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El anecdotario de Cardacio: Ronaldinho lo llamaba para hacer asados
Martes, Enero 9, 2018 - 13:29

El mediocampista uruguayo se dio el lujo de jugar con estrellas como Pirlo, Beckham, Gattuso, Maldini, Suárez y Cavani.

El Observador | El volante Mathías Cardacio -quien quedó libre de Defensor Sporting y está cerca de la renovación- tiene 30 años. Hace una década, tras salir de las formativas de Nacional y jugar el Sudamericano y Mundial sub 20 con Uruguay armó las valijas y se fue a un Milan estelar.

De aquel equipo y también por haber compartido las formativas con Luis Suárez y la selección con Edinson Cavani.

Paolo Maldini, el capitán ideal

"De los ejemplos más grandes que tuve. Estaba en todos los detalles. Priorizaba el Fair Play hasta en un clásico. En eso, si tenía que acomodar a un jugador para corregirlo lo hacía. Cuando predicás con el ejemplo de estar mejor físicamente que cualquiera ya está. De los mejores capitanes que tuve por destrozo. Cuando se retiró nos regaló un reloj Rolex con su número y el nombre, a todos los funcionarios, cocineros y equipiers".

Gattuso, si perdía la pudría

"El personaje más grande que conocí en el fútbol. Rino es un tipo con un corazón gigante pero demasiado competitivo. No le gustaba perder a nada. Si jugabas un picado y perdías volvía al vestuario y había quilombo seguro. Muy amigo de Pirlo. ¡Cómo trababa a los empleados! Les pegaba bofetadas a los cocineros, a los utileros. Un loco suelto. Yo vi escupirle la cara a Pirlo. Un día nos estábamos duchando con Clarence Seedorf y le dice que cuente la anécdota con Jaap Stam. Un día Stam lo esperó a que saliera de la ducha y le quebró la clavícula con una llave. Se pudría todo si perdía. Te partía al medio".

La sencillez de Ronaldinho

"Una persona alegre que me demostró a lo largo de mi carrera que ganando todo y siendo el mejor se puede ser el más humilde y más divertido del mundo. Pasamos mucho tiempo cuando fui a jugar al Milan. Ronaldinho me sorprendía en el día a día con decisiones o formas de salir de ciertas circunstancias futbolísticas con acciones asombrosas y extraordinarias. No podía salir a la calle, es un jugador de una talla mundial tan grande que tenía su manera para manejarse en la ciudad pero, de las estrellas era el más casero, le gustaba estar con sus cosas íntimas. Tenía sus choferes y trataba de cuidarse. Fui bastante compinche de Ronaldinho, pasamos mucho tiempo juntos, nos invitaba a hacer asados. Se portó de maravillas y me quedo con cosas que voy guardar siempre en el corazón. Hoy en día está más asociado al mundo de las redes, pero en aquel entonces no manejaba mucha tecnología y se la manejaban el hermano o su cuñado".

Suárez y Cavani, estrellas celestes

"Luis es mi hermano. Me crié con él, hicimos todo juntos, la pasamos mal juntos, la pasamos bien, lloramos juntos, vivió en casa, estuvo con mi familia. Un tipo que ha conseguido cosas increíbles. Es el mismo que conocí con 10 años, me sigue hablando como cuando jugamos de chiquitos. Es un ejemplo de vida, de superación. Siempre tuvo todo en contra y siempre ganó. Con Cavani me tocó vivir la sub 20 (de 2007) en un momento clave de su vida, del pase a Palermo. Estábamos en el cuarto juntos esa noche en la que decidió irse. Es extramadamente bueno, competitivo. Con Cavani no hay Neymar, ni Ibra que valga. Esas cosas te llevan a ser ganador".

Seedorf, sensacional

"Clarence está en todo, habla siete idiomas, como persona sensacional, pasaban cosas en la cancha y se me arrimaba a hablar, para decime que no podía errar un gol por estar desconcentrado. Le encantaba el reducido, muy profesional , una mentalidad inteligente para formar a los más chicos. Fuera de la cancha, era como un hermano. Parecía que lo conocía de toda mi vida. Me enriqueció desde el punto de vista humano".

Andriy Shevchenko, un mal recuerdo

"Es el único punto oscuro. Un tipo muy cerrado. Si yo se la daba mal me levantaba la mano, me hacía gestos y me dejaba en evidencia. Un día en un partido en Escocia contra Rangers le dije que no me levante la mano ni me hable más y nunca más me hablo. Otra cultura".

David Beckham, el mito del metrosexual

"Llegó y abrieron una cantidad de tiendas en Milán. Cuando él iba las cerraban para que comprara tranquilo. Movía todo un aeropuerto. Era tremendo. Convulsionaba una ciudad. No se podía andar con él porque la gente se aglomeraba. Me acuerdo que llegó a Catar de pretemporada y estaban Ronaldinho, Kaká, Pirlo, la gente se aglomeraba para verlos. Era una seguridad abismal. Yo pasaba desapercibido (risas). Una persona excelente, un lord como le llaman, un señor. Muy competitivo, pegada extraordinaria, hablaba un poco español y tuvimos varias charlas. Eso que se arregla todo el día es más mito que otra cosa. Mucha historia no tenía en eso de cuidarse. Revolucionó el tema marcas, los que lo vestían, pero lo de los perfumes y las cremas era todo verso, se ponía lo mismo que todos y no sé si tanto".

Filippo Inzhagi, un egoísta del gol

"Pippo es un genio, el típico italiano galán, muy para él, egoísta al máximo en lo deportivo, enceguecido. Cuando jugábamos reducido no lo agarraba nadie porque no se asociaba al juego, pero en el área no te hacía un gol, ¡te hacía 12! Me hubiese gustado estudiarlo más como jugador para ver sus movimientos y algo que le valoro, partido 5 a 0, metía un gol y lo gritaba como loco".

Carlo Ancelotti y el manejo del grupo

"Que me haya pedido es un honor. Que me tratara con el respeto que me trató. Aprendí cómo manejaba el grupo, la calidad, los abrazos que te daba cuando te veía, una persona sana. Siempre justo. A todo el mundo lo trataba por igual. Un entrenador ganador que se ensañaba con el trabajo táctico y luego la liberación para jugar. Nos hizo ganadores".

El gesto de Pirlo

"Mi ídolo futbolístico. Una cosa que me marcó fue que me traje todo lo que había de Pirlo, me faltaron los calzoncillos nada más. No me olvido más el día que se me arrimó en el vestuario y me preguntó si me volvía a Uruguay en las vacaciones. Cuando le dije que no me invitó a pasar con su familia y la de Massimo Ambrosini en Cerdeña. Fue increíble. Generé una relación estupenda, en el vestuario del Milan me cambiaba al lado de Pirlo y compartíamos los trabajos tácticos en cancha por jugar en la misma posición. Pirlo y Ambrosini fueron los que me dijeron que saliera a jugar a préstamo".

Alexandre Pato, compinches por la edad

"Con Alexandre, por la edad, se generó rápidamente una química. Con 19 años vivíamos cosas de la edad, nos cambiábamos los autos, estábamos para las cositas que nos gustaban a los más chicos. En ese entonces era para ser Bota de Oro, era desnivelanete a nivel mundial. Pocas veces vi un jugador con tanta potencia y velocidad, bestial".

La timidez de Kaká y Dida

"Agarré al mejor Kaká, lo disfruté a tope. Un jugador tan simple y tan desequilibrante a la vez. No era el típico firulete brasileño, encaraba y te pasaba como agua. Era callado, parecido a Dida que media dos metros y quería pasar desapercibido".

Autores

Réferi/ El Observador