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El regreso oscuro, conceptual y sin sobresaltos de Depeche Mode
Miércoles, Febrero 22, 2017 - 08:29

En “Spirit”, el primer disco en cuatro años de la banda, predomina el ambiente oscuro, con reminiscencias bluseras y despojado de la creación de hits.

<div>En una primera escucha, se puede decir que &ldquo;Spirit&rdquo;, el nuevo disco de Depeche Mode, es un buen sucesor del fantástico &ldquo;Delta Machine&rdquo;, en el cual predomina el ambiente oscuro, con reminiscencias bluseras y despojado de la creación de hits.</div><div>&nbsp;</div><div>Cargado con capas y capas de sintetizadores, muy pocas guitarras y baterías electrónicas (groove box, plug ins, samplers, etcétera, a cargo del productor James Ford, integrante del duo electro Simian Mobile Disco), las composiciones del emblemático Martin Gore se decantaron más que nunca por elevar y dejar suspendida en el aire a la voz de Dave Gahan, que suena poderosa, casi sin desgaste. En este disco la voz de Gahan no suena ni cascada ni raspada, esta en toda su plenitud.</div><div>&nbsp;</div><div>Se trata de una producción de 12 canciones de las que se destacan las dos primeras (&ldquo;Going Backwards&rdquo; y el corte difusión &ldquo;Where&#39;s The Revolution&rdquo;), el octavo y el noveno track &quot;Poison Heart&quot;, &ldquo;So Much Love&rdquo; y el anteúltimo, &ldquo;No more (This Is The Last Time)&rdquo;, todos ellos con un poder que ilumina una placa cargada de oscuridad, según se desprendió de una escucha a la que tuvo acceso Télam.</div><div>&nbsp;</div><div>Sin embargo, el trío completado por Andy Fletcher consigue con este disco continuar a la vanguardia de ese synth-pop-rock que supo inventar a comienzo de los 80 y realizar uno de los mejores discos del género de los últimos años, junto a New Order, otra banda que camina a la par desde la misma época, con su más que correcto &ldquo;Music Complete&rdquo; (2016).</div><div>&nbsp;</div><div>A &ldquo;Spirit&rdquo; le falta sorpresa y el toque épico de &ldquo;Heaven&rdquo;, &ldquo;Personal Jesus&rdquo; o &ldquo;The Policy of Truth&rdquo;, aunque esta carencia la subsana apoyándose en los bajos y los bombos, con una rítmica que no tiene demasiadas variantes, pero que se reinventa industrializado, como si le diera una nueva pasada a los primeros discos de Nine Inch Nails o a la etapa pesada de David Bowie.</div><div>&nbsp;</div><div><p><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/UpuaPfOuxB0" width="560"></iframe></p><p></div><div>&nbsp;</div><div>Las melodías creadas por Gore, siempre tomadas de las raices del blues pero esta vez un tanto opacas, es cierto, aparecen a cuenta gotas y dejan a uno con ganas de más, sobre todo por el uso de sintetizadores monofónicos, propicios para este tipo de arreglos en los que no se utilizan acordes y los tonos sueltos se proyectan con una profundidad analógica, trascendiendo lo material para formarse, ahora sí, en lo intangible del éter musical.</div><div>&nbsp;</div><div>El principal compositor y letrista le pone la voz a dos canciones: &ldquo;Eternal&rdquo;, una suerte de canción del sur italiano, reformulada en Inglaterra con un acordeón sintetizado, y &ldquo;Fail&rdquo;, la pieza que cierra el álbum, en la que, por le contrario, pareciera hacerle un guiño a &ldquo;I Robot&rdquo; de Alan Parsons, con un diálogo entre teclados robóticos y metálicos.</div><div>&nbsp;</div><div>Otro guiño a los precursores de la electrónica parece escucharse en &ldquo;Scum&rdquo;, una lúgubre canción con un juego de samplers y beats que recuerda al krautrock y a los pasajes psicodélicos de Giorgio Moroder, aunque, nuevamente, los de Basildon eligen quedarse en el plano terrenal de los graves.</div><div>&nbsp;</div><div>&ldquo;Ahora estamos cerca del final; hay veneno en tu alma; nunca fuiste amable; con todo mi respeto&rdquo;, canta Gahan en &ldquo;Poison Heart&rdquo;, mientras que en &ldquo;Cover Me&rdquo; esgrime un &ldquo;Es difícil respirar&rdquo; y en &ldquo;The Worst Crime&rdquo; se pregunta: &ldquo;&iquest;Cómo es que podemos cometer el peor crimen?&rdquo;.</div><div>&nbsp;</div><div>Frases y preguntas existenciales que mantienen la lírica de Depeche Mode, ahora sí, a la altura de grandes letras como las de &ldquo;Enjoy The Silence&rdquo;, &ldquo;Welcome to My World&rdquo; o &ldquo;Dream On&rdquo;.</div><div>&nbsp;</div><div>El disco había sido anunciado en septiembre pasado en una conferencia en Milán, en la que también dieron a conocer las fechas de la gira europea de este año y dejaron la puerta abierta para extender el tour a Sudamérica, territorio al que bajaron en 1994 y 2009, para presentar &ldquo;Songs of Faith and Devotion&rdquo; y &ldquo;Sounds of...&rdquo;, respectivamente.</div><div>&nbsp;</div>

Autores

Télam