Pasar al contenido principal

ES / EN

Lecciones de historia: cómo prevenir el pensamiento grupal
Martes, Abril 10, 2018 - 10:05

Omar Guevara, profesor en Programa de Especialización para Ejecutivos de ESAN, analiza el pensamiento grupal y entrega algunas claves para prevenirlo.

¿Qué tienen en común la fallida invasión nazi a la Unión Soviética y el fracaso de la invasión estadounidense a Cuba? Aunque ambos hechos sucedieron en décadas diferentes del siglo pasado, tuvieron un común denominador: en los equipos que aprobaron estos planes de acción se presentó el fenómeno de "pensamiento grupal". ¿En qué consiste?, ¿cuál es su impacto en las organizaciones? y ¿cómo se puede prevenir? 

Decisiones que no se cuestionan

El 22 de junio de 1941 se inició la invasión nazi a la Unión Soviética. Alemania atacó con 153 divisiones, ya que Hitler pretendía conseguir la victoria en pocos meses, mediante una "guerra relámpago". Los primeros avances fueron arrolladores. A tres meses de la invasión, en setiembre, se cercó Leningrado y al mes siguiente, las tropas alemanas llegaron a las puertas de Moscú, pero se detuvieron. Algunos consideran que fue un craso error. 

En diciembre de 1941, el ejército soviético empezó la contraofensiva: las tropas alemanas no estaban preparadas para el riguroso invierno ruso. Las dificultades y las derrotas crearon desconcierto entre los generales y desalentaron a los soldados. El conflicto se volvió una guerra de desgaste y al final -cerca de una cuarta parte de las fuerzas del Eje, la mayoría alemanas- perecieron durante el asedio a la ciudad. 

¿Era razonable que Hitler promoviera y aprobara esta invasión? En 1941, la Unión Soviética tenía más soldados y tanques que todas las demás fuerzas armadas juntas, además de igualar su número de aviones. Hitler lo sabía, pero su filosofía de que la raza aria era superior fue razón suficiente para creer que la superioridad rusa no era tan relevante. Tampoco buscó el apoyo de sus aliados ni prestó atención a lecciones históricas, como el fracaso de la invasión de Napoleón a Rusia, a comienzos del siglo XIX.

¿Cuál fue la posición de sus generales y estrategas? Heinz Wilhelm Guderian, coronel general de la Wehrmacht y jefe del Estado Mayor General del Ejército, no compartía la visión optimista de Hitler, pero nunca expuso sus argumentos. Hermann Wilhelm Göring, comandante supremo de la Luftwaffe, consideraba a Hitler un genio y no cuestionaba sus propuestas. 

¿Cómo se explica que todos los miembros de un grupo renuncien a su rol, ignoren la información que estaba a su disposición y no apelen a sus capacidades? 

Muchas suposiciones equivocadas

El 17 de abril de 1961, alrededor de 1400 exiliados cubanos desembarcaron en Bahía de Cochinos, en Cuba, para establecer una cabeza de playa y unirse a los rebeldes cubanos en las montañas Escambray. Se esperaba que ambas fuerzas congregaran al pueblo cubano en una rebelión para derrocar al gobierno de Fidel Castro. Los exiliados fueron armados por Estados Unidos y su misión fue planeada por la CIA y aprobada por uno de los líderes más populares del momento, el presidente John F. Kennedy. 

El plan fracasó. El ejército castrista estaba bien preparado para la invasión, había poco descontento entre el pueblo y 130 kilómetros de densos pantanos separaban la Bahía de Cochinos de las montañas Escambray. A dos días de la invasión, los exiliados habían sido rodeados por el ejército de Castro. Al mismo tiempo, la administración de Kennedy sufrió un grave revés político, así como el desprestigio de los Estados Unidos. 

¿Qué pasó con su plan de acción? Supusieron que la fuerza aérea cubana podía quedar fuera de combate, que el pueblo cubano se entusiasmaría ante la presencia de un ejército que los liberaría del yugo castrista y que la moral de los exiliados cubanos era tan alta que no necesitaban ayuda del ejército norteamericano. Al final, si la invasión fracasaba, podían refugiarse en la sierra de Escambray y unirse a la guerrilla que luchaba contra Castro. No  consideraron que toda esa zona era pantanosa y no la conocían bien. 

Nuevamente, ¿Cómo se explica que un equipo tan calificado, como el gabinete de asesores de JFK, recomendara aprobar un plan de acción con tantas inconsistencias? 

Ambos sucesos demuestran que en estos equipos de trabajo se produjo un fenómeno llamado "pensamiento grupal". Se adopta una misma forma de pensar y se sacrifica el espíritu crítico, porque opinar en contra es visto como una deslealtad. Según el prestigioso psicólogo Irvin Janis, quien acuñó el término, "cuanto mayor es la amabilidad y el espíritu de grupo, mayor es el peligro de que el pensamiento crítico e independiente sea reemplazado por otro grupal, que suele desembocar en acciones irracionales e inhumanas..." 

Cómo prevenir el pensamiento grupal

  • Fomente el debate al interior del equipo de trabajo.
  • Que el directivo reserve su opinión hasta después de que sus colaboradores hayan expresado sus puntos de vista.
  • Analice toda la información disponible y reevalúe cada vez que se presente nueva información o evidencia.
  • Utilice la técnica de los "seis sombreros para pensar", donde se asumen diferentes roles al interior del equipo de trabajo.
  • Invite a un externo para la discusión grupal, siempre que el tema a discutirse no sea del todo reservado.

A partir de su experiencia personal, ¿ha observado la presencia de este fenómeno en su organización o en su equipo de trabajo? Coméntenos su experiencia.

**Texto escrito por Omar Guevara Montesinos y publicado por ConexiónESAN. Guevara es MBA  de la Universidad del Pacífico, en Perrú, y tiene estudios en el Programa en Competencias Directivas (Universidad Complutense de Madrid) y el Programa de Gestión Pública y Habilidades Directivas (INAP de España). Guevara, además, es profesor en Programa de Especialización para Ejecutivos de ESAN**

FOTO: UNSPLASH.COM

Autores

ConexionESAN