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Madera plástica, una innovación colombiana con esencia ecológica
Martes, Mayo 2, 2017 - 08:22

Empresa utiliza deshechos para elaborar perfiles con los se pueden fabricar desde puentes hasta muebles.

Los esposos Harold Giraldo y Natalia Garro tenían muy claro que deberían generar su sustento de una actividad limpia que aportara al futuro de la Tierra y no contaminara la vida de sus habitantes.
 
Por eso se preguntaron, cuando iban a pescar o a disfrutar de los ríos y lagunas de Antioquia, qué se podría hacer con la gran cantidad de  botellas, empaques y en general, los deshechos de plástico que los turistas dejaban en las orillas y los campos.
 
Así empezaron a recoger esos elementos y a investigar cómo podrían transformarlos en algo útil dentro de una cadena productiva. Encontraron que podían producir perfiles de plástico (especies de tablas) para reemplazar la madera en muchos elementos de los mobiliarios del campo, la ciudad y los hogares.
 
Iniciaron su trabajo de recolección hace 10 años de una manera informal y subcontrataron muchas de las etapas de su proceso productivo. A principios de 2016, y en vista de la acogida, el futuro del negocio y sus aportes al mundo, decidieron formalizarse, crear y registrar la empresa Proyectplas.
 
 
Los perfiles plásticos se utilizan para hacer puentes, barandas, pisos, senderos, miradores, materas, sillas, mesas, tapas de sumideros, productos para fincas como estacones y corrales, para la construcción de casas, quioscos y parques infantiles, para el uso industrial como estibas y, en fin, para muchos aspectos de la vida moderna.
 
Con esto han sido consecuentes con su objetivo y misión: contribuir a reemplazar el uso de la madera y evitar deforestaciones en muchos lugares de la tierra.
 
Esas inquietudes para vivir de alguna actividad relacionada con el cuidado del planeta, dieron su fruto el pasado 26 de marzo, cuando obtuvieron el premio Destapa Futuro otorgado por la Fundación Bavaria.
 
Natalia también ganó el premio a la Mujer Emprendedora, por lo que se hizo acreedora a un capital semilla cercano a US$ 15.000 con el que piensa concluir, en pocos días, una planta propia en Guarne, Antioquia. 
 
En desarrollo de su labor los jóvenes emprendedores hicieron convenios con colegios, juntas de acción comunal y gobiernos municipales para ejecutar campañas de concientización sobre el cuidado del medio ambiente y la importancia de separar los residuos en las fuentes.
 
En varias poblaciones del oriente antioqueño lograron establecer unos ‘puntos ecológicos’ en donde las comunidades depositan los residuos y los separan.
 
“Todas las basuras pueden ser útiles. Cuando la gente entiende que se pueden usar y que ellos mismos se benefician de su manejo adecuado, es mucho más fácil captar las materias primas y generar menos basuras en los rellenos sanitarios y menos contaminación al mundo”, manifiesta Natalia, administradora y encargada de la parte comercial de la firma.
 
Este proceso se inicia con la recolección de los residuos de plástico en la fuente, o sea en los propios hogares o en las grandes empresas. “Por eso es tan importante que los ciudadanos separen las basuras cuando las recogen”, recalca el director de proyectos de la compañía, el ingeniero mecánico Harold Giraldo.
 
Las basuras son llevadas a una bodega en donde se lavan y se trituran. Se separan el polipropileno, el polietileno y los laminados. “El plástico se aglutina y queda como crispetas o bolitas. Después se calienta a altas temperaturas y se vierte sobre unos moldes. Cuando se compacta, se desmolda y se somete a pruebas de fuerza para decidir si sirve o no al uso programado”, explica Giraldo.
 
 
Dentro de las múltiples utilizaciones que se puede dar al plástico re-utilizado, se halla el de unos quioscos diseñados y construidos por Proyectplas, con material 100% de plástico reciclado, recolectado y manufacturado por la firma.
 
La empresa construyó este producto para la Universidad Católica de Oriente. Es un área de cuatro por cuatro metros, al servicio de los estudiantes, usada para estudiar o comer en los tiempos libres.
 
Para construir este quiosco, Proyectplas utilizó 2.200 kilos de materiales reciclados. “El techo, los muebles, las vigas y las bases fueron fabricados con material 100% de plástico procesado por nosotros”, explicó Giraldo.
 
La pareja señala que este quiosco es un logro y cumplen un doble objetivo: “No dejamos que se utilice madera procedente de árboles y usamos materiales mucho más durables. El mismo quiosco construido en madera inmunizada puede durar unos 20 años y exige mantenimiento continuo. En plástico puede durar hasta 100 años sin mantenimiento”.
 
Así, Harold y Natalia enseñan que el plástico también puede ser un buen material si se utiliza y reutiliza con conciencia para reemplazar a las maderas naturales.

Autores

Colombia-inn