Muchas organizaciones esperan que sus jefes se conviertan en neurolíderes, es decir, sean capaces de entender cómo funciona el cerebro de las personas que tienen cargo y así conseguir lo mejor de ellas.

Nadie quiere un jefe entrometido, irrespetuoso y poco comunicativo. Son escasos aquellos que están seguros de la aceptación de sus colaboradores y llevan a cabo una excelente gestión. Queramos o no, quienes están a cargo también se equivocan y tener amplia experiencia y conocimientos no siempre es garantía de tener habilidades de liderazgo.

Algunos nuevos requerimientos para los jefes llegan de la mano de empresas donde se fomenta la colaboración, la comunicación bidireccional y las jerarquías horizontales. Ahora se espera también que los jefes se conviertan en neurolíderes, es decir, sean capaces de entender cómo funciona el cerebro de las personas que tienen cargo y así conseguir lo mejor de ellas, incorporando novedades como los procesos mentales, la memoria y la atenció, entre otros. 

La neurociencia ha aportado a varias otras materias como la sociología, la psicología y la investigación de mercado y comercial. En el caso de su aplicación al liderazgo, Pablo Mato, director general de Meta 4 para América Latina Sur, dice que "este surge como concepto debido a la publicación de un artículo de  David Rock y Jeffrey Schwartz en mayor de 2006, denominado The Neuroscience of Leadership".

Mato explica que la introducción de este tipo de herramientas nunca es repentina, sino gradual, y que hace bastante tiempo que empresas que integran el ranking Fortune 500 vienen implementando procesos de neuroliderazgo. Lo que ha sucedido con el neuroliderazgo también se replica con el Inbound Talent.

Son profesionales cada vez más demandados por las empresas, pero no solo en jefaturas, sino que en todos lo niveles. Esto sucede, dice el director de Meta 4, porque “la incorporación por parte de las organizaciones de nuevas habilidades en sus búsquedas es una transformación que ya está en marcha" y añade que con el avance y la consolidación de la neurociencia como herramienta a utilizar en el área de recursos humanos, "ese cambio se profundizará y las habilidades relacionadas con el neuroliderazgo tendrán más peso a la hora de elegir”.

Pero, ¿cómo llegar a ser un neuro líder? Lo cierto es como base tienen que estar actualizándose continuamente. Para Mato, quienes lo deseen “deben capacitarse y entrenarse en modelos de liderazgo que contemplan precisamente la utilización de la neurociencia”. Y es por su complejidad y habilidades que muchas personas no logran alcanzar este nivel. 

La tendencia apunta a que crecerá la incorporación de talentos con estas capacidades y esta otra visión. Su inclusión puede cambiar la forma en que se está trabajando y haciendo negocios. Para mato, “el neuroliderazgo contribuye a mejorar diversos aspectos del funcionamiento de una empresa, y uno de ellos es la adecuada explotación de los beneficios que conlleva la transformación digital”.

FOTO: UNSPLASH.COM