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En la cabina de avión presidencial polaco siniestrado había al menos dos pasajeros
Jueves, Mayo 20, 2010 - 06:13

La investigación detectó la voz de personas que no eran de la tripulación en la cabina de la nave. También se descartó un ataque, un incendio o un fallo mecánico como causa de la caída en la que murió el presidente Kaczynski.

Moscú. Oficiales de la aviación rusa dijeron este miércoles que al menos dos personas que no eran de la tripulación estuvieron en la cabina del avión polaco antes de que se estrellara causando la muerte de 96 personas, entre ellos el presidente Lech Kaczynski y su esposa.

Tatiana Anodina, jefa del Comité de Aviación Interestatal (IAC por su sigla en inglés) dijo que se había identificado la voz de uno de los pasajeros, mientras que la otra, o potencialmente otras, todavía se estaban analizando.

"Esto es importante para la investigación", dijo Anodina a periodistas en una sesión informativa. Declinó identificar la voz, citando razones morales y normas internacionales.

Edmund Klich, al frente de un comité polaco que analiza accidentes aéreos y también participa en la investigación del IAC, dijo que las grabaciones mostraban que las voces de las personas que no eran de la tripulación se escuchaban en un segundo plano entre 16 y 20 minutos antes del accidente.

"No creo que esto tenga una influencia decisiva en la causa del catástrofe", dijo Klich.

"Pero esta es mi opinión personal", señaló.

Agregó que esta presencia en la cabina no quebrantaba ninguna norma ya que los aviones militares y del Gobierno están regidos por patrones distintos. Los pasajeros no pueden entrar en las cabinas de la aviación civil.

El IAC ruso agregó que el análisis descartó un ataque, un incendio o un fallo mecánico como las razones del siniestro del Tu-154 polaco, lo que dejaba abiertas las posibilidades del mal tiempo o un error humano.

El informe preliminar del IAC no ofreció una conclusión sobre la causa del accidente, que ocurrió entre una densa niebla cerca del aeropuerto ruso de Smolensk el 10 de noviembre.

Pero los hallazgos preliminares confirmaron que las condiciones del tiempo limitaron la visibilidad a niveles peligrosos y que el avión polaco no debería haber aterrizado entre esa densa niebla.