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Empresas y filiales: ¿cómo administrarlas correctamente?
Jueves, Abril 29, 2010 - 17:41

Empresarios y académicos coinciden en que el saber delegar y tener una política de empresa homogénea, son los ingredientes principales para administrar una compañía con puntos de venta en diferentes ciudades.

Si administrar una empresa no es una tarea fácil, imagínese lo que significa gestionar una compañía que además cuenta con filiales en diferentes puntos del planeta. El desafío parece titánico para aquellos directivos que deben estar al tanto de todos los movimientos que se realizan en cada una de las sucursales. Bien lo sabe Paul Kilpatrick, dueño de la cadena de restaurantes mexicanos Barburrito en Inglaterra. “Lo más difícil es la gestión del tiempo y saber centrarse en los grandes aspectos de la empresa, los aspectos que marcan la diferencia”, comenta el ejecutivo, quien visita semanalmente cada una de sus tiendas repartidas por varias ciudades de ese país.

Al igual que Kilpatrick, muchos hombres de negocios deben lidiar constantemente con la dirección de filiales. Y es que, pese a que no existen recetas que garanticen su correcta administración, los expertos coinciden en que la eficiencia de este proceso radica, principalmente, en la departamentalización y en saber delegar apropiadamente las labores en personas de confianza que conozcan los valores de la empresa. “Contratar buenos empleados, confiables y capacitados para tomar las decisiones correctas, y mantenernos en contacto con ellos para comprobar que todo va en orden, es primordial”, reafirma el empresario inglés.

No obstante pese a facilitar la labor de los directivos, los entendidos enfatizan que encomendar tareas no excluye a los directivos sus obligaciones. “El director de cualquier empresa debe ser consciente de sus responsabilidades. Para ello, hay que hacerse visible en cada una de las sedes, controlar que todo funcione según lo previsto y tener reuniones constantemente con los delegados de cada punto de venta”, dice Fernando Téllez, empresario hotelero de la costa mediterránea.

En ese sentido, tener una política homogénea es un factor fundamental, asegura Luis Ibarra García, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Argentina y de la Universidad del Salvador de Buenos Aires, y presidente del Consejo de Autorregulación Publicitaria (Conarp). Según el académico, al hablar de empresas internacionales “es necesario tener una línea central, una política corporativa que llegue a todas las sucursales. Esto hace más fácil poder delegar en otras personas y estar al tanto de lo que acontece en cada región”.

Heriberto Urzúa, presidente de Patagonia Inversiones añade que "es necesario tener un modelo de negocio desarrollado detalladamente en el país de origen, con sistemas de control de gestión y sistemas comerciales evaluables y controlables". El empresario destaca la importancia de saber elegir al personal de la empresa "con la supervisión tanto de la empresa matriz como de la filial y comprobar que los empleados se puedan adaptar a la política de la organización para poder delegar en ellos".

Pero delegar tareas tampoco es una labor fácil de realizar. Se debe considerar que muchas de las filiales, al estar ubicadas en distintos países, cuentan también con distintas culturas con las que los directivos deben conciliar. “Las diferencias culturales es un tema que las grandes marcas internacionales tienen que tener en cuenta porque la idiosincrasia de cada país hace diferentes desde los gustos de los consumidores hasta la publicidad”, advierte Ibarra. “Por eso es bueno delegar en encargados por países y elaborar modelos de negocios que, siguiendo la política de la empresa, se adapten a las necesidades de cada región”, agrega.

Nuevas tecnologías. De norte a sur y viceversa, los ejecutivos hacen de los medios de transporte su segundo lugar de trabajo. Sin embargo, Internet y las nuevas tecnologías se han convertido hoy en día en los mejores aliados de los directivos, permitiéndoles estar comunicados con las distintas sedes de la compañía, sin necesidad de desplazarse continuamente.

Las videoconferencias, por ejemplo, se han convertido en factor común para este tipo de empresas, al permitir tener reuniones virtuales con los gerentes o encargados de los puntos de venta desde diferentes ciudades o países. “Skype me ahorra muchos viajes”, dice Paul Kilpatrick.

Luis Ibarra, por su parte, coincide con el empresario inglés respecto a las virtudes que otorga la red en términos administrativos. “La Intranet dentro de las organizaciones facilita el trabajo y los traslados tanto para los directivos como para los empleados”, afirma.

Finalmente, todos los expertos coinciden en la necesidad de un control periódico -tanto virtual como presencial- de cada una de las sedes de una empresa, con un calendario definido para supervisar el funcionamiento de las compañías.

Autores

Cristina Vílchez