Pasar al contenido principal

ES / EN

Gwendoline Christie sobre Game of Thrones: "La narrativa femenina de la serie me cautivó"
Lunes, Abril 15, 2019 - 10:08

La actriz habla sobre su participación en la producción de HBO y los desafíos de su personaje.

Game of Thrones (Juego de Tronos) es mucho más que una serie compuesta por ocho temporadas. Es una cita obligada al frente de la pantalla chica y es una especie de universo medieval paralelo creado por David Benioff y D. B. Weiss para abordar desde otra óptica los misterios del poder, las traiciones humanas y las discriminaciones más crueles.

La actriz británica Gwendoline Christie, quien también se ha destacado por su participación en la saga de Star Wars, interpreta en la serie de HBO a la aguerrida Brienne de Tarth, un personaje que llegó hasta el talento de Christie para que ella se reconciliara con el oficio y entendiera que todavía falta mucho por explorar en términos de los roles femeninos en las artes escénicas.

Este domingo se estrena la octava y última temporada de Game of Thrones y, después de más de siete años al aire, por fin se sabrá quién dominará el codiciado Trono de Hierro. El Espectador conversó con Gwendoline Christie en Londres, donde la actriz reveló aspectos de su personaje y contó también cuál fue la escena más exigente durante el rodaje.

“Game of Thrones” ha estado a la vanguardia en la implementación de personajes femeninos fuertes en sus historias y, al mismo tiempo, la serie ha hecho un esfuerzo por redefinir los papeles tradicionales de las mujeres. ¿Cuando usted se unió a la serie sabía que ese sería el panorama?

Lo que tenía claro era que yo estaba decepcionada por la falta de oportunidades para las mujeres en el mundo del teatro, el cine y la televisión. Sentía que había una visión homogeneizada de las mujeres que no era representativa de una realidad global. Somos afortunados de que el mundo haya comenzado a mostrar señales de cambio. Cuando leí Game of Thrones pensé que la narrativa y su estructura no eran convencionales y que en su discurso yo podía encontrar puntos de vista de hombres y de mujeres. La narrativa femenina de la serie me cautivó.

¿Eso la motivó a hacer parte del proyecto de “Game of Thrones”?

Claro. Yo estaba desesperada por estar en la serie desde que entendí que mi personaje era capaz de trascender la presentación femenina a la que estábamos acostumbrados en la industria. Quería someterme al proceso como actriz para examinar cuáles eran esas ideas preconcebidas de la feminidad, mis debilidades o puntos desafortunados, que tal vez me había impuesto a mí misma. El rol de Brienne de Tarth es tan entretenido para mí que agradezco tener esas características físicas y emocionales que me permitieron estar en este maravilloso proyecto. Lo curioso es que muchas personas decían que por esas mismas características nunca me iban a contratar y fue por eso, precisamente, que optaron por mí.

¿Es frecuente para usted recibir esta clase de guiones poco convencionales en los que el rol de la mujer es diferente?

A pesar de todos los adelantos, no se está produciendo en este momento un volumen abrumador de trabajos con narrativas originales, pero aún es muy pronto para emitir un diagnóstico definitivo. Es cierto que se ha observado un movimiento para apoyar a las directoras y se siente que más mujeres están teniendo una oportunidad. Me encanta el teatro y quiero ser parte de la industria por el resto de mis días. También, sin duda, quiero moverme a otras ramas del oficio y quiero producir, dirigir y escribir. Pero, al parecer, es muy difícil.

La línea narrativa de “Game of Thrones” es difícil de seguir, pero HBO tiene funciones para facilitar la audiencia. Como una espectadora del común, ¿qué piensa sobre la nueva forma en la que experimentamos la televisión y las películas?

Considero que ir al cine es una experiencia mágica, porque sentado en la oscuridad los sentidos humanos se cierran y te hacen enfocarte en una cosa. Además, hay una alegría de experimentar algo con un grupo y esa sensación es inigualable. Sin embargo, una relación más íntima con el cine y la televisión solo se puede traducir en algo positivo. Estos medios tienen la facilidad de entrar de inmediato en contacto con tu idea de entretenimiento y tienen hasta la capacidad de controlar emociones. Lo más importante es que el espectador puede dictar su propia experiencia y eso no lo habíamos vivido antes. Todo lo anterior significa que nadie tiene una experiencia fijada, sino que existen múltiples experiencias sobre algo.

La mayoría de quienes no hablan inglés ven la serie “Game of Thrones” con subtítulos o doblada en otro idioma. ¿Qué piensa del doblaje? ¿Cree que su personaje pierde autenticidad en otra lengua?

Hay películas que he visto dobladas y después las miré subtituladas y lo que puedo decir es que la experiencia es completamente diferente. Realmente creo que depende de lo que cada quien quiera experimentar cuando está al frente de la pantalla de su televisor. Soy de las convencidas de que el aporte individual debe ser completo cuando uno se enfrenta con un personaje como Brienne de Tarth, así que pienso que sí me debo ver distinta hablando de otra manera o con otra voz.

“Game of Thrones” llega a su final con la octava temporada. ¿Cuál fue uno de sus momentos favoritos en la serie?

Hubo una escena en la que mi personaje lucha contra The Hound (Rory McCann). Participé en entrenamiento clásico en la escuela de teatro y por eso la escena me permitió explorar un conjunto de habilidades que nunca había probado. Hoy la recuerdo como una actuación que me empujó físicamente, me sacó de mi zona de confort y me trajo una extraña satisfacción. Rory y yo recibimos puñetazos en la cara dos veces.

¿Cómo fue la preparación para actuar en una escena tan exigente como esa?

Fue maravillosa esa experiencia. Trabajamos con un brillante equipo de especialistas, con C.C. Smiff, y por eso estábamos muy seguros todo el tiempo. Lo que aprendí es que cuidar a los compañeros de escena puede dar resultados fenomenales. Además, como mujer, es muy difícil propinar una paliza, teniendo en cuenta nuestra condición. Lo que siempre he apreciado de una serie como Game of Thrones es que hay escenas que han sido violentas, pero la narrativa permite momentos de triunfo femenino. La escena no fue otro caso de abuso en contra de una mujer, simplemente eran dos personas expertas que se enfrentan en igualdad de condiciones y una de ellas resulta ser la ganadora.

Un tema importante en esta serie es la posibilidad de ver el comportamiento de las personas cuando tienen poder. ¿De qué manera “Game of Thrones” cambió su percepción en este aspecto?

Totalmente, creo que cuando trabajas muy de cerca con material que te hace reflexionar, aumenta tu conciencia sobre las estructuras de poder que te rodean. El entretenimiento es una fuente inagotable en este aspecto, así que estamos expuestos frecuentemente a ideas sobre las estructuras de poder en el mundo real. Por lo tanto, cuando somos testigos de movimientos extraordinarios en nuestro universo político, como podemos verlo en el Reino Unido en la actualidad, entendemos de mejor manera todo lo que está pasando en el planeta. Creo que mientras más transparente son las noticias y los políticos activos en las redes sociales, lo logramos humanizar mejor.

Autores

Natasha Pentin / El Espectador