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Los beneficios que un ecosistema de salud digital podría traer están cerca
Lunes, Junio 12, 2017 - 12:03

Un sistema sanitario eficaz de futuro debería potenciar a los médicos y los pacientes.

Imagine un día en el que no tenga que esperar semanas para ver a su médico de cabecera, seguido por una espera adicional para los resultados de las pruebas médicas y, a continuación, todavía más espera antes de ser visto por un especialista. Sabemos que el cambio de las tendencias demográficas, el envejecimiento de la población y el aumento de las tasas de enfermedades crónicas están creando una enorme demanda de servicios de atención de salud y de atención social. Dada la sofisticación de la tecnología del siglo XXI, ¿cómo se podría cambiar nuestro sistema de atención de la salud para hacer frente mejor a la población a la que sirve?

Un sistema sanitario eficaz de futuro debería potenciar a los médicos y los pacientes. Debe ser capaz de detectar signos de alerta temprana que puedan indicar enfermedad o comportamiento que es probable que conduzca a una mala salud. Por ejemplo, actividad física reducida, falta de medicamentos o citas, aislamiento social, viajes y caídas en casa. Los sistemas podrían diseñarse para contactar y alertar a los clínicos o cuidadores sin más intervención humana.

Mientras que una reunión con un médico de cabecera para la mayoría de la gente en estos días es fugaz y dura sólo unos minutos, incluso ese corto tiempo podría ser más significativo. Armado con los datos recolectados de los sensores en su hogar, sus dispositivos portátiles y teléfono móvil, el médico podría, con sólo pulsar un botón, ejecutar análisis de datos avanzados diseñados para dar sentido a esta información sobre estilo de vida, actividades físicas, hábitos sociales, adherencia a los regímenes de medicación o los patrones de sueño y sus implicaciones para la salud. Las decisiones que tomen se basarían entonces en muchos más datos de los que de otro modo estarían disponibles, todo dentro del limitado tiempo disponible para la consulta. Las decisiones más informadas que involucran al paciente podrían conducir a un mejor resultado para todos.

Para llegar a esta posición, un sistema de salud digital tendría que ser diseñado por médicos e ingenieros que trabajan en estrecha colaboración para entender los complejos retos de la salud y sus posibles soluciones de ingeniería. Ha habido avances considerables en los sensores portátiles en los últimos años, y la llegada del espectro inalámbrico 5G proporcionará la capacidad de las nuevas plataformas de sensores y dispositivos para capturar y compartir datos de forma autónoma entre dispositivos y médicos.

Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Swansea están planeando ensayos de vendajes inteligentes impresos en 3D que usarán datos inalámbricos 5G y sensores de tamaño nano para transmitir información sobre las heridas, localización y actividad de un paciente. Innovaciones similares podrían allanar el camino para un mejor monitoreo y compromiso del paciente, especialmente en áreas remotas o privadas.

Mejor uso de los datos

La asistencia sanitaria digital debe diseñarse para aprovechar los avances recientes en la tecnología informática. Los teléfonos inteligentes podrían convertirse en herramientas avanzadas en manos de miles de pacientes y profesionales. Equipados con el software adecuado, podrían proporcionar soluciones fáciles de usar para los retos médicos más importantes, prevenir la prescripción excesiva de los medicamentos, promover el autocuidado de los pacientes, introducir cambios positivos en el estilo de vida y advertir los signos tempranos de los problemas de salud.

En 2016, 36 dispositivos y aplicaciones médicas recibieron autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos. Estos incluyen aplicaciones para ayudar a las personas con problemas cardíacos, para ayudar a diagnosticar y tratar el TDAH en niños, aplicaciones para ayudar a los pacientes a controlar la diabetes tipo 2, y escáneres de ultrasonido basados ​​en teléfonos inteligentes y monitores móviles de glucosa en sangre.

Investigadores del Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York y el SRI International desarrollaron recientemente una nueva aplicación para teléfonos inteligentes que utiliza el aprendizaje automático para identificar patrones vocales que podrían indicar trastorno de estrés postraumático o incluso enfermedades del corazón. Dichos desarrollos podrían proporcionar a los clínicos hospitalarios nuevas herramientas para hacer mejores diagnósticos.

La asistencia sanitaria digital debe hacer un mejor uso de los grandes datos analíticos y la capacidad de los algoritmos de aprendizaje de la máquina para extraer esos datos y darle sentido, extrayendo conexiones y patrones que son difíciles, si no imposibles de ver, excepto a gran escala. A través del análisis de los datos de muchos miles o cientos de miles de individuos, los sistemas digitales de atención médica identificarán los cambios sociales y las tendencias de estilo de vida emergentes en sus comunidades. Estar advertido de los patrones de cambio dará a las autoridades sanitarias tiempo para responder. Las nuevas tecnologías también podrían proporcionar ahorros significativos en los costos de atención médica a través de la identificación de prácticas ineficientes y derrochadoras.

Comprender el reto

Muchos desarrollos de asistencia sanitaria digital ya están en marcha, por ejemplo, en West Yorkshire con el trabajo de la Digital Health Enterprise Zone y Digital Catapult Center Yorkshire. Estas organizaciones llevaron a cabo un desafío de innovación de datos centrado en la diabetes tipo 2, en la que se alentó a los participantes a explorar una serie de conjuntos de datos disponibles al público, lo que conduce al descubrimiento de nuevas formas de utilizar datos que ofrecen una mejor visión de la enfermedad. En otro ejemplo, el evento Bradford Bright Ideas celebrado en colaboración con los grupos regionales de puesta en marcha del NHS, Medipex, DHEZ y Digital Catapult Centre Yorkshire, invitó a las empresas a presentar ofertas para abordar los principales desafíos de salud que enfrenta la región. El ganador de 25 presentaciones fue myCOPD, una aplicación para ayudar a los pacientes a controlar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, a reducir las visitas no planificadas a departamentos de emergencia y a disminuir las referencias innecesarias.

Estos son ejemplos limitados, pero desarrollar tecnologías digitales para un sistema de salud a nivel nacional no es una tarea fácil. Se requerirá una cooperación considerable entre el NHS, desarrolladores de software, investigadores, empresas y otros organismos públicos. Hay que reunir culturas de trabajo sustancialmente diferentes y, lo que es más importante, hay muchos problemas de privacidad relacionados con el manejo de los datos de los pacientes que resultarán complicados en ausencia de normas de privacidad y marcos de gobierno internacionalmente acordados. La propiedad intelectual también puede ser un obstáculo a través de enfrentamientos con patentes o derechos de autor existentes. Abordar estos temas podría ser un proceso largo, pero las recompensas valdrán la pena.

Autores

The Conversation