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La victoria separatista frustra la estrategia de Rajoy contra la crisis catalana
Viernes, Diciembre 22, 2017 - 08:07

La bolsa española retrocedía ante un resultado sorprendente que también supone un revés para la Unión Europea, que ahora debe prepararse para una mayor agitación secesionista mientras lidia con el Brexit.

Barcelona. Los separatistas parecían preparados el viernes para recuperar el poder en Cataluña después de que los votantes rechazaran el intento del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de neutralizar el movimiento independentista y desactivar la mayor crisis política de España en décadas.

La bolsa española retrocedía ante un resultado sorprendente que también supone un revés para la Unión Europea, que ahora debe prepararse para una mayor agitación secesionista mientras lidia con el Brexit y el hervidero del descontento en Europa del Este.

Al arriesgarse a unas elecciones, Rajoy parece haber cometido el mismo error que otros líderes como el griego Alexis Tsipras, el británico David Cameron y el italiano Matteo Renzi en los últimos años: apostar a que los votantes resolverían sus problemas.

Con el recuento de las elecciones parlamentarias del jueves en Cataluña casi completo, los partidos separatistas obtuvieron mayoría, lo que provocaba caídas de alrededor del 1% en el Ibex-35 ante los temores de que las tensiones con su región más rica afecten a la cuarta mayor economía de la zona euro.

Cataluña representa una quinta parte de la economía de España. Más de 3.100 firmas han trasladado su sede fuera de la región desde que tomara impulso el movimiento independentista con un referéndum que Madrid declaró inconstitucional.

“Se están yendo más empresas, hay menos actividad económica allí y eso es peor para todos”, dijo el presidente de una de las principales compañías españolas que cotizan en bolsa, bajo condición de anonimato debido al clima de tensión en torno al debate sobre la independencia.

Rajoy, que convocó las elecciones tras intervenir la región y expulsar al anterior gobierno secesionista, aún no ha realizado ninguna declaración unas 12 horas después de conocerse los resultados. Comparecerá a las 1400 horas.

Rechazo a Rajoy. Rajoy esperaba movilizar a los que hasta entonces habían sido partidarios de permanecer con España y para los que el separatismo parecía el golpe decisivo.

En cambio, su propio partido se hundió de forma inmisericorde y el resultado plantea la cuestión del regreso al poder del presidente catalán que había depuesto.

Carles Puigdemont hizo campaña desde Bélgica después de huir de España para evitar el arresto por sedición, y se enfrenta a la posibilidad de ser arrestado si regresa a casa.

Puigdemont dijo el viernes en Bruselas que los independentistas se habían ganado el derecho a ser escuchados tras las elecciones.

“Ha llegado el momento de dialogar, hay que optar por la política, la receta de Rajoy ha fracasado”, dijo Puigdemont.

En los mítines a favor de la independencia en torno a Barcelona, ​​los partidarios corearon “¡Puigdemont presidente!” y desplegaron gigantes banderas catalanas rojas y amarillas cuando llegaron los resultados.

El portavoz de Puigdemont dijo a Reuters en un mensaje de texto: “Estamos aquí otra vez”.

Cataluña, un antiguo principado con su propio idioma, ha intensificado su impulso por la independencia en los últimos años a medida que su economía ha ido creciendo. Los secesionistas dicen que pagan una parte injusta de los impuestos a Madrid, pero los inversores temen que la independencia sacaría a la región de la UE y supondría su quiebra.

El Gobierno español ha recortado sus pronósticos de crecimiento para el próximo año debido a la crisis catalana, y los datos oficiales muestran que la inversión extranjera directa en Cataluña cayó un 75% interanual en el tercer trimestre.

Alemania y Francia respaldan a Rajoy. Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, han apoyado la postura contra la independencia de Rajoy a pesar de haber criticado algunas veces sus métodos.

El 1 de octubre, la Policía Nacional utilizó gases lacrimógenos y porras para evitar que algunos catalanes votasen en un referéndum declarado ilegal por Madrid.

Cuando el Parlamento catalán declaró la independencia tras el referéndum, Rajoy intervino el Gobierno de la región, prometiendo restaurar su autonomía independientemente del resultado de las elecciones, aunque avisó de que volvería a activar el artículo 155 de la Constitución si un nuevo gobierno regional continuaba con las ansias secesionistas.

Los intentos de Puigdemont de obtener apoyo internacional en Bruselas han fracasado hasta la fecha. Ha dicho que la UE es un “club de países decadentes” por negarse a intermediar en busca de una solución.

Europa termina así un año en el que ha tratado de aprovechar la victoria del integrador Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas de mayo. Alemania se enfrenta a meses de impasse político, Bruselas está sumida en una desagradable disputa con el gobierno de derecha de Polonia y un partido de extrema derecha acaba de entrar en el gobierno de Austria.

Una portavoz del gobierno alemán pidió el viernes una reconciliación de la sociedad española, confiando en que los bloques enfrentados en Cataluña superen sus divisiones.

Los partidos separatistas de Cataluña lograron 70 de los 135 escaños del Parlament y Junts Per Catalunya, el partido de Puigdemont, consolidó su posición de mayor fuerza separatista.

El partido liberal Ciudadanos, partidario de que Cataluña permanezca en España, obtuvo la mayoría de los votos, pero otras fuerzas constitucionalistas, como los socialistas del PSC y, sobre todo el Partido Popular, registraron un resultado decepcionante.

“Es una victoria amarga”, dijo Paloma Morales, una estudiante de 27 años presente en un mítin de la formación naranja de Inés Arrimadas. “Significa cuatro años más de miseria”.

Autores

Reuters