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La transformación de la marca empleadora en América Latina
Martes, Mayo 11, 2021 - 07:46

Por Ada Leyva, regional partner en Top Employer Institute, global partner de Ries & Ries Southamerica y directora de IU.

La marca empleadora o employers branding es uno de los temas tendencia que seguirá en las agendas de los gestores de RR.HH. y es una de las prioridades para las empresas en este año 2021. En los países de la región, la transformación cultural avanza a un ritmo acelerado, y la prioridad por desarrollar una verdadera estrategia de marca empleadora trasversal, más completa e integral, empieza a hacerse notar. Las empresas inician la carrera por “encantar al talento”, mostrando su renovada propuesta de valor, alineada a las nuevas expectativas del trabajador.

Las empresas en esta coyuntura deben ser capaces de mostrar tangiblemente los cambios positivos para el bienestar de sus colaboradores.
La marca empleadora deja de ser una campaña o un programa, para ser parte integral del plan de la gestión de RR.HH. y de la empresa. Es un tema estratégico que aporta gran valor a la organización en todo nivel.

En medio del trabajo remoto que se ejecutado, surge la interrogante de cómo lograr motivación. Pero antes de pensar en esto, tratemos de “no desmotivar”. Acompañemos en el proceso y apoyemos, la adaptación es de doble vía. Brindemos información práctica, de valor, y muy concreta. Dejemos de pensar únicamente en el retorno por un momento, pues la situación lo amerita, y agradezcamos por el trabajo realizado. Entendamos, estemos cerca y mostremos que estamos cerca. Prioricemos lo humano indistinto del nivel, rango o tipo de contrato del trabajador. Seamos tolerantes, es la oportunidad para reforzar los valores de la organización y expresarlos. La motivación funciona en cascada, va de arriba abajo, trasversalmente, y luego se activa en toda dirección.

Para esto, debemos preocuparnos por conocer a nuestro cliente interno, los empleados, y segmentarlos, aplicando múltiples criterios y nuevas variables de acuerdo con la coyuntura, y considerar sobre todo su expectativa sobre el trabajo.

De esta forma, hay que redefinir la marca empleadora, la cual se construye en todo el proceso, antes, durante la relación laboral y a la salida y desvinculación, en todos los puntos de contacto que proporcionen experiencias memorables de marca para los candidatos, trabajadores, excolaboradores y jubilados.

Llegó el momento de cambiar de palabras: captar, reclutar y mantener, por encantar. Para encantar, debemos ver a los empleados como clientes internos, preocuparnos por conocerlos como lo hacemos por los clientes externos.

El verdadero engagement se logra con una visión integral de la marca en todos los pasos que transita el empleado, en el entorno físico digital y social, y la camiseta por la empresa se gana, no se compra, se logra con hechos y acciones concretas. Debe haber una responsabilidad compartida para mostrar y hacer evidente la buena marca empleadora que es nuestra empresa, no solo es responsabilidad de RR.HH., es de todas las áreas. También se activa en cascada trasversalmente, y luego se activa en toda dirección como la motivación.

Deben hacer muy evidente la buena experiencia para el trabajador, en cada área, nivel y rol, ya sea que trabaje presencial o virtualmente. Ejemplo de esto son los equipos diversos en todo el sentido de la palabra, por experiencia, habilidades, o edades, esta coyuntura puso en evidencia que las empresas deben ampliar la edad de sus perfiles. Las personas “de experiencia” son quienes resuelven problemas en tiempos de crisis y mantuvieron unidos a los equipos.

Los nuevos packs de bienvenida son parte de la nueva fórmula de la propuesta de valor. Las empresas deben prepararse para brindarle al empleado todo lo que necesita para trabajar en remoto, y de manera presencial: conectividad, equipo, comodidad, bioseguridad, procesos
contactless...y los extras que acompañan las horas de trabajo. Hay que hacer muy tangible y diferencial este beneficio en nuestra empresa.

Se debe lograr una experiencia laboral de clase mundial para los trabajadores de la organización, es equivalente a brindar una experiencia de primer nivel, para los clientes que compran los productos y servicios de la empresa”.

Autores

Ada Leyva