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Estudio de INCAE revela rezago tecnológico en América Latina
Martes, Septiembre 26, 2017 - 13:45

Según World Economic Forum, 65% de los niños del mundo entrando hoy a educación primaria, van a terminar trabajando en empleos y ocupaciones que aún no se han inventado.

Estudio elaborado por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo y la Competitividad (CLADCS) de INCAE Business School, revela los avances y oportunidades de las tecnologías exponenciales en el marco de la realidad latinoamericana.

Se espera que para el 2020 más personas en el mundo tendrán un teléfono celular que acceso a electricidad o a instalaciones sanitarias. “Por eso, el CLACDS pone este tema en la agenda de discusión pública; para orientar, facilitar y generar un diálogo que ayude a construir una Centroamérica de la era digital”, afirma Jaime García, investigador del CLACDS de INCAE.

Según este estudio, la región está rezagada en acceso a educación superior, donde el mejor posicionado es Costa Rica en el puesto 69 de 128 países, determinado por el Índice de Progreso Social. Además, en usuarios de internet, apenas ocupa el lugar 50 de los 128 países.

En un día donde se ven 8.800 millones de videos en Youtube, se envían 207.000 millones de correos electrónicos, se hacen 4.200 millones de búsquedas en Google, se realizan 36 millones de compras en Amazon, 152 millones de llamadas por Skype, se publican 803 millones de tuits y 186 millones de fotos en Instagram; los cambios tecnológicos que estamos viviendo, prometen restructurar la forma en la que producimos, la manera que nos comunicamos, la dinámica de nuestras relaciones personales y la interacción con el estado.

Actualmente, han surgido nuevos mercados, al tiempo que los mercados tradicionales se están reinventando, afectando los requerimientos del factor trabajo. De hecho, según el reporte del World Economic Forum sobre el futuro del trabajo y las habilidades laborales, 65% de los niños del mundo entrando hoy a educación primaria, van a terminar trabajando en empleos y ocupaciones que aún no se han inventado.

Mientras que en Estados Unidos entre 1990 y 2007 se perdieron 670.000 empleos, por la incorporación de robots en los procesos de manufactura industrial; en Japón no sólo los robots industriales desplazan empleos; si no que también la inteligencia artificial ya está desplazando a trabajadores de cuello blanco u oficinistas, pues la empresa de seguros Fukoku Mutual Life Insurance despidió a 34 actuarios y analistas, a cambio de instalar la inteligencia artificial de IBM llamada Watson, una supercomputadora capaz de aprender y procesar nuevos conocimientos. Estiman que este cambio aumentará la productividad de la empresa en 30% y le daría ahorros de casi un millón de dólares al año.

Una región que se queda atrás

Por otro lado, en Centroamérica se está aislando a casi al 50% de los jóvenes del desarrollo tecnológico exponencial, teniéndolos en el desempleo o en actividades no tecnológicas y de baja productividad, que tienen un alto riesgo de ser desplazadas por la automatización. De hecho, según estimaciones del Banco Mundial, hasta dos terceras partes de los empleos del mundo en desarrollo pueden ya automatizarse. Específicamente en Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Panamá y Costa Rica la proporción de empleos que puede automatizarse actualmente es en promedio del 40% de los empleos totales.

Si hoy queremos que la región se beneficie de la oportunidad que brindan las tecnologías exponenciales, entonces debemos de pensar en al menos tres puntos básicos: como desarrollar habilidades digitales en la población, renovar las reglas del juego de acuerdo a los nuevos sectores digitales y generar asociaciones público privadas con las grandes empresas digitales para generar intervenciones usando las herramientas de esta nueva era tecnológica.

La cuarta revolución industrial puede comprometer y denigrar los fundamentales de la humanidad: trabajo, comunidad, familia e identidad; o puede elevar a la humanidad a una nueva conciencia colectiva y moral basada en un sentido de destino compartido.

FOTO: PEXELS.COM

Autores

AméricaEconomía.com