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El drama del CEO de Peugeot llega a la pantalla grande
Viernes, Agosto 2, 2019 - 13:00

"Un hombre en apuros" aborda el ritmo frenético de trabajo en las empresas, además de reflejar el grado de exigencia al que están sometidos sus empleados de más alto rango.

Alain es un respetado hombre de negocios y un orador implacable, pero no hay espacio en su vida para el ocio o la familia; pero todo cambia cuando sufre un derrame cerebral que frena su carrera profesional y le genera problemas en el habla y la memoria. Con la ayuda de Jeanne, su terapeuta, él empieza a conocerse y a reconstruirse.

Este relato cinematográfico llamado Un hombre en apuros está inspirado en la vida de Christian Streiff, exdirector de la marca Peugeot, y la cinta aborda el ritmo frenético de trabajo en las empresas, además de reflejar el grado de exigencia al que están sometidos sus empleados de más alto rango.

El guion de Un hombre en apuros fue escrito por el director Hervé Mimran con la colaboración de Hélène Fillières, quienes se basaron en el relato autobiográfico J’étais un homme pressé (Yo era un hombre en apuros), de Christian Streiff.

Conversamos con el director y guionista Hervé Mimran sobre la intimidad del rodaje de esta cinta francesa que se exhibe en Colombia.

La película “Un hombre en apuros” está basada en la historia de Christian Streiff. ¿Cómo fue el proceso de adaptación de su historia a la película?

Un día estaba leyendo el periódico Le Monde en Francia, que es como el periódico más grande del país, y vi un artículo sobre Christian Streiff en el que estaba hablando de cómo era un gran CEO y que había tenido un derrame cerebral y pensé: ¡qué buena historia! Así que lo llamé. Justo ese día también él había recibido una llamada de un publicista que quería que hicieran un libro sobre su historia de vida. Así que cuando me vi con Christian, empecé a hacer un guion.

¿Qué tanto se basó en el libro entonces?

Un año después de la llamada salió el libro y pude obtener muchos más detalles de ahí, para agregarle credibilidad, más que todo a la vida de un CEO. De hecho, el comienzo de la película es basado en la vida real de Christian Streiff, pero de resto ya es todo creado por mí, de mi imaginación.

¿Por qué decidió no adaptar toda la historia sino solo un fragmento?

Porque la historia real no es tan interesante para hacer una película. Es decir, la parte del derrame cerebral y eso sí es bastante interesante, pero su vida personal no lo era. Tenía una esposa que lo apoyaba y cuatro hijos con los que tenía una gran relación, entonces ahí no había con lo cual trabajar, por eso decidí crear la historia que se ve en Un hombre en apuros.

¿Cuál fue el mayor reto en el proceso de adaptación?

El gran reto fue hacer que la gente sintiera empatía con el protagonista. A la mayoría de las personas no les gusta mucho el gran jefe, el CEO de una gran compañía, como que siempre tiene una mala imagen. Entonces hacer que tuviera una mejor imagen y que a las audiencias de verdad les gustara el personaje fue el mayor reto.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Fabrice Luchini (Alain)?

Fue increíble, no sé si sea muy conocido en Colombia, pero en Francia Fabrice Luchini es una gran estrella, es de los actores más renombrados del país. Estaba muy interesado en conocerlo al principio por eso y lo bueno es que le encantó la historia y el concepto de la película. Algo que sí pasó es que Fabrice estaba muy asustado por sus líneas, porque muchas de las frases que dice en la película no tienen sentido, por la condición de Alain. Así que estaba muy asustado porque aprenderse todo eso no es fácil.

¿Cuáles son las características de Fabrice Luchini como actor?

Él es un actor que sabe y recita poesía, entonces aprenderse frases sin sentido que no significaran nada le costaba mucho trabajo; actuar así es un reto. Fue entonces cuando se me ocurrió ponerles subtítulos a sus líneas, porque, aunque las frases no tenían sentido, sí hay un sentido detrás de lo que él quiere decir. Los subtítulos tenían lo que Alain realmente quería decir, así que Fabrice se aprendía esos subtítulos y a la hora de actuar cambiaba las palabras.

En varias entrevistas ha dicho que escribir un guion para un actor específico es un error, pero en este caso apenas Fabrice Luchini (Alain) aceptó el papel, comenzó a escribirle el guion. ¿Qué cambió?

Cuando uno escribe y trabaja durante años en un guion y luego le preguntas al actor que si quiere hacer parte de la película y dice que no, es muy triste porque se perdieron todos esos años de trabajo y esfuerzo. Lo que pasó con esto es que tenía un pequeño borrador del guion y se lo mandé a Fabrice y de una dijo que sí, entonces ahí ya comencé a escribir el personaje de Alain para él. Normalmente yo no escribo para un actor, escribo el guion y luego me pregunto: ¿qué actor sería perfecto para esta película? Entonces eso es lo que yo hago, solo que en esta ocasión tuve la suerte de que Fabrice me dijera que sí desde mucho antes.

En todas las películas que ha dirigido ha trabajado con Leila Bekhti (Jeanne). ¿Por qué?

Claro, porque Leila es como mi hermana pequeña. Nacimos en la industria del cine al mismo tiempo. Ambos comenzamos con la película All that Glitters y la hicimos juntos. Fue una película pequeña que tuvo mucho éxito en Francia, así fue como nacimos en el mundo del cine. Para Un hombre en apuros, estaba escribiendo el guion y me pareció que el personaje de Jeanne era perfecto para ella, así que la llamé y le conté del proyecto y me dijo inmediatamente que sí.

Autores

El Espectador