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Hablar un segundo idioma cambia tu visión del mundo
Martes, Marzo 24, 2015 - 10:08

Según una investigación de Science, nuestro pensamiento y el énfasis que pongamos sobre las acciones y sus consecuencias varían en función del lenguaje que utilicemos.

Por  Angela Bernardo para Think Big. Hablar idiomas no sólo abre las puertas de otros países y ofrece nuevas oportunidades profesionales. Conocer una segunda lengua, según un reciente estudio publicado en Science, también podría cambiar nuestra visión del mundo.

Los efectos de hablar idiomas sobre nuestro cerebro han sido estudiados durante años. Es de sobra conocido que aprender una nueva lengua es una tarea más sencilla cuanto más jóvenes seamos, debido a la conocida plasticidad neuronal.

Sin embargo, y como dice el refranero, más vale tarde que nunca. Existen investigaciones que corroboran que al aumentar nuestra motivación por aprender, más eficiencia conseguiremos a la hora de hablar idiomas. Además aquellas personas que sean bilingües también tendrán más facilidades para conocer lenguas extranjeras.

¿Cómo afecta a nuestro cerebro el hecho de que hablemos más de un idioma? Según la investigación de Science, nuestro pensamiento y el énfasis que pongamos sobre las acciones y sus consecuencias varían en función del lenguaje que utilicemos. Las personas bilingües, por tanto, cuentan con una mayor flexibilidad a la hora de interpretar la realidad.

La idea de que hablar idiomas influye en nuestras funciones neurocognitivas ha sido ampliamente discutida desde la década de los cuarenta. Gracias a este trabajo, los científicos observaron diferencias entre los angloparlantes y los germanófonos. Tras observar la misma escena, los dos grupos de personas interpretaban la realidad a nivel lingüístico de manera diferente. Y esto afecta a la forma en la que ven el mundo, según el estudio.

Tras analizar cómo veían treinta personas una misma acción y conseguían transmitirla en palabras, los investigadores determinaron que había diferencias llamativas entre aquellas que hablaban alemán y las que se comunicaban en inglés. Al parecer, el grupo germanohablante se enfocaba más en señalar los posibles resultados de una escena, mientras que los angloparlantes se centraban en describir la acción en sí misma.

¿Qué ocurre con las personas bilingües? Tras analizar las diferencias entre los dos grupos de voluntarios, los investigadores probaron si podían coexistir dos mentes (o dos visiones del mundo) en una misma persona que hablara dos idiomas a la vez. Las conclusiones fueron, sin duda, sorprendentes.

Al tratar de ‘bloquear’ uno de los dos idiomas (alemán o inglés) de la persona bilingüe, los científicos vieron cómo el enmarcado -framing- de la realidad también variaba. De forma inconsciente, si repetían números en alemán mientras veían una escena, interpretarían luego la realidad como si sólo hablaran alemán. Lo mismo ocurría en el caso de que bloquearan la lengua de Goethe: comenzarían a pensar como una persona que sólo pudiera comunicarse en inglés.

Esta investigación es la primera que ofrece evidencias de que nuestra visión del mundo podría cambiar en función del lenguaje en el que nos comuniquemos. Aunque los resultados son bastante revolucionarios, los científicos neurocognitivos interpretan con cautela las conclusiones. Harán falta más estudios para que esta evidencia sea más sólida, pero lo que es sin duda llamativo es cómo hablar idiomas puede moldear nuestro cerebro.

Autores

Think Big