Pasar al contenido principal

ES / EN

Gobierno venezolano acusó intereses políticos en el informe de la CIDH
Jueves, Febrero 25, 2010 - 10:31

Mientras la defensora del pueblo dijo que el organismo utilizó cifras sesgadamente, el embajador en la OEA afirmó que ello forma parte de una estrategia para “crear una ficción sobre Venezuela”.

Caracas. La defensora del pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez, afirmó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), es una entidad parcializada políticamente y que varios pasajes de su informe sobre la situación de los derechos fundamentales en el país representan el discurso de la oposición.

Después que la CIDH cuestionara la situación de Venezuela, Ramírez sostuvo que el organismo utiliza cifras de la propia defensoría, "de manera sesgada, selectiva y parcializada".

Agregó que "generalizan sobre hechos aislados (...) para arribar a una conclusión que es que el Estado venezolano atenta contra los derechos humanos", informó El Nacional.

Por ello denunció hay intereses políticos detrás del informe evacuada por la Comisión

Según Ramírez llama la atención el "interés que tiene la comisión sobre nuestro país", pues a su juicio éste es desproporcionado. Dijo que "hay países que triplican las cifras de desapariciones", enfatizó, y, sin embargo, no se les redacta un informe especial.

En este contexto llamó a los países de la región que promueven un organismo paralelo a la OEA sin EE.UU. ni Canadá, que también propongan un ente de DD.HH. distinto que sea "imparcial".

Indicó que actualmente Latinoamérica se encuentra en un "estado de indefensión en materia de vigilancia y seguimiento a los derechos humanos".

En tanto, el embajador de Venezuela en la OEA, Roy Chaderton, acusó al organismo de DD.HH. de "difamación".

El diplomático chavista dijo que "la CIDH forma parte de una urdimbre de burócratas de los derechos humanos comprometida con las políticas imperiales", informó Univisión.

Puntualizó que el informe sobre su país es "una difamación porque llega a conclusiones sobre la base de intereses políticos, de un análisis superficial de las denuncias y de una acumulación rápida y muy voluminosa de expedientes para hacer prácticamente imposible al gobierno responder".

Concluyó que esto “forma parte del trajecito que poco a poco nos están elaborando con el interés de crear una ficción sobre Venezuela".