Pasar al contenido principal

ES / EN

La necesidad de la educación híbrida para una nueva realidad
Miércoles, Enero 20, 2021 - 11:00

Por Patricio Fonseca, profesor de Estado en USACH y CEO de Cynersis.

La educación en sus diversos niveles, ya sea pre kínder, kínder, primaria, secundaria, centros de formación técnica y universidades, privadas y públicas, tendrán diversos cambios a raíz de la actual pandemia. Cambios que pudieran transformar para siempre algunas formas de compartir y entregar el contenido académico por parte de los docentes y de las instituciones. Esto demandará una inversión para modificar y transformar las aulas o salas de clases en modernos centros digitales, con capacidad de comunicarse en forma remota con sus alumnos, así como tener la capacidad mixta de atender a sus educandos en forma presencial y con tele educación. Esto, seguramente, será una nueva normativa sanitaria para restringir el aforo presencial en las aulas para este próximo año 2021.

Ya diversas instituciones están preparándose e implementando salas híbridas, modelo que amplía las soluciones que debieron realizar en cuanto a educación este año 2020, donde un docente con la actual tecnología puede tener hasta 100 alumnos conectados (licencia Zoom Pro fue lo más vendido el 2020), y una universidad puede tener un webinar educacional hasta con 10.000 alumnos en línea. Esa parte del problema ya está instaurada y en desarrollo, con buenas y malas experiencias, pero todos se atrevieron a verse las caras a distancia. Ese “know how” o experiencia, será valioso para los nuevos desafíos que demandarán mayor tecnología y capacitación, tanto para educadores como educandos.

Las salas híbridas demandan algo más de inversión que la plataforma de teleeducación que por lo general, se paga en forma anual como suscripción (Zoom, Microsoft Teams, Google Meet, etc). Acá estamos hablando no solo de software, sino que de implementar tecnología física o hardware asociado a pantallas interactivas y colaborativas 3D que permitan al docente desplegar sus contenidos en forma digital para compartirlos “in situ”, así como cámaras, micrófonos y parlantes que permitan la comunicación fluida entre docentes y alumnos presentes y remotos. La capacidad de dicha tecnología de convertir el contenido de una simple pizarra en archivos digitales compartibles a toda la audiencia en forma rápida y clara, será todo un aporte.

Sin duda alguna, seguiremos teniendo desafíos tanto en la empresa privada, instituciones públicas y en educación, principalmente con nuestras redes de comunicación, ya que esta transferencia de contenidos digitales 3D con materias que incluyen imágenes, audio y video, tenderán a saturar algunas redes, como ya aconteció este año con algunos operadores locales de Internet (ISP). Claramente, los colegios o entidades académicas, sobre todo
públicas, por lo general no cuentan con una infraestructura de internet adecuada para transmitir contenido como se está pensando con salas híbridas. Este podría ser el talón de Aquiles para este tipo de soluciones que en la práctica suenan simples, pero que son grandes demandantes de ancho de banda.

La pandemia cambió el mundo para siempre. Desde ahora, todo se transformará hacia una digitalización avanzada que nos permita interconectarnos de manera más rápida, más directa y más interactiva. Si bien, el cambio no será sencillo y habrá que adecuar muchas cosas a una nueva realidad tecnológica, a la larga esta revolución digital será para mejor.

Acceso universal a la información, conexión inmediata, rapidez en la ejecución de procesos, eliminación de trámites burocráticos, disminución del tiempo en gestiones presenciales, ahorro en traslados y mil otros ejemplos más.

Y si las cosas cambian a este nivel, con ello la educación también debe acomodarse y adaptarse como base de toda sociedad. Con total seguridad, el modelo de educación que tenemos, que vivimos, ya está quedando obsoleto. Además, de los problemas de calidad y acceso ya presentes antes, ahora se suman todas la limitaciones que la crisis sanitaria dejó al descubierto.

Las nuevas aulas del futuro serán transformadas, el modelo se modificará y digitalizará completamente con soluciones mixtas donde primarán las salas híbridas interactivas, las salas híbridas de pantalla digital, salas de tele educación, laboratorios digitales en 3D, autoevaluación y mucho más. ¿Imaginan una nueva realidad donde cada alumno pueda interactuar con la pizarra del profesor en la comodidad del hogar?

Esto será una revolución tremenda, pero también un paso gigantesco hacia una mejor educación, de mayor alcance y más transversal, que pueda unir a todos los individuos de la sociedad, sin importar distancias o clases. ¿Pero qué tan complejo puede ser este proceso?

Es evidente que esto acarreará un desafío importante donde los gobiernos deberán invertir tiempo y recursos en materia de desarrollo digital en pos de un desarrollo educacional equitativo y que finalmente, pueda llegar a cualquier rincón de nuestro largo país. Quizá esta revolución digital finalmente pueda resolver la gran brecha y desigualdad de Chile, entre el mundo de educación pública y privada. Por lo general, lo digital democratiza el acceso al conocimiento y a la información en igualdad de condiciones.

Autores

Patricio Fonseca