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Los errores más comunes que pueden hacer fracasar a un ejecutivo
Martes, Febrero 7, 2012 - 16:56

Sydney Finkelstein concluye en Exame.com através de un estudio siete desaciertos.

Cada hombre y mujer de negocios le imprime su sello a la organización, haciendo la diferencia. Ya sea porque toma decisiones rápidas, porque administra bien la compañía en momentos críticos o debido a que consigue formar equipos alineados con los intereses de la empresa.

El especialista en gestión, Sydney Finkelstein, entregó en Exame.com algunas de las conclusiones a las que llegó mediante la investigación de los fracasos empresariales protagonizados por administradores. Un estudio que le tomó seis años y donde se examinaron 50 empresas y se hicieron más de 200 entrevistas con ejecutivos que fracasaron.

A continuación, siete de los errores comunes, que concluyó Finkelstein, cometen los ejecutivos.

1.Dominan el ambiente: Un error de los ejecutivos es tener la idea de que se ven como la propia compañía, es decir, tienen la necesidad de dominar el ambiente a tal punto que no permiten la evolución natural de la empresa.

2.No separan intereses personales de los profesionales: Se identifican tanto con la empresa que no diferencian entre los intereses personales y profesionales de la compañía.

3.Tienen todas las respuestas: creen que tienen las soluciones a todos los problemas de la empresa. Por lo general, acostumbran a ser rápidos cuando deben solucionar problema.

4.Nadie es más capaz que ellos: algunos se consideran tan completos que aseguran no necesitar a nadie más, porque ninguna persona podría tener una idea o solución mejor que la de ellos.

5.Son tercos: normalmente cuando toman una decisión, aunque esté errada, no dan su brazo a torcer.

6.Tienen problemas para superar obstáculos: se intimidan con obstáculos y no consiguen encarar un problema como algo temporal.

7.Gastan tiempo demás con la imagen de la empresa: algunos gerentes aseguran que sólo necesitan cuidar de la imagen de la compañía y olvidan que también se les paga para resolver otros problemas.

De esta manera, aquellos que fracasan no son humildes en admitir sus propios errores, simplemente porque se creen perfectos.

Autores

AméricaEconomía.com