La organización que promueve la defensa de los derechos humanos también instó a Petro a apoyar el ingreso de asistencia humanitaria a Venezuela, terminar con la colaboración de las fuerzas de seguridad del país petrolero con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y abordar la violencia, los abusos y la trata de personas en la frontera binacional.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, podría utilizar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Venezuela para promover el respeto de los derechos humanos en ese país, además de facilitar negociaciones genuinas para restituir el Estado de derecho, dijo el lunes Human Rights Watch.
La organización que promueve la defensa de los derechos humanos también instó a Petro a apoyar el ingreso de asistencia humanitaria a Venezuela, terminar con la colaboración de las fuerzas de seguridad del país petrolero con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y abordar la violencia, los abusos y la trata de personas en la frontera binacional.
Petro, quien en agosto asumió como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, restableció las relaciones diplomáticas con Venezuela e impulsó la reapertura de la frontera de 2.219 kilómetros con la reanudación del comercio entre los dos países.
"En sus conversaciones con el Gobierno de Maduro, Colombia debe priorizar obtener compromisos concretos de las autoridades venezolanas para respetar los derechos humanos", dijo la misiva de HWR a Petro.
"Colombia podría cumplir un rol clave para contribuir a que cesen las violaciones de derechos humanos en Venezuela y en la frontera con Colombia y para restablecer los derechos políticos y el Estado de derecho", agregó.
De inmediato no hubo una respuesta oficial del Gobierno de Colombia a la solicitud de HRW, organización para la que Venezuela enfrenta una crisis humanitaria y de derechos humanos que ha obligado a más de 7,1 millones de personas a huir de su país.
Tampoco fue posible obtener comentarios del Gobierno del presidente Nicolás Maduro en Caracas.
En septiembre de 2022, la Misión Internacional de las Naciones Unidas de Determinación de los Hechos sobre Venezuela estableció que los organismos de inteligencia del Estado bajo el mando de Maduro reprimieron a la oposición mediante detenciones arbitrarias y torturas que constituían crímenes de lesa humanidad.
La organización no gubernamental dijo que el Gobierno de Colombia podría ayudar a implementar las recomendaciones de la misión de observación electoral de la Unión Europea de cara a las elecciones programadas para 2024.
Estados Unidos admitió recientemente que podría aliviar las sanciones a Venezuela si Maduro regresa a las conversaciones con la oposición en México y toma medidas para organizar elecciones libres.
Caracas rompió las relaciones con Bogotá a inicios del 2019, luego de que opositores venezolanos intentaron cruzar desde territorio colombiano con camiones cargados de alimentos y medicinas, argumentando que esa ayuda enmascaraba un intento de golpe de Estado de la oposición con apoyo de Washington.
Gobiernos colombianos anteriores a Petro acusaron a Maduro de albergar a criminales y a grupos rebeldes en territorio de Venezuela, acusaciones que el mandatario ha negado.
