22 empresas sociales que van desde una panadería dirigida por personas sordas hasta un café que ayuda a jóvenes desfavorecidos recibieron la acreditación este mes en el país.

Un plan en Malasia destinado a ayudar a las empresas éticas impulsará el sector en crecimiento, pero debe ofrecer mayores incentivos financieros y un proceso de registro más simple, dijeron el jueves empresarios.

22 empresas sociales que van desde una panadería dirigida por personas sordas hasta un café que ayuda a jóvenes desfavorecidos recibieron la acreditación este mes para el esquema respaldado por el gobierno.

Además de reconocer a las empresas sociales- empresas que abordan problemas ambientales y sociales mientras obtienen ganancias - para que puedan atraer más negocios, el esquema ofrece deducciones de impuestos y acceso a subvenciones.

Pero algunos empresarios dicen que el registro es demasiado engorroso.

“El proceso de documentación requiere muchos datos. A los aspirantes o a las nuevas empresas sociales les resultará difícil, por lo que debe haber un proceso más fácil ”, dijo Kuhan Pathy, cofundador de Masala Wheels, que dirige un café y capacita a los jóvenes marginados para convertirse en empresarios.

En todo el sudeste asiático, el rápido crecimiento económico ha visto a naciones como Indonesia y Malasia volverse más ricas, pero luchan para enfrentar desafíos sociales como la pobreza urbana, el acceso desigual a la educación y la sostenibilidad del medio ambiente.

Naciones como Tailandia y Vietnam están introduciendo leyes para promover empresas sociales que pueden reducir la desigualdad.

Pero los analistas advierten que el esfuerzo podría obstaculizar, no ayudar, el creciente número de negocios éticos.

El reconocimiento es bueno, dicen los empresarios, pero las regulaciones pueden restringir el crecimiento y la innovación.

Malasia, una de las principales economías del sudeste asiático, fue clasificada como el trigésimo mejor país para ser un emprendedor social en una encuesta de 2019 https://poll2019.trust.org de 45 naciones realizada por la Fundación Thomson Reuters en asociación con Deutsche Bank, por debajo del noveno lugar cuando se realizó la encuesta en 2016.

Según los expertos encuestados, la caída del país en la clasificación se debió a que a los emprendedores sociales les resultaba más difícil acceder a la inversión y vender a las empresas.

El seguimiento del impacto social, un enigma clave para el sector, y el monitoreo del desempeño financiero serán parte del nuevo esquema, dijo Pathy.

Pero acceder a las exenciones de impuestos no es sencillo, dijo Pathy. Instó al gobierno a ofrecer incentivos para las empresas y agencias que utilizan empresas sociales.

El brazo gubernamental que respalda el esquema, el Centro de Innovación y Creatividad Global de Malasia, declinó hacer comentarios.

Lai Chong Haur es directora de Seven Tea One, una empresa social de Malasia que ayuda a adolescentes con autismo y madres solteras a preparar tés artesanales, jabones y galletas.

Dijo que, con suerte, el esquema de acreditación creará conciencia entre el público y las empresas.

Sin embargo, instó a las autoridades a adoptar un estricto proceso de selección para garantizar que el esquema gane la confianza de los líderes empresariales.

"Es crucial que el gobierno participe en el desarrollo de la empresa social en Malasia", dijo Lai, cuya firma está acreditada bajo el esquema.

"El esquema de acreditación es simplemente el comienzo del viaje como una empresa social".