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La "cita rápida" que promete unir a estudiantes con empresas
Viernes, Marzo 21, 2014 - 07:42

La U. de Santiago de Chile fue escogida como la primera casa de estudios chilena en vivir el Bumeran Academic Tour, que se realizó en 2013 en Argentina y México. Se reunieron siete estudiantes con el mismo número de empresas, para que reclutadores de estas últimas los entrevistaran en siete minutos.

Tal como en una speed dating, donde se encuentran solteros desconocidos que van rotando de mesa en mesa, durante un tiempo determinado, en busca de una posible alma gemela, algunos con más suerte que el resto; desde el año pasado se desarrolla en América Latina una iniciativa que promete introducir a estudiantes en el mundo laboral. Se trata del Bumeran Academic Tour (BAT) que se inauguró este jueves 20 de marzo en tierras chilenas, en la Universidad de Santiago de Chile (USACH).

En una pequeña sala del Cite-Camp, uno de los varios edificios de la Universidad, se dieron cita a eso de las 11.00 horas los siete estudiantes previamente seleccionados, quienes serían más tarde entrevistados por reclutadores de siete empresas: Ameco, Teck, Groupon, Huenei, Michael Page, Sonda Quintec y Sacyr. El grupo compuesto por egresados y titulados estaba vestido formalmente esperando cerca de la entrada de la sala que los llamaran para comenzar con la ronda de entrevistas. Todos hombres y de carreras más bien técnicas, de Ingeniería Civil, Comercial e Industrial, tenían más o menos claro qué enfrentarían. Algunos vieron videos de la actividad que se había realizado en 2013 en Argentina y México. Otros, con algo de experiencia en ferias de empleos, estaban menos nerviosos, sabían qué dirían. Pero lo cierto es que para todos esta experiencia era una novedad.

Para Héctor Nuñez, egresado de Ingeniería Civil Industrial, y Felipe Varela, titulado de Administración Pública, esta era su primera ronda de entrevistas de este estilo. Además, ambos habían llegado a la actividad de casualidad y sin tener conocimientos previos del BAT. Nuñez explica que cuando le comentaron del evento “dije que sí, sin saber a que venía, y al ver el video pensé que era parecido a una cita flash, pero no es tan cita”. Varela, por otro lado, relata que le comentaron que para estar en la iniciativa no sólo había que ser destacado académicamente sino que poseer otras competencias, lo que para él era perfecto, porque “ya me conocían, había hecho diversas actividades extraprogramáticas”.

La actividad continuó con una breve presentación y con los estudiantes sentándose en las mesas correspondientes a cada empresa, en las cuales había entre uno y dos reclutadores del área de RRHH, y que se diferenciaban por un pequeño cartel puesto sobre la mesa con el nombre de la compañía. 

Se anunció entonces que para comenzar y concluir cada entrevista, que no superaría los siete minutos, sonaría una chicharra. Así se fue desarrollando la primera fase, hasta llegar a la media hora de descanso, para continuar con la segunda ronda.

Juntar las puntas

No sólo para los alumnos esta era una experiencia única y algo extraña. Los reclutadores también creían que era una novedosa experiencia. “Queremos sacar provecho de esta nueva oportunidad, que es muy novedosa en el proceso. No lo conocía”, relató Héctor Cornejo, de RRHH en Ameco, quien también dijo que los siete minutos son muy buenos como primer filtro y así tener un feedback. En su caso, Cornejo aclara que “me preocupo de ver las expectativas del estudiante, dónde quiere llegar y desarrollarse, además de sus expectativas de vida en relación a lo laboral. Pero también filtras cosas blandas como dicción, presencia y valores, en alguna medida”, y aunque dice que “son bien pocos los siete minutos", aclara que "sirven para evaluar”.

En lo que también coincide Héctor Nuñez: “Creo que es el tiempo preciso, para las preguntas precisas, no sé si es tanto para encontrar trabajo, pero sí para tener experiencia, porque se van teniendo pequeñas entrevistas. Y no todas son iguales, algunas son más serias y otras más cercanas, hay que adecuarse al momento”.

La esencia de la actividad, según relataron de Bumeran, era juntar las puntas, a los estudiantes con las compañías. Y a esto se suma la democratización de internet, lo que ha obligado a Bumeran y a otras bolsas de empleo a repensar el negocio e idear nuevas herramientas e iniciativas. Desde el lado de la USACH, el vicerrector de de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta, cuenta que “Bumeran nos planteó que necesitaban estudiantes de los últimos cursos, pero con el sello de la Universidad. El sello todo el mundo lo define como 'todo terreno', es decir, que nuestros estudiantes no sólo irán a gerenciar una empresa sino que se arremangarán las mangas y trabajarán y operarán, solucionarán los problemas”.

Evaluación final

Tras finalizar la actividad, las empresas se comprometen con tener al menos dos seleccionados del grupo, a quienes les harán otras entrevistas para seguir con el proceso formal. El vicerrector Arrieta dice que Bumeran les entregará un informe, con el que replanificarán cursos y talleres, en busca de mejorar. “Pensamos repetir esto y trabajar con Bumeran en muchos aspectos. Queremos crear toda una línea de trabajo para que nuestros estudiantes se inserten de la mejor forma posible. Creemos que es un largo camino que empezamos hoy, y estamos felices que seamos los primeros. Bumeran nos presentó a las empresas y el perfil de estudiantes que estaban buscando”, dice.

Y en el caso de reclutadores y estudiantes, ambos grupos se mostraron conformes. Mientras Cornejo, de Ameco, explicó que “estoy muy sorprendido, porque es un muy buen esfuerzo. Tengo en mente dos currículos que podrían aportarme algo”; desde Michael Page Personnel, explica Ignacio Herreros que “nos hemos encontrado con un par de sorpresas bien agradables, con candidatos bien jóvenes que tienen claro cuáles son sus ambiciones, objetivos y proyectos a mediano y largo plazo”. También de Michael Page, Lucas Rosende habla de las tres claves que deben manejar los recién egresados: “Investigar a la empresa, para saber de su cultura, por ejemplo. Lo otro es que tengan claro dónde quieren estar. Y por último, fijarse en la actitud: si se para bien y mira a los ojos es más potente que un candidato que llega sin una buena postura”. Todo esto hace la diferencia, aclaran, porque en las empresas se buscan profesionales con ganas, sobre todo, “porque del currículo para atrás no es mucho”.

Y al parecer estas no serán las únicas chicharras que sonarán para anunciar el comienzo y término de una entrevista del Bumeran Academic Tour, porque desde la empresa aseguran que están en conversaciones con otras casas de estudio chilenas para replicar la iniciativa. Al menos, en esta primera pasada, todos quedaron conformes. 

Autores

Daniela Arce