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¿La empresa pública está viva?
Martes, Enero 21, 2014 - 12:39

Por Fabrizio Lorusso (@FabrizioLorusso), quien es profesor en Administración de Empresas por la Universidad L. Bocconi de Milán y doctorando en Estudios Latinoamericanos de la Unam, México.

Más de tres décadas de políticas privatizadoras, liberalizadoras y aperturistas, en el contexto de un proceso de globalización cada vez más profundo, de reajustes presupuestarios y de cambios en los paradigmas del pensamiento económico-social, han cambiado la percepción y el papel que la empresa pública, con respecto de su “contraparte” privada, ha tenido a nivel mediático y académico. 

No obstante, dentro de todas estas evoluciones, amplificadas por el efecto de la revolución digital y de la explosión de Internet, el papel de la empresa pública se ha ido definiendo más, acotándose y profundizándose a la vez, quizás, pero ha vuelto a estar en auge y está lejos de desaparecer. 

Contrariamente a las “sabidurías convencionales” que apoyan la creación de un “Estado mínimo” a toda costa y prevén un desarrollo espontáneo, gracias a las fuerzas de un supuesto mercado “perfecto”, la tarea de construcción institucional, el mismo sector público y los consorcios participados por el Estado, a veces en colaboración con el capital privado, siguen siendo muy importantes para las economías, sobre todo después de la crisis de 2008/09, y eso ocurre tanto en los países en desarrollo como de las realidades industriales maduras. E importantes fueron históricamente en las fases de despegue económico de muchos países de industrialización tardía como Japón, Corea y los otros Tigres Asiáticos. 

El Estado-empresario, ya regulado según criterios de eficiencia y autonomía del gobierno, fue y es todavía una opción viable, siempre y cuando sepa competir en el nuevo contexto global y glocal.

Hoy en día, trece empresas estatales controlan tres cuartos de las reservas mundiales de petróleo y países como Rusia, China, Brasil y Noruega usan a estos organismos como aceleradores de su crecimiento.

Las empresas públicas en la actualidad cumplen una destacada participación en los mercados internos e internacionales. Dentro del ámbito de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) siguen presentes en el transporte, energía, agua, banca y telecomunicaciones, sectores estratégicos para la competitividad empresarial. Un planteamiento importante es que en México hace falta discutir y adoptar la nueva arquitectura organizacional de la participación del Estado en la economía, con el Estado como accionista dotado de misiones muy claras sobre su papel en el ámbito público. 

Asimismo, se tienen que destacar los peligros que puede tener para los consumidores la adopción de esquemas empresariales extremados en recursos sensibles como agua y electricidad. Por ejemplo, en muchos países europeos, inclusive en los que adoptaron políticas liberalizadoras fuertes, tanto los movimientos sociales como algunos sectores de la clase política decidieron no permitir que el Estado abandonara assets y actividades estratégicas. En el evento participarán académicos, así como altos funcionarios nacionales y extranjeros, entre ellos de la Casa Civil de Gobierno del Brasil y del Metro de la Ciudad de México.

Autores

Fabrizio Lorusso