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Las 9 claves para viajar con un bebé
Viernes, Marzo 22, 2019 - 14:00

Es importante prepararse para mantenerlo sano, limpio y entretenido, además pensar en nuestra comodidad.

Cuando damos el salto a la paternidad, las vacaciones dejan de ser oportunidades de descanso. Es muy probable que ocurra lo contrario: que lleguemos de los viajes más cansados de lo que nos fuimos. Pero es posible hacer que sean experiencias más amigables en las que construimos recuerdos que nos quedarán para toda la vida. Aquí les damos algunos consejos para aprovechar los paseos.

1. Antes de arrancar, hablen con el pediatra

Puede que solo sea una medida preventiva y que les den vía libre sin recomendaciones, pero vale la pena hacer la consulta. Debido a que los niños son más propensos a enfermarse o a verse afectados por gérmenes y bacterias, el pediatra puede darles sugerencias para no poner en riesgo al bebé. En ocasiones, incluso, adelantan la postura de ciertas vacunas para que los niños vayan más protegidos.

2. Acostúmbrense a desinfectarlo todo

Ya que abordarán el avión antes que la mayoría de pasajeros, aprovechen para sacar los pañitos desinfectantes y limpien todo lo que encuentren en su puesto. Los asientos, la bandejita para la comida, el bolsillo de adelante, las revistas, los ventiladores, la ventana. Además, mantengan su manos limpias todo el tiempo. Algunos pensarán que le tienen fobia a los gérmenes o que están medio locos, pero es preferible eso a que su hijo se enferme al segundo día del viaje.

3. Lleven detallitos para sus compañeros de puesto

Si el niño llora, si tienen que pararse muchas veces durante el vuelo o si llega un cambio de pañal oloroso, ellos serán más comprensivos después de recibir una galletitas, unos chocolates o, incluso, unos tapones para los oídos. Con un niño nada depende de nosotros y puede haber muchas sorpresas, así que vale la pena que haya buena energía en el ambiente.

4. Empaquen más pañales

Lo recomendable es llevar un pañal por cada hora de vuelo, ya que es común que los bebés de pocos meses hagan más popó en el avión por el cambio en la presión. Algunos incluso recomiendan poner dos pañales de una vez, para evitar accidentes que hagan que se ensucie la ropa.

5. Prepárense para el jet lag (si el viaje es largo)

Deben estar listos para pasar unas cuantas noches sin dormir. Dicen que los bebés tardan un día por cada hora de diferencia horaria en ajustarse. Pero con los niños no hay certezas de nada. Lo único seguro es que se descuadrará, incluso si es de esos buenos dormilones que pasan 12 horas sin abrir los ojos.

6. Inviten familiares

Los abuelos y los tíos estarán felices de pasar tiempo con el bebé y les darán placenteros momentos de descanso. Esas manos de ayuda les permitirán comer con calma, leer un par de páginas de ese libro que hace rato quieren terminar o, incluso, salir por una cerveza en la noche.

7. Lleven una bolsa de trucos

Prepárense para entretener al bebé con todas las herramientas que puedan (y que no los vayan a encartar). Lo primero que tienen que empacar es una tableta, con videos que pueda ver sin necesidad de Internet. Olvídense de sus principios: desde que nació lo han alejado de ese artefacto tóxico, pero en estas circunstancias será su salvación. Otras alternativas: stickers, crayolas, libros para colorear, plastilina, sonajeros... A veces se entretienen hasta con los vasos de cartón del avión.

8. Consideren llevar al niño en un portabebés

Será lo más cómodo en el aeropuerto, con el check in, las maletas y los desplazamientos. Además, si el bebé se duerme de esa manera, pueden matar dos pájaros de un solo tiro.

9. Vayan preparados

Lleven un poco más de todo: pañales, pañitos húmedos, mudas, cobijas, juguetes… Pero nada que no sea esencial. Esto básicamente se resume en que no vale la pena empacar cosas para ustedes, como libros o computadores para adelantar trabajo. Solo van a tener tiempo para el bebé. Si se turnan, esos breves ratos de descanso no los querrán invertir en Gabriel García Márquez. Además, averigüen qué cosas pueden llevar en la cabina, muchos aeropuertos restringen los líquidos y tendrán que buscar soluciones para los teteros o las compotas.

Autores

El Espectador