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El despegue de la industria de la moda de Colombia
Viernes, Mayo 13, 2016 - 08:35

Uno de los factores más importantes que explican este ascenso es la industria textil de Medellín.

Universia KnowledgeWharton. Colombia ha cambiado enormemente en los últimos años. El país ha dejado de ser conocido por su alta tasa de criminalidad y ahora se ha convertido en un popular destino de vacaciones con una economía vibrante. Un sector que ha evolucionado muy rápidamente es la industria de la moda. ¿Cómo ha conseguido Colombia destacar como un centro de moda en América Latina, rivalizando con mercados mucho mayores como Brasil y México? ¿Por qué las marcas internacionales y los nuevos empresarios acuden en masa al país, tal y como hicieron con Brasil hace varios años?

De 2009 a 2014, Colombia experimentó un crecimiento del 5,5% del volumen de ventas de prendas de vestir y calzado. Esta cifra es mayor que la registrada en México (4,9%), Brasil (3,3%) y Argentina (3,4%), según una encuesta de Euromonitor publicada en abril de 2015. La agencia prevé que el crecimiento futuro del mercado de ropa y calzado en Colombia, de 2014 a 2019, será aún mayor.

Uno de los factores más importantes que explican el ascenso de Colombia en la industria de la moda es la industria textil de Medellín. Esta industria genera el 30% del empleo en la ciudad, con aproximadamente el 50% de las exportaciones en dirección a Estados Unidos, Costa Rica, Venezuela, Europa y Ecuador. Como resultado de la alta calidad de las telas y el bajo costo de producción, Medellín ya hace algún tiempo que pasó a ser considerada como centro de producción que también ha llamado la atención de los diseñadores de todo el mundo.

La economía de Colombia ha hecho grandes progresos en los últimos años como resultado de las reformas políticas y económicas iniciadas por los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. La presidencia de Uribe 2002-2010 trajo consigo una reducción significativa en los niveles de delincuencia debido a la iniciativa “agenda de seguridad doméstica”. Santos, presidente desde 2010, ha continuado con esta iniciativa a través de las negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC.

Reformas adicionales han abierto la economía de Colombia al comercio mundial y el espíritu empresarial. En comparación con otros países de América Latina, los requisitos legales para establecer un negocio en Colombia son menos exigentes: por ejemplo, no se requiere ninguna inversión inicial para poner en marcha una empresa de reciente creación allí. Además, se trata de un mercado favorable para la inversión internacional. Según el Índice de Libertad Económica 2015 de la Heritage Foundation, el arancel promedio en Colombia es del 4,4%, inferior al de Brasil (aproximadamente 8%) y Argentina (alrededor del 6%). Colombia es también un miembro de la Alianza del Pacífico, lo que estimula las inversiones transfronterizas entre Chile, Costa Rica, México y Perú. Los inversores nacionales y extranjeros son generalmente tratados por igual ante la ley, y el crédito se asigna según las condiciones de mercado, con las empresas extranjeras recibiendo el mismo trato.

A causa de eso, Colombia fue nombrado en 2015 como el mejor país de América Latina para hacer negocios por el Banco Mundial y un líder internacional del espíritu empresarial por el Foro Económico Mundial. Se ha experimentado un crecimiento del 5% en su economía, con una caída del desempleo a su nivel más bajo en más de una década. Un informe de 2014 de The Business of Fashion, una publicación en línea que cubre la industria, menciona que las mejoras de estabilidad y de seguridad de Colombia han contribuido a un aumento de las compras por parte del público. Muchos colombianos que decidieron gastar en artículos de lujo en el extranjero ahora se sienten lo suficientemente seguros para gastar su dinero en casa. Del mismo modo, se ha producido un aumento en el número de colombianos de clase media y alta que optan por permanecer en Colombia en lugar de trasladarse al extranjero. La confluencia de todos estos factores ha dado lugar a una afluencia de marcas locales e internacionales, incluyendo Zara, la cadena minorista de ropa y accesorios con sede en España, entrando en el mercado colombiano.

“Creo que Colombia realmente se ha abierto como un mercado ‘serio’ de la moda con la llegada de Zara”, dijo Natalia Uribe, editora de moda de Esquire Colombia. “Los buenos resultados que esta iniciativa trajo a Inditex llevaron a que otras marcas desearan invertir en Colombia. Han pasado siete años desde entonces, y ahora otras grandes marcas del mercado medio y de lujo están llegando”.

La llegada de las marcas de lujo

En 2012, Ferragamo, Longchamp, Mont Blanc, Vilebriquin y otras marcas se instalaron en Bogotá, la capital. Burberry, Dolce y Gabbana, y Tiffany & Co., entre otros, harán lo mismo el próximo año. De acuerdo con Kelly Talamas, editor en jefe de Vogue México y América Latina, “aproximadamente alrededor de 2009 o 2010, hubo un cambio de opinión respecto a Colombia, en general, surgió un punto de vista más optimista sobre su potencial. Alrededor de esa época, se convirtió en un país más seguro y había un efecto semejante al de la conquista del lejano oeste, ya que, aparte de unos pocos pioneros como Louis Vuitton, MaxMara y Hugo Boss, era un mercado no explotado tanto para los inversores como para las marcas internacionales”.

La introducción de marcas internacionales ha ayudado a impulsar la industria de la moda nacional, convirtiendo a Colombia en uno de los destinos más destacados y relevantes para los profesionales del sector en toda América Latina. Según comenta Brenda Díaz de la Vega, editora en jefe de Harper Bazar de México y América Latina, “hasta cierto punto, fue una ventaja debido a que la industria de la moda local fue capaz de desarrollarse durante estos años. Creo que si las marcas internacionales hubieran llegado a Colombia hace 10 años, el talento local no habría tenido la oportunidad de mostrar su trabajo”. Inexmoda, un instituto privado para la moda y las exportaciones de Colombia, realiza cada año dos de los eventos más relevantes para el sector textil y de la moda en Medellín: Colombiamoda y Colombiatex.

Colombiamoda, la versión de Colombia de la Semana de la Moda de Nueva York, se lleva a cabo en julio. En 2015, el evento atrajo a más de 60.000 visitantes, entre ellos 13.000 compradores (alrededor del 20% de fuera del país) y ha generado más de COL$1.063 millones (US$340 millones) en negocios, un aumento del 11% respecto al año anterior. Colombiatex es una feria textil de clase mundial, que promociona las fábricas locales y la producción que en la actualidad representa el 12% del PIB del país. Según Carlos Botero, presidente de Inexmoda, “es el evento más importante de la industria textil en América Latina, una feria que podría representar US$150 millones en términos de oportunidades de negocio, por lo que es una feria que tiene un verdadero impacto sobre las diversas industrias, ejecutivos del área de negocios y los participantes, y los compradores que la visitan encontrarán ofertas realmente interesantes, innovadoras y completas”.

El evento de 2015 contaba con más de 500 expositores y atrajo a más de 10.000 compradores de todo el mundo. Ambos eventos son oportunidades clave para el talento local y las empresas para mostrar sus últimos diseños e innovaciones y han alentado fuertemente el aumento de la capacidad empresarial.

La presencia de organizaciones como Colombiamoda que trabajan para promover el talento local y contribuyen al impulso de la industria es muy importante porque la moda de Colombia es representativa de la diversidad cultural del país. Se celebra como una fuente de orgullo, lo que demuestra la creatividad, el arte y la promoción de una percepción internacional positiva. Los colombianos son muy patriotas y muestran una pasión contagiosa por sus cantantes, deportistas e incluso los diseñadores, que reciben apoyo del país. Es impresionante que, a la luz de la llegada de las marcas internacionales más reconocidas, la mayoría de las ventas allí provengan de productos locales. Diseñadores como Julieta Suárez afirman que los colombianos prefieren las modas que son fieles a su identidad local. Ella señala que “la llegada de las marcas de lujo se tradujo en que los colombianos prestaran mayor apoyo a sus diseñadores nacionales, aumentando la visibilidad por el hecho de ser más exclusivos y producir items de una mayor calidad”.

La atención creciente que Colombia ha estado recibiendo por parte de la comunidad internacional de la moda también se puede atribuir al gran impulso dado por los diseñadores latinos que trabajan en el extranjero, y que comenzaron a despertar interés en la región, según Talamás. La moda colombiana está arraigada en el orgullo nacional, que se puede ver en las ventas y en el respaldo que recibe de diversas entidades. Este sistema de apoyo se demuestra por Creo Consulting, una plataforma creada por dos primos colombianos, Giovanna Campagna y Claudia (Cloclo) Echavarría, para promover la moda de América Latina y el diseño. La pareja se esfuerza por “crear un programa como el CFDA en los EE.UU., un programa que funciona como incubadora para los jóvenes talentos de Colombia”. Ellos encarnan el espíritu empresarial, tanto como los diseñadores que representan, a través del lanzamiento de campañas y tratando de generar oportunidades para que la industria crezca hasta un nivel en que pueda competir con los sectores de la moda de París, Milán, y EE.UU.

Mantenerse fiel a sus raíces

Con respecto a Colombia y su identidad nacional, existe una fuerte conexión entre los recursos naturales del país y su moda. Sus diseñadores son fieles a sus raíces: sus colecciones están influenciadas por sus comunidades y tradiciones, que se pueden ver en las siluetas fluidas, por su carácter artesanal de alta calidad y la selección de materias primas. La integración de estos elementos muestra no sólo la belleza del país, sino también el impacto social positivo detrás del proceso.

Por ejemplo, la marca de bolsos de lujo Mola Sasa depende de las molas (telas estampadas) realizadas por las mujeres Kuna de una comunidad indígena en la provincia de Urabá, en Alto Caimas. La diseñadora Yasmin Sabet crea el exterior de los bolsos utilizando las molas y el interior con fibras naturales locales. Según dice, es importante que se incluya la palabra mola en el nombre de la marca porque es fundamental reconocer y compartir una obra artística tan personal producida por aquella comunidad de mujeres. Cada pieza es única y cuenta una historia de la mujer que lo teje. Se deduce entonces que cada bolsa es representativa de la identidad colombiana, pero más aún de las regiones indígenas y menos conocidas de Colombia.

El creciente reconocimiento de la industria de la moda de Colombia también llama la atención sobre los obstáculos en el sector y las áreas que aún necesitan desarrollarse. Algunos problemas de producción en el país no existen en otros países que operan en el sector de la moda desde hace años y han establecido procesos debidamente consolidados en su lugar. Campagna y Echavarría describen la dificultad de integrar un sistema estandarizado de tamaño para los zapatos y la falta de control de buena calidad como temas principales, mientras que Paula Herrera, creadora del bolso de la marca MAPA Collective, llama la atención sobre los problemas de comunicación y la falta de urgencia en la producción colombiana. Además, en la actualidad existe una falta de diversidad en los programas universitarios dedicados a la moda. Campagna y Echavarría insisten en que debe haber un cambio de mentalidad en Colombia para que la moda sea aceptada como una “forma de arte” por lo que pueda participar en las muestras de los museos y apreciada más allá de las pistas de aterrizaje y boutiques. Hay varias áreas que pueden mejorar, y no sólo en el mundo de la moda. Colombia es un país que, hasta hace poco, no disponía de estructura formal en diversos sectores. El desarrollo acelerado en los últimos años ha sacado a relucir la cuestión de cómo modernizar y adaptar este crecimiento. La visión de Creo Consulting y otras plataformas podría ayudar a transformar el ámbito de la moda y el diseño en Colombia, proporcionando los recursos y el apoyo para que siga prosperando.

En conclusión, el ascenso económico de Colombia ha abierto las puertas y atraído a muchas marcas internacionales de moda en los últimos años. A su vez, su éxito ha permitido a la industria de la moda florecer en el país. Gracias a varios esfuerzos de Inexmoda, esto es de Colombiamoda y Colombiatex, Colombia ha sido capaz de establecerse como un importante centro de la moda en la región y continúa conquistando la atención internacional. Así pues, la industria ha invertido mucho en el apoyo al desarrollo del talento local, creando un mercado de diseño fuerte en la cultura y la identidad nacional. En la medida en que diseñadores colombianos como Silvia Tcherassi conquistan la admiración y el reconocimiento internacional, los compradores internacionales se interesarán cada vez más por el diseño local. Colombia es realmente un mercado emergente con muchas oportunidades para el crecimiento y el desarrollo a medida que siga evolucionando en los próximos años.

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Universia KnowledgeWharton / Lifestyle