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Estrategia versus Innovación
Martes, Agosto 21, 2018 - 08:42

Por Jerko Juretić, profesor de Estrategia en Ingeniería Industrial, Universidad de Chile.

Cualquier organización que pretenda ser exitosa hoy en día requiere implementar una buena estrategia e impulsar la innovación en forma continua. Es un imperativo, cada vez más frecuente, que cualquier gerente, directivo, profesional o equipo de trabajo debe tener en cuenta para gestionar. Sin embargo, es muy común que se piense que la estrategia y la innovación son la misma cosa o que incluso una puede reemplazar a la otra. Gran error. Ambas son actividades que cumplen roles distintos y bien definidos.

Por un lado, la estrategia busca definir la dirección y los objetivos claves de la organización, definiendo metas, responsables y planes de acción. Un plan estratégico no busca fallar, al contrario, se desea que sea exitoso y cumpla con la mayor cantidad de compromisos proyectados. Es una carta de navegación que cualquier equipo directivo debe tener para dirigir la organización hacia los fines propuestos.

Por otro lado, la innovación busca identificar nuevas oportunidades en el mercado o nuevas formas de generar valor dentro de la organización. Un proyecto de innovación puede fracasar e incluso a veces es preferible que lo haga, pues eso nos ayudará a mejorar, aprender o testear el nuevo producto o servicio. Es una pequeña fábrica de ideas que sirve para impulsar nuevas formas de hacer las cosas.

Como señala el experto internacional en innovación, Greg Satell, mientras la estrategia es un proceso racional y analítico, la innovación es creativa. La estrategia es una tarea primaria de la alta gerencia, en tanto que la innovación se focaliza en equipos de trabajo (ojalá multidisciplinarios) en cualquier lugar del organigrama. Cuando hacemos estrategia nos centramos principalmente en la empresa, cuando innovamos miramos a los clientes, usuarios o alguna que otra incipiente tendencia del entorno.

Sin duda, innovar es crecientemente más importante dentro de cualquier estrategia para el corto o mediano plazo. Como plantea Rita Gunther McGrath, profesora de la Universidad de Columbia, la estrategia pasó desde la búsqueda de una ventaja competitiva sostenible hacia la obtención de una ventaja competitiva transitoria, donde la innovación ya no es solo un proyecto o episodio puntual sino un proceso sistemático y continuo de la organización.

Con todo, ambas actividades son fundamentales para gestionar cualquier organización en nuestros días. Por tanto, entender las ventajas y límites de cada una es clave, pues así comprenderemos que requieren habilidades, procesos, tiempos y perfiles profesionales distintos.

Aquí no es estrategia versus innovación, sino todo lo contrario: si no innovamos, perdemos relevancia. Y si no tenemos estrategia, perdemos dirección.

Autores

Jerko Juretić