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Empresarios cubanos esperan más espacio en economía dominada por el Estado
Lunes, Agosto 22, 2022 - 08:15

La economía de Cuba, golpeada por las sanciones de Estados Unidos, la pandemia y lo que el presidente Miguel Díaz-Canel ha llamado "dogmas, obstáculos y autolimitaciones", se desplomó casi un 10% durante 2020-2021.

Para aquellos que buscan pruebas de que una inversión extranjera modesta puede ayudar a impulsar a los emprendedores en ciernes de Cuba, pueden ver el negocio de frutos secos de Óscar Fernández en La Habana.

Gracias a un préstamo de US$ 40.000 provenientes del exterior, su empresa familiar, registrada bajo una reforma el año pasado que autoriza a pequeñas empresas a operar en Cuba, mejoró sus equipos con hornos de deshidratación de última generación y una máquina de empacado.

"Teníamos 10 productos, ahora tenemos 50", dijo Fernández a Reuters. "Estamos produciendo 10 veces más que el año pasado e hicimos nuestro primer envío a Italia".

Pero el verdadero sueño de Fernández de asociarse con un inversionista extranjero y abrir una fábrica completa todavía está en suspenso, debido a que el Gobierno evalúa nuevas reformas en medio de una fuerte crisis económica.

La economía de Cuba, golpeada por las sanciones de Estados Unidos, la pandemia y lo que el presidente Miguel Díaz-Canel ha llamado "dogmas, obstáculos y autolimitaciones", se desplomó casi un 10% durante 2020-2021.

Las opciones dentro de los límites de su economía dirigida por el Estado y casi en quiebra son pocas, según economistas consultados por Reuters, y a medida que crece el malestar, el Gobierno se está quedando sin espacio para maniobrar.

Cuba dijo el mes pasado que estaba considerando varias propuestas para permitir la inversión extranjera en su naciente sector privado, pero no ha dado detalles de sus planes.

Los empresarios esperaban que el naciente sector privado tuviera también libertad de acción para participar en el comercio exterior fuera del control estatal, un beneficio adicional para posibles inversionistas extranjeros, pero la semana pasada el Gobierno dijo que no renunciaría a su monopolio sobre el comercio exterior.

En cambio, flexibilizó algunas restricciones en torno a la inversión extranjera en el sector mayorista y minorista, pasitos de bebé como lo han calificado economistas al argumentar que es demasiado poco para hacer una diferencia.

"El Gobierno debe ser más flexible", dijo el economista cubano Omar Everleny. "Tiene que permitir el comercio exterior directo y cualquier monto de inversión, en cualquier área de inversión".

Dalieny Ortega Cubela, propietaria de un servicio de lavandería que trabaja con hoteles, entre otras instituciones, dijo que estaba negociando equipamiento con Domus, una lavandería industrial de España.

"La legalización de la inversión extranjera nos permite sentarnos con los proveedores o con diferentes empresas y poder firmar legalmente los contratos que sean necesarios", añadió.

AUGE DE PEQUEÑAS EMPRESAS

Las compañías privadas de Cubela y Fernández son dos de las más de 4.500 pequeñas y medianas empresas con licencias desde que el Gobierno revocó el año pasado una prohibición vigente desde la década de 1960.

El nuevo sector, con unos 70.000 empleados, ha crecido rápidamente a pesar de las sanciones de Estados Unidos y las normas internas que prohíben a empresarios el comercio exterior independiente y, hasta ahora, recibir inversión extranjera a cambio de equidad en su negocio.

John Kavulich, director del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, que favorece la inversión directa en el sector privado, dijo que el gobierno de la isla debe permanecer fuera del camino de los inversores extranjeros o correr el riesgo de un mayor estancamiento.

"Imagine al gobierno nacional revisando cada micro inversión", dijo, al comentar que más burocracia "mata la gallina de los huevos de oro".

Fernández, propietario de la empresa de frutos secos, dijo que recientemente se habló de alentar la inversión extranjera y eso es motivo de optimismo. Su empresa todavía se encuentra en el sótano de la casa de su familia en La Habana, aunque ahora cuenta con una tienda que está creciendo y emplea a 18 personas.

"El sector privado está llamado a ser muy dinámico, a pequeña escala, pero la sumatoria de esas actividades puede generar un impacto muy positivo en la economía", señaló.

(Reporte de Marc Frank y Anett Ríos. Editado en español por Nelson Acosta y Javier Leira; REUTERS NAB JL/)

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Autores

Reuters