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El "broker" chileno de programas de inglés para ejecutivos
Martes, Marzo 26, 2013 - 14:49

El insuficiente inglés de la educación chilena, en comparación con países de la región, como Argentina, Uruguay, Perú, Costa Rica y México, se convirtió en la oportunidad de negocios para la empresa de idiomas de origen chileno WorldStudies, la cual cuenta con cursos de estudios de francés, alemán, italiano y japonés.

Tenía planeado quedarse seis meses, pero el ingeniero comercial Marcial Hernández terminó estudiando inglés y después trabajando en el extranjero durante un año y medio. “Jamás imaginé ese rumbo”, recuerda, “pero una vez que dominas el idioma es increíble como se abren las puertas”.

Hernández hoy es muy distinto al profesional que en 2010 se sentía estancado en su carrera. Llevaba diez años en T-O Frutas y había llegado a gerente de Administración y Operaciones, cuenta, pero el inglés se había convertido en un requisito ineludible y su conocimiento del idioma era básico. “Había tocado techo en la empresa”, cuenta, “y tampoco podía postular a otras empresas porque no hablaba inglés”.  

Decidió renunciar a la compañía, convencido de que estudiar inglés en Philadelphia, principal puerta de entrada de la fruta chilena a Estados Unidos, le abriría oportunidades laborales. Llegó a WorldStudies, “donde entendieron que yo quería combinar el aprendizaje del inglés con una experiencia profesional”. Ahí le explicaron que en Philadelphia no había buenas escuelas de idiomas y le propusieron ir a la prestigiosa International Language Academy of Canada (ILAC), con sede en Toronto. “Me convencieron”, sonríe, “y pensé que Toronto estaba a dos horas de vuelo de Philadelphia, así que me acercaba a mi objetivo”.

Armó sus maletas y llegó a Toronto en octubre de 2011, empezando sus clases en ILAC casi de inmediato. Se alojó en casa de una familia anfitriona y luego se fue a una residencia universitaria. “Al principio fue duro”, revela, “porque me costaba mucho comunicarme”.

Mientras avanzaba con sus clases, Hernández comenzó a enviar currículos a Philadelphia. Al poco tiempo, la frutera chilena Decofrut le ofreció trabajo por cinco meses en esa ciudad. El profesional no lo pensó dos veces, congeló sus estudios en el ILAC y en enero de 2012 partió a Philadelphia, sin imaginar los cambios que vendrían.

Dos meses después, Decofrut le propuso asumir la representación de la compañía ante su cliente canadiense Burnac, importador de fruta emplazado en Toronto. Ello significaba volver a Toronto y tratar con los voceros de Burnac en inglés. “El proyecto se extendió hasta agosto y a esas alturas mi inglés ya había despegado”. En septiembre retomó sus clases en ILAC, en diciembre terminó el nivel avanzado y enero de este año volvió a Chile.

Desventaja competitiva

Suena sorprendente para un país que tiene una economía abierta e internacionalizada, pero Chile es uno de los países de América Latina con menor penetración del idioma inglés a nivel profesional. Un estudio publicado en octubre de 2012 por Education First, una firma de educación internacional con sede en Suiza, ubica a Chile en el lugar 39 de un total de 54 países donde se midió la penetración del inglés (ver tabla).

Peor aún, en el ránking de Education First, Chile está incluido en el último grupo de países, aquellos donde el nivel de conocimiento de inglés es el más bajo. El mismo estudio revela que hay mayores conocimientos de inglés en Argentina, Uruguay, Perú, Costa Rica y México.

“Lo planteado en el estudio lo hemos podido corroborado en nuestra experiencia”, dice Juan Pablo Moro, director de WorldStudies, la firma de programas de estudios de idiomas en el extranjero que envió a Hernández a Canadá.

Traje a la medida

Con 17 años de presencia en el sector y una abundante red de contactos por el lado de la oferta y de la demanda, Moro se ha convertido en un broker especializado en este tipo de servicios. Junto con ofrecer programas de estudios de francés, alemán, italiano y japonés, WorldStudies además brinda una serie de diplomados en negocios y diseño. Pero el foco de su negocio está puesto en el aprendizaje del inglés, porque a juicio de Moro, ahí es donde está el mercado.

WorldStudies ofrece programas de aprendizaje de idiomas hechos a la medida para sus clientes, y representa a 16 entidades educativas internacionales como la Universidad de Pennsylvania y los institutos británicos EmbassyCES y Eurocentres, entre otros.

“Además de estudiantes, nos buscan muchos ejecutivos con distintas necesidades y es por ello que brindamos un servicio muy a la medida”, explica el empresario. Uno de sus clientes, recuerda, estaba preparando una presentación en inglés para el directorio de la empresa que venía de Londres y sólo quería dos semanas en el extranjero para pulir sus habilidades comunicacionales. “Otros quieren quedarse seis meses o más estudiando el idioma, porque además quieren vivir una experiencia de tipo laboral”, explica. “Hay quienes quieren aprender inglés y al mismo tiempo practicar algún deporte, e incluso, hay algunos que quieren viajar con sus familias”.

Moro informa que la inversión en esta experiencia puede bordear los US$14.500 incluyendo el pasaje, una estadía de seis meses y el curso. “A cambio hay un rápido y efectivo aprendizaje del idioma”, asegura. “Al viajar se establecen redes de contacto y éste es otro de los principales puntos que mencionan nuestros clientes. Y finalmente, el profesional que llega a Chile hablando inglés está en mejor pie de incrementar su sueldo”.

Regreso a Toronto

Eso es algo que podrá corroborar la relacionadora pública Ingrid Quezada, quien llegó a aprender inglés avanzado a Vancouver, Canadá, en septiembre de 2012 y desde entonces no ha parado de correr entre estudios y trabajo. Apenas inició sus clases de inglés comenzó a postular a productoras de eventos y muy pronto la llamaron para trabajar como voluntaria en el “Year of the Snake Expo 2013”, enfocado en promover nuevos productos y servicios asiáticos.

Quezada también pidió seis meses de permiso sin sueldo en la empresa donde trabaja en Santiago y, a través de WorldStudies, se inscribió en un programa de Canadian College en Vancouver. En estos días tiene una vertiginosa agenda en la ciudad canadiense. “Parto con clases de inglés a las 8:30 y sigo en la tarde”, cuenta. “Los fines de semana hago trabajo voluntario para empresas de eventos. Cada trabajo que haga aquí, voluntario o no, me sirve para hacerme un curriculum en event management, que es lo que me interesa”. Tiene programado volver a Chile en julio próximo.

¿Y Marcial Hernández, el ingeniero comercial que itineró entre Toronto y Philadelphia el año pasado?

Volvió a Chile en enero de este año y no alcanzó a estar ni seis semanas en el país cuando recibió una nueva oferta de Decofrut. Hoy está en Toronto trabajando como representante de la empresa exportadora.

Autores

Marina Parisi