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Extraño tipo de demencia empujó al suicidio a Robin Williams
Martes, Octubre 4, 2016 - 07:30

Paranoia, delirios, insomnio y falta de memoria fueron constantes en sus últimos años, según confidenció la viuda del actor.

El Observador | El impactante suicidio de Robin Williams -uno de los comediantes más reconocidos de Hollywood de las últimas décadas- sigue en el recuerdo de miles de fans alrededor del mundo. Mucho se había especulado sobre los motivos que lo llevaron a decidir su propia muerte.
 
Tres meses después de su muerte, y luego de una autopsia, se determinó que Williams padecía una extraña enfermedad neurológica llamada Demencia con cuerpos de Lewy (LBD por su sigla en inglés), algo que hasta su familia desconocía.
 
"No solo perdí a mi esposo por el LBD, perdí a mi mejor amigo", escribió Susan Schneider, viuda del actor en una parte de un largo ensayo. Bajo el título "El terrorista dentro del cerebro de mi esposo", la mujer realizó una publicación en la revista científica Neurology, en donde habló sobre el padecimiento de los últimos meses de vida de su marido debido a una enfermedad que nunca supo que tuvo.
 
Schneider explicó que él tuvo que lidiar no solo con limitaciones físicas -como acidez y poco sentido del olfato- sino también con incapacidades mentales. "Para el invierno los problemas de paranoia, delirios, insomnio, falta de memoria y los niveles elevados de cortisol, sólo por nombrar unos pocos, estaban yéndose de control. La psicoterapia y otro tipo de ayuda médica se estaba convirtiendo en una constante en el intento de gestionar y resolver estas condiciones aparentemente dispares", escribió.
 
Si bien la enfermedad de Parkinson sí le había sido diagnosticada al multipremiado actor, el desconocimiento siquiera de la existencia de esta otra patología fue devastadora para la esposa del comediante. "No tenía poder para ayudarle a ver su propia genialidad… Por primera vez, mis razonamientos no tenían ningún efecto para que mi marido encontrara la luz en los túneles del miedo en los que estaba metido".
 
La mujer trabaja hoy en conjunto con la asociación estadounidense que se encarga de investigar esta patología, la cual lleva -según ella- a que la persona atente contra si mismo. "El terrorista iba a matarlo de todas formas. No hay ninguna cura y el rápido declive de Robin estaba asegurado (...) Nunca sabré la verdadera profundidad de su sufrimiento o lo duro que estaba luchando. Pero desde mi posición, vi al hombre más valiente del mundo interpretando el rol más difícil de su vida".

Autores

El Observador