Reducción de movilidad e imposibilidad de firmar documentos presencialmente revivieron esta modalidad.

Debido a la pandemia, las oficinas se vieron obligadas a cerrar sus puertas y coordinar sus servicios desde casa a través de internet. Esto, además de combinar trabajo y tareas propias de la casa en un mismo lugar, impidió avanzar en trámites legales que requerían firmas. 

La pandemia ha sido la mejor prueba para entender que el sistema legislativo debe modernizarse y aprovechar la tecnología para simplificar trámites evitar aglomeraciones y pérdidas de tiempo.

“Queremos hacer de las firmas un proceso rápido y eficiente, por eso contamos con diferentes modalidades de firma para todos los trabajadores. El objetivo es simplificar el proceso de firmas de documentos y así terminar con la cultura de la burocracia” cuenta Gonzalo Torrealba, CEO de ControlDoc, compañía chilena que lleva a cabo el proceso de gestión y firma electrónica de documentos laborales.

Los documentos pueden ser firmados electrónicamente a través de una FES, firma electrónica simple, teniendo el mismo valor jurídico que un contrato suscrito con firma manuscrita. Algunos de los documentos que pueden ser firmados con FES son contratos y anexos de trabajos, recibos por parte del trabajador (como materiales de trabajo y protección personal), vacaciones y documentos de información a todo lo relativo a normas de higiene o seguridad.