"Sin estridencias" fue el look elegido por la nueva soberana para su investidura. Un traje corto, de abrigo y vestido en tono blanco, con cuello bordado en degradé en cristales de rubí, ámbar y rosa palo y perlitas en crema.
Para los expertos en temas de protocolo, uno de los aspectos interesantes en la ascensión de los nuevos reyes de España era saber cómo luciría Letizia, la flamante reina plebeya que tomaba las riendas de la corona.
De acuerdo a lo manifestado en diversos medios, los expertos concordaron en señalar que la decisión de la ex periodista televisiva fue la adecuada al apostar por algo tradicional.
La ahora reina entró en el Congreso de los Diputados, donde se iba a proclamar a Felipe VI, con paso firme y tranquilo, al lado del nuevo rey, vestida con una creación del español Felipe Varela, su diseñador para las ocasiones de gala desde hace diez años, cuando se casó con el entonces príncipe de Asturias.
Las publicaciones de moda y los analistas de protocolo consideraron "sobrio y elegante, sin estridencias" el look de la nueva soberana. Un traje corto, de abrigo y vestido en tono blanco, con cuello bordado en degradé en cristales de rubí, ámbar y rosa palo y perlitas en crema, sobre el que pendía la Gran Cruz de la Orden del rey Carlos III.
Unos aros pequeños en forma de estrella y una trenza de raíz que sujetaba su melena lisa fueron los únicos detalles con los que la nueva reina decidió complementar su sobria indumentaria donde no hubo espacio para las joyas.
Las nuevas princesas, en tanto, no desentonaron: la Princesa de Asturias, Leonor de 8 años, y la infanta Sofía, de siete; lucieron el mismo diseño en distintos tonos: Leonor en rosa palo y su hermana en verde agua, confeccionados en tela brocada con manga francesa, rematados con un lazo zapatero en la cintura, de la que la falda nace con amplios pliegues y que complementaban con bailarinas en dorado y plateado.
Durante la proclamación de Felipe VI, Leonor con los pies cruzados pese al intento de su madre de que los separase y mirando continuamente a su abuela, la reina Sofía, atendió el discurso del rey sonriente y moviéndose en su silla.
