Incorporados cada vez más a la vida cotidiana de las personas, perros y gatos también se resienten con las crisis emocionales. Experta subraya la necesidad de incorporar herramientas alternativas en el manejo de la situación.
"Si bien al comienzo no hice la relación, lo cierto es que el peso de los hechos fue evidente: muchos animales que atendía mostraban las mismas enfermedades que sus dueños. Incluso hubo casos en que cuando habían problemas emocionales en el hogar, como separaciones matrimoniales o algún fallecimiento, las mascotas lo resentían. Los animales son el reflejo de sus amos”.
Así lo señala la veterinaria chilena Paula Ibáñez, quien por casi una década administró su propia consulta. En ese tiempo comenzó a notar cómo los problemas digestivos y en la piel que expresaban perros y gatos eran más bien síntomas de estrés.
El cúmulo de la evidencia la llevó a tomar una decisión bastante inusual. Durante el año 2010 sumó a sus conocimientos médicos veterinarios los obtenidos con las Flores de Bach, incorporando lo aprendido como una efectiva terapia alternativa en la atención de mascotas.
(ElPuzzleNatural)
“Fue un giro radical en mi vida –dice- porque era una incrédula. Para mí, lo único que servía era la medicina tradicional”.
Poco a poco utilizó en su atención el concepto de "rescue remedy", una fórmula especial para situaciones de estrés. Y los resultados fueron inmediatos. “En la peluquería, por ejemplo, los perritos no se asustaban y bajaban sus niveles de inquietud. Y en el hospital, se recuperaban antes de lo pensado y sus dueños quedaban felices”, cuenta.
Fue así como la especialista incorpra en la atención a las mascotas y sus amos las Flores de Bach. De hecho, vendió su clínica veterinaria y actualmente es consultora y terapeuta floral, dictando charlas sobre el impacto de las emociones en las mascotas.
La recepción entre los dueños de perros y gatos va en aumento. La gente está más conectada a terapias alternativas de sanación y sin efectos secundarios, en complemento con la medicina tradicional.
“Lo recomiendo, por ejemplo, ante síntomas como la ansiedad, problemas conductuales, digestivos y de piel. Además, el tratamiento es muy rápido y sus efectos se ven a los pocos días. Lo mismo sucede en países como México, Perú y Argentina, en donde la recepción entre mis colegas, médicos veterinarios, es cada día mayor”, destaca la profesional.
(Foto principal: Farillis Mari)
