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Este dispositivo busca simplificar el tratamiento del ictus
Lunes, Abril 9, 2018 - 07:00

Estos accidentes cerebrovasculares son cada vez más comunes por factores como el sobrepeso y el estrés.

Sufrir un ictus se ha convertido en algo habitual en la sociedad. El sedentarismo, el sobrepeso o el estrés son algunos de los factores que lo desencadenan y que ha provocado que estos accidentes cerebrovasculares sean una tónica habitual en el día a día de muchos hospitales.

Tras el susto inicial, y una vez superado el ictus, llega el momento de comenzar la rehabilitación. Un duro trance en el que ahora una buena noticia se convierte en la protagonista. Y es que, la llegada de un nuevo dispositivo portátil pensado y diseñado para ser instalado en la garganta del paciente, podrá suponer todo un avance en su rehabilitación.

La postabilidad al mando

Se trata del último producto electrónico y elástico desarrollado en el laboratorio del profesor de Ingeniería de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos) John A. Rogers.

En asociación con Shirley Ryan AbilityLab, Rogers ha trabajado en estos sensores con una precisión tal que pueden ser usados en una serie de cuidados médicos avanzados llevados a cabo fuera de los mismos hospitales, gracias a la portabilidad de los mismos.

Una mayor integración con el cuerpo es la clave

A través de los sensores de Rogers se busca una mayor integración de la tecnología con la persona. Los mismos son capaces de adherirse a la piel y moverse en consonancia al ritmo del cuerpo. De esta forma, estando juntos las 24 horas del día, los sensores pueden proporcionar métricas de salud con gran precisión de detalles. La actividad muscular, la función cardíaca o la calidad del sueño son algunos de los ejemplos sobre los que estos componentes electrónicos elásticos pueden dar fe.

Fácil de usar

Los pacientes no han de tener miedo a probar este nuevo sensor de garganta. Instalados cerca de las cuerdas vocales, los sensores miden las vibraciones de las cuerdas sin que estas sufran gracias a la elasticidad del material con el que están fabricadas. Capaces de doblarse y estirarse, este novedoso producto promete llevar la incomodidad del paciente a mínimos.

Los médicos en alerta

La ventaja de estos sensores se basa también en la comunicación. Y es que, la monitorización del progreso puede ser seguida, paso a paso, por los médicos que traten al paciente gracias a la transmisión de datos de forma inalámbrica a sus teléfonos y ordenadores.

De dicha forma, el especialista podrá tener al instante un informe con la información necesaria sobre el estado de su paciente, tanto físico como fisiológico. Igualmente, cuando el enfermo muestre un bajo rendimiento en una métrica concreta se mandará a su médico un mensaje momentáneo para comenzar a realizar un seguimiento sobre su progreso.

Por el momento, la recuperación de los pacientes que sufrieron un ictus ha sido el objeto de investigación de Rogers, quien, junto a Shirley Ryan AbilityLab, no cesa en las pruebas de sensores en pacientes con otras afecciones, tales como el Parkinson.

Autores

Marta Nieto / Think Big