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iPad: ¿revolucionario u otro aparato más para la colección?
Miércoles, Febrero 10, 2010 - 09:45

Apple está sumergiéndose en una nueva categoría de producto. Y parece ser que eso no es todo.

Apple, responsable de aparatos de tanto éxito como el iPod y el iPhone, está sumergiéndose en una nueva categoría de producto con el lanzamiento del iPad, un ordenador tablet multi-táctil que, según el consejero delegado Steve Jobs, pone “Internet en tus manos”. Y parece ser que eso no es todo.

Durante la conferencia de prensa del 27 de enero, Jobs presentaba el dispositivo ultra plano de 680 gramos con pantalla LED de 9.7 pulgadas y conectividad a Internet, que saldrá a la venta a finales de marzo. “Lo hemos llamado iPAd. Lo que este aparato hace es extraordinario”, declaraba Jobs. “Con él puedes navegar por la Red. Es fenomenal. Es mucho mejor que los portátiles y que los teléfonos inteligentes”.

De hecho, Apple ha posicionado el largamente esperado iPad en su “alineación” de productos: el dispositivo llena el hueco existente entre el iPhone y el MacBook de Apple, con precios que van desde los 499 a los 829 dólares dependiendo de las opciones que incluya, como por ejemplo la cantidad de memoria o el tipo de conectividad inalámbrica (wifi y/o algún programa inalámbrico adicional a través de AT&T). Según expertos de Wharton, competitivamente el iPad se podría situar entre los netbooks –miniportátiles con pantallas de 10 o menos pulgadas-, y los lectores de libros electrónicos, como el Kindle de Amazon.com, el Nook de Barnes & Noble o el Sony Reader. En otras palabras, Jobs ha posicionado el iPad como un dispositivo informático universal con el que se puede escuchar música, ver películas, jugar a un videojuego, ver fotos o almacenar todos los libros de una biblioteca.

Lo que no está muy claro es si a los consumidores les gustará la idea de un aparato universal que satisfaga todas sus necesidades, o si el iPad se convertirá simplemente en otro dispositivo más para la colección.

Según Peter Fader, profesor de Marketing de Wharton, posiblemente este nuevo dispositivo de Apple encuentre su mercado, pero no será fácil. En su opinión, el iPad, al igual que otros tablets PC, deben responder a una pregunta fundamental en la mente de los consumidores: ¿Por qué necesitaría uno? “En el pasado los tablets cayeron en el olvido porque no fueron capaces de responder dicha cuestión; el iPad está en el mismo caso”.

Otros dudan si el iPad tiene suficiente peso tecnológico como para sustituir a varios dispositivos. La profesora de Derecho y Ética Empresarial de Wharton Andrea Matwyshyn sostiene que las especificaciones técnicas del iPad –a destacar su batería de 10 horas de autonomía-, tal vez no le permita funcionar como un dispositivo universal, al menos la primera generación. No obstante, Matwyshyn espera que Apple mejore el producto. Según Eric Clemons, profesor de Gestión de las Operaciones y la Información de Wharton, el dispositivo también carece de suficiente capacidad de almacenaje para sustituir múltiples dispositivos: ya sea en la versión de 16, 32 o 64 gigas, por sí sólo el iPhone de Apple ya cuenta con 32 gigas de capacidad, y los lectores de libros electrónicos normalmente disponen de 160 GB o más.

Asimismo, el iPad, que utiliza el mismo sistema operativo que el iPhone, no soporta el software Flash de Adobe, que es empleado en muchos sitios web. En consecuencia, navegar en la Red con el iPad no es comparable a hacerlo con un portátil tradicional. La presentación de Jobs no mencionó directamente que iPad no tuviese soporte Flash, pero uno de los sitios web visitados durante su demostración tenía una ventana vacía donde habría aparecido un video o un contenido animado Flash.

Si los consumidores siguen necesitando un portátil para hacer cualquier búsqueda que contenga Flash, un teléfono para hacer llamadas y un iPod para almacenar películas, libros y películas, “entonces ¿para qué necesito exactamente el iPad?”, pregunta Clemons.

Según los expertos de Wharton, esta es una pregunta que posiblemente se hagan muchos consumidores. “Yo mismo estoy teniendo dificultades para situar el iPad. No tengo muy claro cuál es exactamente la posición de este dispositivo”, dice Kartik Hosanagar, profesor de Gestión de las Operaciones y la Información de Wharton. “En un principio el iPad es un competidor directo de Kindle. Pero el iPad se enfrenta a un extraordinario conjunto de competidores: iPhone, Kindle, iPod y los netbooks”. No está muy claro con qué rapidez el iPad sustituirá a todos estos dispositivos –ni siquiera si llegará a hacerlo-, pero su llegada “pone de relieve que estos aparatos están convergiendo”, añade Hosanagar.

Los tablets, a prueba. Apple se está introduciendo en un mercado en el que otras empresas tecnológicas se han aventurado antes sin conseguir suficiente implantación. El concepto de ordenador tablet está ahora volviendo a surgir de sus cenizas gracias a empresas como Apple y Hewlett-Packard, pero la idea se remonta a la década de los 60, cuando el centro de investigaciones de Xerox en Palo Alto propuso la idea de un ordenador portátil –llamado “Dyanabook”-, que nunca fue fabricado.

En 1968, la película de Stanley Kubrick, 2001: Una Odisea en el Espacio, mostraba un ordenador tablet que reproducía un video. En el año 2001 el presidente de Microsoft Bill Gates presentaba un prototipo de ordenador tablet. Unos pocos años más tarde algunos fabricantes empezaron a producir ordenadores tablet pero tan sólo lograron implementarse en un segmento muy concreto. En 2010 un montón de fabricantes de PCs, incluyendo HP o Lenovo, han presentado tablets en el Consumer Electronics Show.

En opinión de varios expertos de Wharton, el problema con los tablets es muy sencillo: los consumidores no están seguros de qué hacer con ellos. Jobs posicionaba el iPad como un aparato que es más íntimo que un ordenador portátil, pero con más capacidad que un teléfono inteligente. No obstante, Jobs también tiene el mismo reto al que se enfrentaron el resto de consejeros delegados cuando presentaron sus tablets: debe convencer a los consumidores de que necesitan otro aparato más.

No obstante, el iPad tiene algo a su favor con lo que no contaban otros tablets en el pasado: ya tiene software y ecosistema de contenidos. “Lo mejor que han hecho Apple y Amazon con su Kindle es vincular el dispositivo a contenidos específicos”, dice Hosanagar. “Antes los tablet eran simplemente otra pieza de hardware”.

En su iPad Apple aplicó los mismos principios de diseño que con el iPhone y el iPod; asimismo integró su tienda atunes y las 140.000 aplicaciones también disponibles en el iPhone. Con ello Apple está incluyendo en su último juguete los mismos ingredientes que contribuyeron al éxito del iPod y del iPhone. “El éxito del aparato dependerá del contenido y aplicaciones que incluya”, sostiene Joshua Eliashberg, profesora de Marketing de Wharton. Matwyshyn está de acuerdo. “Las aplicaciones van a ser fundamentales [para el éxito del iPad]. La tienda de aplicaciones de Apple permitió que los consumidores utilizasen dispositivos como el iPhone o el iPod de una manera extraordinariamente atractiva. También incentivó la lealtad”, explica.

El hecho de que todas las aplicaciones del iPhone funcionen en el iPad podría ser un plus a favor de este último para los consumidores. No obstante, Eliashberg señala que con toda seguridad Apple desarrollará aplicaciones exclusivas para convencer a los consumidores de que necesitan otro aparato más. “El consumidor pedirá aplicaciones únicas para aprovechen su gran pantalla, sus colores y las últimas tecnologías”, explica.

Tras la conferencia de prensa de Apple, la empresa sacó al mercado un kit de software para los programadores con el fin de generar aplicaciones para el iPad antes de su lanzamiento oficial el próximo mes.

¿Acabará con el Kindle?. A pesar de los fallos de los tablets del pasado, “existe claramente un mercado para dispositivos del tamaño de un libro”, dice Karl Ulrich, profesor de Gestión de las Operaciones y la Información de Wharton. Según Ulrich, dada la popularidad alcanzada por los lectores de libros electrónicos y los netbooks, posiblemente ahora sea el momento adecuado para lanzar el iPad. “Existe mercado; lo confirma el Kindle y los netbooks”.

Efectivamente, Gene Munster, analista de Piper Jaffray, espera que Apple venda entre tres y cuatro millones de iPads en 2010, lo cual supone una seria amenaza para el Kindle de Apple. Según estimaciones de Marianne Wolk, analista de Susquehanna Financial Group, Amazon ha vendido 2,3 millones de Kindles hasta el momento y en 2010 venderá otros cuatro millones.

Para que el iPad compita directamente con el Kindle, Apple deberá crear una tienda de contenidos de libros electrónicos que compita con la de Amazon. Con dicho fin, durante la conferencia de prensa del iPad Jobs anunciaba asociaciones con cinco grandes editoriales: Penguin Group, HarperCollins, Hachette Book Group, Simon & Schuster y McGraw-Hill. La empresa también declaraba que el iPad soportaría el ePub, un estándar abierto para libros electrónicos, aunque emplearía un sistema de gestión de derechos digitales propio para los contenidos protegidos. Sin embargo, durante la demostración del iPad Apple no mostró otro periódico o revista más que el New York Times.

Expertos de Wharton creen que Apple tendrá que firmar más acuerdos de contenidos si el iPad pretende competir contra el Kindle de Amazon. No obstante, las empresas de comunicación podrían adoptar de buena gana y de forma masiva el iPad. “El futuro de los medios escritos está en entredicho”, señala Eliashberg. “El iPad es una oportunidad para que los periódicos y revistas empiecen a recibir dinero por los contenidos a medida que se sustituyen los medios escritos por los digitales”. De hecho, algunos analistas han especulado que este es el motivo por el que la reciente decisión del New York Times de empezar a cobrar por algunos contenidos coincidió con el lanzamiento del iPad.

Allen Weiner, analista en la firma de investigación Gartner, afirmaba que tal y como está diseñado en estos momentos, el iPad no es atractivo para el sector de la publicidad, al menos no hasta que los programadores de software creen aplicaciones únicas para ver publicaciones a través del dispositivo. “Tanto para los periódicos como para las revistas, el iPad sigue siendo un misterio. La demostración con el New York Times, que fue creado en un estrecho marco temporal, no es un buen indicador de lo que podrían tener en el iPad los periódicos potenciales”, escribía Weiner en un blog. “En un principio el énfasis se ha puesto en las aplicaciones de pago, y de nuevo no hay evidencia alguna de que los consumidores vayan a pagar los contenidos de los periódicos en formato digital dado que Apple no mencionó en ningún momento el tema del soporte de la publicidad. Lo mismo sucede con los editores de revistas, que ahora tienen a su disposición el dispositivo de color que querían pero aún necesitan experimentar con diversas aplicaciones de contenidos y modelos de negocio”.

El iPad es una “llamada de atención para otras personas del sector de los medios de comunicación”, señala Fader. “Es un catalizador [de nuevos modelos de negocio]”. En su opinión, muchos otros suministradores de contenidos crearán aplicaciones para el iPad que serán lo suficientemente diferenciadas como para atraer a los consumidores. “Sin lugar a dudas el negocio de los medios de comunicación lo adoptará; incluso puede que demasiado rápido”, añade. “Estas empresas primero deben pensar sobre los modelos de negocio”.

Los analistas esperan que, con el tiempo, los contenidos de Apple para el iPad puedan competir con los de Amazon. Pero no está muy clara que lo consumidores se apresuren para comprar los contenidos que ofrezca Apple. En su presentación, Jobs destacaba la tienda de libros de Apple, pero también reconocía que sus precios eran más elevados –el precio estándar de Amazon es 9,99 dólares-, una fuente de continua contención entre las editoriales, que consideran está manteniendo los precios demasiado bajo para fomentar las ventas del Kindle. Mientras, Amazon tiene dos aplicaciones del iPhone en su tienda online que también estarán dispoibles para el iPad. La primera es una aplicación que permite comprar a través del iPhone. La otra, Kindle para el iPhone, permite al consumidor leer libros electrónicos y sincronizarlos con el Kind, lo

¿Acabará vendiéndose el iPad por debajo del Kindle? Ulrich espera que el iPad “al final acabe con los lectores de libros electrónicos”, y no cree que esta categoría de producto sobreviva. Fader llama al Kindle “un dispositivo muerto que camina”. No obstante, Eliashberg cree que aún existe un mercado para dispositivos con una única aplicación. “El iPad afectará a las ventajas del Kindle, pero hay muchos otros ejemplos en los que los consumidores comprarán tanto aparatos con una única como varias aplicaciones. La gente aún compra cámaras digitales aunque puede sacar fotos con su teléfono inteligente. Los consumidores también compran reproductores MP3 aunque dicha aplicación también es cubierta por los teléfonos. Estos aparatos pueden coexistir”.

No obstante, según expertos de Wharton, para que Apple convenza a la gente de que debería comprar otro dispositivo más, se debería reforzar la consolidación del dispositivo. Claramente los consumidores agradecerán la convergencia. “hace diez años muy pocos de nosotros viajábamos con todos estos nuevos dispositivos; ahora esto ya no se cumple”, dice Clemons.

Matwyshyn está de acuerdo pero no cree que en este momento el iPad pueda realmente consolidar dispositivos. Además de los fallos en su memoria y la vida de la batería, Matwyshyn se pregunta si el iPad puede mantener una conexión sólida a Internet: AT&T se ha ganado una buena reputación; sus redes han tenido dificultades para gestionar el tráfico de información desde el iPhone. “Para la gente que no quiere estar cargando con el portátil, reproductor de música o lector de libros electrónicos, el iPad podría ser muy atractivo”, dice. “El iPad todavía no es un aparato muy universal; no obstante, podría evolucionar hasta convertirse en uno”.