Por Sebastián Pedraza, gerente general de SommerGroup.

Si bien del tema de la inmigración se ha hablado bastante, bien merece la pena destacar desde el punto de vista profesional, todas las oportunidades que se están abriendo al mercado laboral chileno.

Como muestran algunos estudios, muchos de los inmigrantes que llegan a Chile son calificados. Pero el hecho que cuenten con una importante bitácora académica no es lo que más me interesa destacar, sino más bien que se trata del ingreso a nuestro mercado de profesionales, emprendedores, que buscan el cambio, propensos al riesgo, optimistas y productivos.

Actualmente nuestra economía se encuentra en un crecimiento sostenido, es por esto que Chile está siendo el principal destino de América Latina para buscar nuevas oportunidades. Esta realidad está respaldada por un informe publicado por la CEPAL en 2017, que indica que Chile es el país de América Latina a donde más inmigrantes calificados llegan, principalmente argentinos, colombianos, peruanos, bolivianos y venezolanos. Muchos de ellos (un 79%) tienen más de 10 años de preparación académica.

Por otra parte, nuestro país está en crecimiento y la demanda es transversal a todas las áreas.

Sólo para dar un ejemplo, Chile es uno de los países latinoamericanos con mayor consumo de tecnología. Esta realidad ha generado una demanda creciente de profesionales del área de Tecnologías de la Información. Según estudios realizados, hoy existe un déficit de 5.000 profesionales al año, incluso para el 2019, se proyecta una baja de hasta un 31% en capital humano de TI.

Pero no sólo el área de TI está siendo ocupada por extranjeros calificados, también las áreas de marketing, ventas, recursos humanos, y sectores como salud, inmobiliario, financiero, seguros, retail y hotelero.

Es interesante ver cómo Chile abre sus puertas a los profesionales extranjeros, lo que se está convirtiendo en una oportunidad tanto para ellos como para nosotros, desde el punto de vista del valor agregado que entregan al desarrollo nuestra economía.

De esta manera, los ejecutivos que están insertándose en nuestro país, están aportando por un lado el knowhow y experiencia propios de cada especialidad, y por otro lado, toda su idiosincrasia, caracterizada por la orientación de servicio, asertividad en las comunicaciones, flexibilidad, resiliencia, receptividad, y optimismo; habilidades blandas hoy día muy demandadas.

Finalmente, contando con equipos diversos, contribuiremos a nuestro desarrollo como país, para alcanzar el potencial social, económico y cultural.