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Lo bueno y malo del "rebelde" de la oficina
Jueves, Diciembre 3, 2015 - 08:28

Se relaciona de mejor o peor manera con sus compañeros dependiendo de su capacidad de ser más individualistas o colectivos.

Trabajar con personalidades sensibles sin duda suele ser complejo, ya que puede arruinar el ambiente y disminuir los niveles de productividad si no están bien canalizados. Sin embargo, trabajar con el “rebelde corporativo” puede ser más beneficioso de lo que muchos gerentes piensan, ya que si son estimulados correctamente pueden traer grandes beneficios a la empresa. PageGroup, describe su perfil, las ventajas y desventajas de tenerlo en la oficina y cómo sacarles el mayor de los provechos.

“Estos perfiles son colaboradores que en general tienen alta capacidad de influencia, les gusta conseguir resultados para la organización y si bien les cuesta adecuarse a las normas establecidas o procesos definidos, son profesionales generalmente creativos, más independientes y con un claro foco al resultado”, afirma Juan Ignacio Silva, excutive manager de PageGroup.

Por lo general, este grupo de colaboradores pertenece al grupo de carreras relacionadas con las áreas de ventas, marketing, diseño, logística y RRHH, porque son rubros en los que existe mayor innovación y se necesita más creatividad, he aquí donde los rebeldes corporativos destacan. Puede ser más difícil encontrarse con este perfil en áreas financieras o de operaciones, donde las normas se hacen más necesarias para el correcto funcionamiento de la organización. De todas formas, un rebelde corporativo puede aparecer en cualquier segmento, división o empresa.

“Va a depender del contexto si es bueno o no reclutar a un perfil ‘rebelde corporativo’. Ellos suelen ser muy buenos líderes cuando el objetivo de la organización es crecer, desarrollarse, cambiar y crear. Puede ser más complejo manejar su personalidad en tiempos de crisis, decrecimiento, tensión o más austeridad”, afirma Juan Ignacio.

Este perfil de colaboradores se relaciona de mejor o peor manera con sus compañeros dependiendo de su capacidad de ser más individualistas o colectivos. Los rebeldes corporativos cuya personalidad es más solitaria prefieren alimentar su ego en base a sus propios resultados. En cambio, los “teamplayer” gozan con el triunfo colectivo, manejan mejor las emociones del conjunto y empujan a que todos cumplan con su tarea individualmente.

Finalmente, es fundamental el rol del Gestor del Rebelde Corporativo para canalizar esa capacidad disruptiva en el lugar adecuado, muchas veces hay que citarlos como ejemplos y otras veces no, dependerá de lo acertado que sea el lugar que ocupe y la exposición que tenga en el aporte que  este Rebelde Corporativo traiga, lo mejor aprovechar su dinamismo, cambio y que genere nuevas oportunidades para la empresa.

Foto: Pixabay

Autores

AméricaEconomía.com