En abril, la Organización Mundial de Comercio había previsto que el volumen del comercio de productos mundial crecería 1,7% en 2023 y 3,2% en 2024.
El volumen del comercio mundial de mercancías crecerá sólo 0,8% en 2023, para luego repuntar a 3,3% en 2024, proyectó la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Previamente, los flujos crecieron 9,6% en 2021 y 3% en 2022.
"Este crecimiento (para 2024) debería estar impulsado por el aumento del comercio de bienes estrechamente vinculados al ciclo económico, como la maquinaria y los bienes de consumo duraderos, que tienden a repuntar cuando el crecimiento económico se estabiliza”, dijo Ralph Ossa, jefe economista de la OMC.
El comercio y la producción mundiales se ralentizaron bruscamente en el cuarto trimestre de 2022, al dejarse sentir los efectos de una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, pero la caída de los precios de la energía y el fin de las restricciones chinas por pandemia suscitaron esperanzas de un rápido repunte.
Pero la OMC informó que estas esperanzas no se han materializado hasta ahora, ya que la tensión de los mercados inmobiliarios ha impedido que arraigue una recuperación más fuerte en China, y la inflación se ha mantenido estancada en Estados Unidos y la Unión Europea.
Junto con las secuelas de la guerra en Ucrania y la pandemia de la Covid-19, estos acontecimientos han ensombrecido las perspectivas del comercio en 2023 y 2024.
En abril, la OMC había previsto que el volumen del comercio de productos mundial crecería 1,7% en 2023 y 3,2% en 2024.
"La ralentización del comercio prevista para 2023 es motivo de preocupación, por sus consecuencias adversas para el nivel de vida de las personas en todo el mundo. La fragmentación económica mundial no haría sino agravar estos problemas, por lo que los miembros de la OMC deben aprovechar la oportunidad de reforzar el marco comercial mundial evitando el proteccionismo y fomentando una economía mundial más resistente e integradora", dijo la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
La ralentización del comercio parece ser generalizada, afectando a un gran número de países y a una amplia gama de bienes, en concreto a determinadas categorías de manufacturas como el hierro y el acero, los equipos de oficina y telecomunicaciones, los textiles y las prendas de vestir.
Una excepción notable son los vehículos de pasajeros, cuyas ventas han repuntado en 2023.
Para la OMC, las causas exactas de la ralentización no están claras, pero la inflación, los elevados tipos de interés, la apreciación del dólar estadounidense y las tensiones geopolíticas son elementos coadyuvantes.
Por lo pronto, el volumen del comercio de mercancías bajó 0,5% interanual en el primer semestre de 2023, pero se espera un modesto repunte en la segunda mitad del año.
También la caída del comercio en el cuarto trimestre de 2022 debería inflar el crecimiento interanual hacia finales de año.
La evolución reciente del comercio y las perspectivas generales para 2023 se sitúan dentro del intervalo de confianza estimado en las anteriores previsiones de la OMC de abril de 2023, que ya anunciaban riesgos firmemente inclinados a la baja.
Los riesgos para las previsiones incluyen una desaceleración más brusca de lo previsto en China y un rebrote de la inflación en las economías avanzadas, lo que exigiría mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo.
Por otra parte, el crecimiento también podría superar las expectativas si la inflación baja rápidamente, lo que permitiría una pronta salida de las políticas monetarias contractivas.
En conjunto, se considera que los riesgos para las perspectivas actuales están equilibrados entre al alza y a la baja, aunque puede haber cierto potencial de crecimiento adicional debido a la menor base de 2023.
Los economistas de la OMC ven en los datos algunos indicios de fragmentación del comercio vinculada a las tensiones geopolíticas, pero hasta ahora no hay pruebas de una tendencia más amplia a la desglobalización que pueda pesar más en el comercio.