Como bien es cierto, la planificación y la estrategia deben adelantarse a la acción, pero no lo debe ser todo o al menos no deben ocupar la mayor parte del tiempo.

Si bien es cierto que este tipo de individuos deben tener un perfil, en cuanto a aptitudes, orientado al ejercicio de la empresa para poder desempeñarse con éxito y comodidad en la actividad, también es cierto que la actitud es punto determinante en el mundo emprendedor.

Es por esto que hemos recogido unas recomendaciones que pueden servirte como la cartilla de actitudes que debería tener todo emprendedor exitoso, para que las puedas adaptar a tu estilo de vida y personalidad:

1. Son más organizados y planificados con el día. Lo ideal sería comenzar el día bien temprano para revisar las cosas que se tienen que hacer y dividirlas en tiempos para poder cumplirlas. En este apartado es importante revisar las horas en donde usted es más productivo, para que aparte hora y media o dos horas para dedicarle el 100% a sus actividades.

2. Se llevan más tiempo llevando a la acción sus planes que armándolos. Como bien es cierto, la planificación y la estrategia deben adelantarse a la acción, pero no lo debe ser todo o al menos no deben ocupar la mayor parte del tiempo. Si todo lo “programado” no se ejecuta, simplemente es tiempo perdido.

3. Hacen una tarea a la vez. Obviamente un emprendedor debe encargarse de muchos aspectos de su negocio. Pero cuando hay varias tareas se cae en el riesgo de distraerse y se pierde la motivación fácilmente también. Solución: una cosa a la vez.

4. Saben delegar. Esta regla está casada con la anterior de cierta forma. Un empresario debería estar enfocado en las tareas que generen ganancias. De lo administrativo y otros elementos, también importantes, tiene que aprender a delegar.

5. Hablando de dinero, cuidado. Es peligroso cuando se inicia un proyecto sin tener un capital limitado y delimitado concienzudamente. Recuerde que los mejores aprendizajes surgen cuando los recursos son controlados y la creatividad y los conocimientos pueden jugar a favor de la empresa, con un capital mucho menor.

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