Pasar al contenido principal

ES / EN

Las fortalezas de la RSE en las empresas
Jueves, Noviembre 17, 2016 - 11:29

Alejandra Fuenzalida, gerente general de United Way Chile, analiza la actual situación en las empresas, de cómo los Millennials exigen empresas mas humanas y de los beneficios del trabajo de voluntariado corporativo.

Desde la creación de una línea de juguetes para equilibrar la brecha de género hasta el trabajar con comunidades indígenas para la creación de productos. Las acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) pueden ser variadas, más o menos efectivas, pero lo cierto es que han evolucionado de la mano de las nuevas necesidades del medio, pero también de los mismos trabajadores de esas empresas.

Si años atrás se trataba de acciones aisladas y enfocadas únicamente a la filantropía sin una profundización, hoy existen programas de todo tipo para ayudar, incluso, involucrando a los trabajadores. Parte de esta evolución ha sido involucrarse desde las nociones propios de cada empresa, de forma de aportar con relación al negocio.

En Chile, United Way se encarga de apoyar a las organizaciones en temas de RSE, de forma de desarrollar y ejecutar planes de apoyo de acuerdo a la visión y objetivos de cada empresa. Alejandra Fuenzalida, gerente general de United Way Chile, dice que “nosotros hemos tenido que evolucionar junto este cambio de paradigma, impulsando acciones en esa misma línea y que lo hace mucho más complicado, pero por otro lado más efectivo. Porque es mucho mejor aportar desde lo que ellos saben”.

Si bien hay empresas que dentro de su visión y objetivos está el ayudar o solucionar problemas sociales o medioambientales, otras también se suman casi que intentando disminuir malas decisiones o problemas de imagen.

El asunto es que existen varios otros motivos para llevar a cabo programas de este tipo. Por un lado está el efecto entre los trabajadores, porque según un estudio desarrollado por Cherenson Group, el 80% de los empleados prefiere trabajar en una empresa con una excelente reputación. También está que los Millennials quieren trabajar en empresas más humanas, que aporten a la sociedad.

Fuenzalida dice que la necesidad también parte por las nuevas generaciones, quienes piden que se hagan esfuerzos en este tema, y por otro lado está el entorno que lo exige. “Uno se sorprende positivamente con darse cuenta que a las empresas verdaderamente les importa. La inversión que hacen en tiempo y decisiones para apoyar la causa es importante. Es un compromiso de verdad”, dice. 

Lo que ocurre, agrega Fuenzalida, es que es beneficiario para ambas partes. Se produce una sinergia, porque la empresa necesita hacerse cargo, mientras las comunidades requieren nuevas ideas y apoyo en tiempo, infraestructura, sugerencias y talleres, que es un aporte muy bueno.

-¿De qué depende las acciones de RSE que realizanlas empresas con las cuales ustedes trabajan?

Más que el nivel de la empresa, la decisión tiene que ver con el estado de RSE que la empresa se encuentre y lo que se quiere lograr. Se da una línea en el hecho de que todas se dan cuenta que esto es importante. No se trata de hacerlo porque sí, sino que planificar con lo que se puede hacer para que sea un aporte. Hoy los clientes están dispuestos a pagar más por productos que sean de empresas que mantienen políticas de RSE versus otras que no.

Los Millennials, por ejemplo, están cambiando el mundo con su forma de pensar, porque ya no sólo les interesa el sueldo, sino que piensan en cambiar la manera de cómo se hace el trabajo y están exigiendo a las empresas. En Chile eso ya se vive. Las empresas ya están teniendo problemas porque les están exigiendo estas cosas, y los jóvenes salen de la universidad con hambre de hacer acciones sociales y cuando no lo obtienen se van de la  compañía porque no tienen un vínculo. Quieren otras cosas: horario diferenciado o que la empresa se comprometa con alguna causa, por ejemplo.

Pero lo que haga cada empresa, siempre dependerá del tipo que sea, de su nivel de RSE y de lo que quiera lograr,, es decir, si se lo exigen desde afuera, por ejemplo. Tenemos muchas empresa donde las acciones de RSE son una meta más. Entonces cuando ves eso te das cuenta que efectivamente les importa.

-¿Qué tipo de iniciativas se suelen realizar?

Por un lado están las de fortalecimiento de equipo de trabajo, donde los empleados mientras aportan a las comunidades trabajan temas de habilidades blandas. El aporte a las comunidades se hace con actividades de infraestructura o talleres educativos, por ejemplo. Siempre dependerá de la mirada de la empresa, pero también del tipo de voluntario de la organización. Hay algunos que quieren aportar en una actividad puntual sólo una vez y otros buscan apoyar a largo plazo, ojalá generar un cambio.

Tenemos un programa de mentorías a estudiantes de tercero medio de colegios en sectores vulnerables. Se intenta guiarlos en el proceso de estudios e inserción laboral. Por lo que durante cuatro o cinco meses reciben el apoyo de un tutor voluntario, quien trabaja con en busca de otorfarle al estudiante mayores posibilidades de aceptar y quedar satisfecho con lo que decide estudiar. Es una manera de darles herramientas para ingresar al mundo laboral.

La capacidad de poder entregar un servicio diferenciado da mayor satisfacción al empleado y genera un voluntario mucho más comprometido y empoderado.

Las empresas que están asociadas a United Way tienen la posibilidad de hacer este programa. La idea es que al ser nosotros un partner en RSE, les entreguemos el programa para que los voluntarios sepan de qué se tratará la sesión, se puedan conocer con el estudiante y se avance en el programa. Se ven cambios muy potentes en los voluntarios y los jóvenes. Muchas veces estos jóvenes no conversan sus dudas con sus papás o son los primeros de sus familias en ir a la universidad. Nos pasa con los colegios que participan que las generaciones que vienen están esperando el programa.

-A estos programas se están sumando los líderes, ¿cuál es el impacto en la organización?

Como compañía se dan cuenta que esto está aportando, tanto a las comunidades como a nivel interno. Además, los gerentes ya no son los señores de antes, son profesionales jóvenes que ven esto con una mirada estratégica de la empresa, donde se buscan mayor compromiso y resultados para tener a los empleados sumados a la causa. También aumenta la comunicación y el liderazgo. Si los empleados tienen a un jefe que los motiva a ir a una actividad de voluntariado, seguramente se creerá más en él. Lo percibirán como una persona cercana, al que le pueden hablar de igual a igual. Se trata de un cambio de paradigma, donde todo es un poco más horizontal. Siempre es más positivo tener a alguien mucho más cercano. 

Foto: Pexels.com

Autores

Daniela Arce