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Glam Foods, la sal también puede ser glamorosa
Martes, Marzo 10, 2015 - 08:00

Actualmente, en el mercado venezolano no son muchas las sales saborizadas y, cuando Joanna Vegas comenzó con las suyas –hace casi cinco años–, fue pionera en el área.

Joanna Vegas es de esas personas que combinan sus pasiones, la curiosidad y las ganas para convertir en algo especial lo que sea que haga. Emprendedora y detallista, Joanna está actualmente dedicada a su marca Glam Foods, donde convierte la sal en algo más que un resaltador de sabores, y a Galanga, una tiendita de productos gastronómicos artesanales y especias que desde hace dos años abrió sus puertas en el Mercado Municipal de Chacao, Venezuela.

Actualmente, en el mercado venezolano no son muchas las sales saborizadas y, cuando Joanna Vegas comenzó con las suyas –hace casi cinco años–, fue pionera en el área.

“Con mi novio, Alberto Spinetti, queríamos desarrollar un producto. En principio se nos ocurrió meternos en el bazar Delicarte y vender tortas, pero, como era para el Día del Padre, pensé que sería mejor vender algo más ‘masculino’. De modo que pensé en sales. Yo ya había preparado algunas cuando trabajaba cocinando para el embajador de Estados Unidos en Venezuela y decidimos probar con eso. Hice cinco sabores, desarrollé e imprimí las etiquetas en mi casa e hice unas nueces también con wasabi, con curry, etc. Las sales se vendieron volando, como en una hora, y ese boom hizo que nos diéramos cuenta de qué era lo que íbamos a desarrollar”, reveló.

Lo que comenzó de manera fortuita hoy es un producto que se vende en más de 40 tiendas a escala nacional en Venezuela.

“La sal thai, la bloody mary y la almendrada fueron las primeras y luego incorporé una serie que llamé Deluxe y que eran de un solo sabor: mandarina, chipotle, porcini, merlot; son diferentes porque la sal es bañada. Cada grano es recubierto por el sabor”.

Proveniente de una familia de arquitectos, Joanna Vegas no pudo escapar a ese signo. Estudió Arquitectura pero trabaja como diseñadora, no estudió cocina pero la cocina siempre la ha apasionado. “Cuando me gradué de bachiller quería estudiar música, arquitectura y cocina. Por mí, habría estudiado las tres carreras al mismo tiempo”, añadió.

Experimentando siempre con nuevos empaques y productos, actualmente está desarrollando sales de autor con cocineros y artesanos gastronómicos que quieren darle su propio toque a este cristal. “Comencé con una sal en alianza con SBP (saborizada con tapenade de aceitunas y tomate seco) y la de Montemayor Ajíes Artesanales, que es con su pasta de ají dulce y han tenido mucho éxito”.

Hace poco se estrenó con un cocinero: Beto Puerta, joven talento venezolano de la cocina que se acercó a Joanna con su propuesta. “Yo quería –en principio– hacer sales de cocineros reconocidos, pero cuando Beto se acercó pensé que es hasta mejor darles la oportunidad a nuevos talentos y él es un cocinero que siempre está innovando, inventando, trabajando…”.

“A mí me gusta que mis sales sean naturales, no incorporo esencias ni sabores artificiales. Por ejemplo la de Beto, que lleva jengibre cristalizado, yo misma la preparo. Igualmente la que tiene curry, también preparo la pasta de curry, y así… Creo que yo misma soy demasiado exigente”, subraya Joanna.

Joanna no se detiene en obstáculos: prueba, intenta, experimenta y se lanza. Hoy puede estar cantando jazz con una agrupación, mañana cocinando con su empresa de catering, diseñando un libro, desarrollando un empaque, atendiendo su tiendita o soñando en nuevos sabores para sus sales.

* Nota El Estímulo

Autores

Zinnia Martinez