que podrían tratarse de incentivos para comprar deuda soberana y corporativa brasileña.

Además, la presidenta electa el domingo pasado y que asumirá en enero, Dilma Rousseff, aseguró que el país tomará con mayor responsabilidad el gasto fiscal.

Pero el mapa no es el mismo en toda Latinoamérica. México, la segunda mayor economía de la región, podría tomarse mucho más tiempo para actuar. Por su dependencia exportadora con Estados Unidos, el peso mexicano está devaluado al menos un 10 por ciento frente a otros pares regionales.

Eso le da tiempo para esperar y, con un crecimiento económico más tímido frente al resto de Latinoamérica, incluso un peso más fuerte lo podría beneficiar avivando el poder adquisitivo de los mexicanos y finalmente su consumo.

Lo que los analistas creen que debería hacer la región es aprender a gastar su dinero con más filosofía y retirar más rápidamente los estímulos fiscales que implementó durante la crisis financiera del 2009.

Esos estímulos hicieron que la región saliera indemne de la crisis, pero en momentos de vigoroso crecimiento económico los apoyos pueden ser contraproducentes para las monedas, aseguran los analistas.

"Reducir los incentivos que se han dado durante la crisis (...) consolidar un poco las cuentas (fiscales) y hacer reformas estructurales que hagan al sistema tributario más eficiente, yo creo que esa es la forma de contrarrestar" la apreciación de las monedas, dijo Bertrand Delgado, analista de mercados emergentes y Latinoamérica, Roubini Global Economics.

Autores

Reuters