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La emergente necesidad de innovar en Ergonomía
Martes, Mayo 20, 2014 - 16:01

Por Eduardo Vega, Gerente de Gestión y Proyectos de Ipsum.

La ergonomía estudia la relación del hombre con su entorno de trabajo, para lo cual se apoya en distintas disciplinas como la fisiología, psicología, antropometría y biomecánica, entre otras. De todas estas especialidades, probablemente en Chile la menos atendida es la Biomecánica, quizás debido a que en el común de los casos no se enfoca en problemas relacionados con accidentes laborales o situaciones con riesgo de desenlace fatal. No se puede decir que no se aplica la Biomecánica en las intervenciones ergonómicas, sin embargo, sí es posible plantear que los métodos que se ocupan en la actualidad no permiten estudiar en profundidad las causas que subyacen a las lesiones generadas por actividades laborales.

La inclusión de nuevas herramientas propias de la Biomecánica podría ser un aporte a las actuales intervenciones ergonómicas, pues son útiles no solamente en la prevención de lesiones, sino también en los procesos de selección de personal y de reintegro laboral, ya que muchas labores en puestos especializados requieren de habilidades motoras específicas. En este último punto, es fundamental conocer la real condición del paciente, ya que se estima que el 60% de los trabajadores que han sufrido lesiones músculo-esqueléticas y que luego se reintegran a su actividad presentan disminuciones de la productividad, mientras que el 40% de los trabajadores reintegrados al cabo de un año todavía presentan disminución en su productividad.

Así, es posible inferir que pese al alta médica, los trabajadores al retornar a su actividad tienen alguna alteración en el funcionamiento de su sistema músculo-esquelético que es necesaria conocer, esto para evitar que se trabajador signifique una pérdida en la productividad para la empresa. Además, del 75% de los trabajadores que cursan enfermedades músculo-esqueléticas y retornan rápidamente al trabajo el 60% las mantienen, alcanzado pérdidas de la productividad de 1,6 horas para jornadas de 8 horas de trabajo.

En tal situación, se pueden cuestionar los criterios usados para determinar el tiempo estimado para retornar al trabajo, pues posiblemente no pasen por la recuperación del tejido dañado, sino por la recuperación de las habilidades motoras. En este sentido, es que el modelo de Biomecánica aplicado a la ergonomía es ampliamente usado en Europa, y ejemplos de experiencias pueden encontrarse en literatura de innovación y tecnología; como la Revista del Instituto de Biomecánica de Valencia o en periódicos científicos como el Scandinavian Journal of Work. La Biomecánica es la base científica de un proceso denominado Análisis del Movimiento, que a partir de distintas tecnologías permite desmenuzar muchos de los elementos que pueden afectar el rendimiento físico de un trabajador.

Luego de revisar experiencias extranjeras, resulta interesante y pertinente considerar la inclusión de métodos innovadores que se valen de tecnologías para estudiar científicamente a los trabajadores y valorar sus habilidades motoras, esto con el objetivo de determinar las mejores formas de llevar a cabo su actividad laboral, con el fin de capacitarlos para mejorar su productividad y prevenir riesgos para su salud, lo cual se traduce en menos tiempo de ausentismo, menos costos en salud y en trabajadores más comprometidos con una empresa que se preocupa por ellos, lo que a su vez repercute en que los trabajadores valoren más su lugar de trabajo y mejoren su calidad de vida.

La necesidad de incluir métodos de carácter más científicos surge, porque los aplicados más comúnmente en ergonomía se basan en tablas para realizar estimaciones de la carga manipulada o la carga postural, lo que permite una buena descripción y diagnóstico en términos generales, pero no aportan a conocer cómo los distintos sistemas del trabajador se están complementando para desarrollar la tarea, lo que es un punto crítico para poder determinar las causas subyacentes a las lesiones o limitaciones de la productividad y, por lo tanto, hace que sea difícil el planteamiento de soluciones creativas y efectivas para problemas muchas veces de compleja solución.

Finalmente, es posible plantear que industrias que requieren de personal que desarrolla actividades físicas de alta demanda o de alto nivel de habilidad física ligada a un proceso de entrenamiento, debiesen considerar la incorporación de nuevos métodos para estudiar las tareas desarrolladas por sus trabajadores en beneficio de la salud de éstos y de sus niveles de productividad.

Autores

Eduardo Vega