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Las lecciones de Thomas Kosnik para imitar el modelo de Silicon Valley
Miércoles, Octubre 17, 2012 - 14:49

El profesor de Stanford Technology Ventures Program (STVP) estuvo en Chile y se refirió a lo que se puede aprender del modelo aplicado en esta zona de emprendimiento estadounidense. Asegurar que exista diversidad, generar diálogos entre emprendedores y otros, así como atraer talento de afuera, correspondieron a algunos de los consejos.

Existen algunos factores claves para que un país tenga su propio Silicon Valley. Sí, es posible. Así lo afirma Thomas J. Kosnik, profesor de Stanford Technology Ventures Program (STVP), quien explicó en una reunión invitado por iCubo, Instituto de Innovación Interdisciplinaria UDD, en Santiago de Chile, que se pueden aprender ciertas lecciones del modelo de esta zona en EE.UU. Más y mejor emprendimiento e innovación se pueden llevar a cabo en América Latina.

Entre los aspectos fundamentales de los que habla Kosnik se cuentan la diversidad, el diálogo constante sobre estos temas, la atracción de cerebros de otras regiones, la integración de grandes empresas a proyectos innovadores, asegurar una óptima infraestructura, incentivar que personas más experimentadas se reúnan con jóvenes y aprender del fracaso. Mediante este camino, Kosnik, afirma que se puede lograr un ecosistema ideal para que se generen iniciativas emprendedoras, lo que a largo plazo puede beneficiar el desarrollo económico de un país.

No es fácil. Lo saben las empresas privadas y también los gobiernos. Sobre todo de América Latina, región en que la inversión en I+D es insuficiente De acuerdo con un estudio de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (RICYT), los países latinoamericanos representan aproximadamente el 2% de la inversión mundial en I+D, sólo por delante de África (0,3%), igual que Oceanía y por debajo de Norteamérica (39%), Europa (31%) y Asia (26%).

Diferenciarse de la competencia es central por estos días para las empresas, con tal de mantener su hegemonía. Una necesidad que también se puede aplicar a los países, que intentan desarrollar industrias y potenciar su imagen, con objeto de atraer más inversiones. Las iniciativas para ello, por estos momentos, apuntan a impulsar el emprendimiento y la innovación. De ahí que los países comiencen a llevar a cabo acciones en favor de esto, como es el caso de Brasil, uno de los que más invierte en I+D de la región. Este país invirtió en programas de doctorado y se encargó de enviar gente al extranjero para que se formara. Chile, en tanto, modificó recientemente la ley 20.241 de I+D y desde 2010 lleca a cabo Starp-Up Chile, que reúne emprendedores locales y extranjeros.

Y las empresas también se están atreviendo a aprovechar el talento de sus trabajadores. Por eso es que algunas están impulsando el intraemprendimiento, donde los empleados crean proyectos para la misma empresa. Para motivarlos existen diferentes modelos, que van desde darles mayor flexibilidad para trabajar y emprender, hasta entregarle un porcentaje del negocio al empleado. Y en algunas compañías crean departamentos de I+D, de manera que los trabajadores se dediquen exclusivamente a innovar.

Emprendedores conectados

Para Kosnik el networking es fundamental, por eso forma parte de la lista de factores claves para convertirse en un área de emprendimiento. Pero también lo es la interdisciplinaridad de quienes se contactan, pues la innovación nace, en parte, a partir de diferentes miradas. Es así como ingenieros y diseñadores suelen toparse en iniciativas de este tipo, que organizan empresas, gobiernos y universidades. La idea es que quienes están involucrados en estos temas se reúnan, se conozcan y conversen sobre ello. Un intercambio de conocimientos y experiencias.

Dos ejemplos a los que Kosnik se refiere son las plataformas YouNoodle y Entrepreneur Corner de Stanford (ecorner). La primera iniciativa fue fundada por Rebeca Hwang, quien es la CEO, y Torsten Kolind, CTO de la empresa, la cual funciona como una red social para emprendedores, donde pueden colaborar entre ellos y lograr la atención de los inversionistas. E-corner, en tanto, publica contenido como videos y podcasts inéditos y gratuitos de emprendedores de la universidad.

Fomentar las redes de contacto y buscar el intercambio de conocimiento no sólo se debe aplicar en instancias netamente de innovación o emprendimiento. Las organizaciones también necesitan de ejecutivos que sepan sobre las tareas de los otros. Algo que está ocurriendo con los CFOs, los COOs y los CIOs, quienes actualmente necesitan no sólo saber de su materia, sino que también de negocios en general, de forma de entender el lenguaje del CEO y darle a conocer sus ideas. A esto también se suma que ya no sólo hacen falta los conocimientos técnicos, sino también las habilidades blandas. Por ello, quienes se ocupan de las finanzas, informática y operaciones cada vez más están cursando programas de MBA y en estos, a su vez, se están incluyendo asignaturas sobre estas áreas para quienes no son especializados.

El atrevimiento, la capacidad de levantarse ante un fracaso y la creativad, son habilidades que permiten en algunos emprender. Sin embargo, el número de personas que está creando negocios a partir de innovaciones está aumentando. Con las crisis financieras es posible que muchos europeos se arriesguen a emprender, y las instituciones los están apoyando. 

En América Latina también los incentivos se han multiplicado y hecho más visibles. Kosnik en relación con este nuevo perfil, explica que 5% de los emprendedores investiga. “No existe una separación entre publicar un paper y ser millonario. No entiendo mucho por wué en las empresas se gasta tanto en márketing y no en desarrollar publicaciones”.

Autores

Daniela Arce