Un análisis del Banco Central reveló que el efectivo volvió a tener niveles de preferencia similares a los años anteriores a la propagación de la pandemia, levemente por debajo de las preferencias por el uso de tarjetas de débito.

Los medios de pago se han diversificado en los últimos años y amenazaron -por seguridad y comodidad- con desterrar al efectivo.

Incluso, durante el peak de la pandemia del covid-19 en Chile, el Banco Central y los gremios del comercio coincidieron en que las monedas se habían “escondido”, dificultando la entrega de vueltos y pagos de bajos montos.

Las transferencias y el uso del crédito y débito dejaron en ese periodo a las monedas y billetes guardados en las casas.

Sin embargo, y de acuerdo con la “Encuesta Nacional de Uso y Preferencias del Efectivo” que realiza el Banco Central, la circulación del efectivo volvió a niveles de preferencia similares a los años anteriores a que se propagara la pandemia.

Según la última versión de la mencionada encuesta -con datos levantados entre diciembre de 2022 y enero de 2023- el cese de las cuarentenas y la normalización de los comercios influyeron en esto.

El efectivo volvió a tener niveles de preferencia similares a los años anteriores, levemente por debajo de las preferencias por el uso de tarjetas de débito.

En 2022, detalló el Banco Central, la mayor preferencia por efectivo se dio a nivel de gastos menores de la vida cotidiana de la población, lo que estaría relacionado con el cese de las cuarentenas y la normalización de los comercios post pandemia.

Los segmentos de mayor preferencia hacia el efectivo son aquellos mayores de 60 años, de nivel socioeconómico bajo y de regiones (exceptuando la zona sur).

“El uso del efectivo tiene un rol importante en rubros relevantes para la población, destacando principalmente el uso en las ferias, el transporte público (regiones), comercio minorista y en el pago de servicios básicos”, indicó el Instituto Emisor.

El débito tuvo un crecimiento sostenido de los últimos años: se situó como el medio de pago principal en 2022, seguido muy de cerca por el efectivo. Se estableció como un medio de pago relevante para el retail y grandes tiendas, así como para las estaciones de combustibles y servicios.

Los segmentos que lo usan son los más jóvenes, de nivel socioeconómico alto y en Santiago y zona sur, sostuvo el reporte.

Los cajeros automáticos son la fuente principal de obtención de efectivo, con un mayor grado de satisfacción en el abastecimiento de los billetes de mayor denominación, no así para las más bajas.

“Eso último deja abierta una brecha importante en la entrega de vueltos, en particular para los segmentos más vulnerables de la población que son los más dependientes del efectivo”, puntualizó al respecto el instituto emisor.

Por último, conforme a la encuesta citada para esta nota, las mujeres usan más el dinero en efectivo para realizar compras asociadas a labores de cuidado y administración del hogar que los hombres.

“Las mujeres son las que mayoritariamente realizan y planifican la compra básica para el hogar”, puntualizó el Banco Central.