El videojuego, que fue diseñado por Marisel Mateluna, de Coding-U, en Concepción, se encuentra en etapa de prototipado.

Un aula tradicional en cualquier escuela de Chile tiene a los alumnos de un lado y al profesor del otro. Las clases generalmente consisten en revisar bibliografía, repasar materias y escuchar las lecciones del docente. Sin embargo, con la irrupción de la tecnología, los videojuegos pasaron a ser una herramienta más en la enseñanza.

Es el caso de Malbock, videjuego que se está desarrollando desde marzo de 2017 por la empresa Coding-U, fundada por Marisel Mateluna, también magíster en Informática Educativa. Como resultado de su experiencia en colegios de Concepción y de su paso por el programa de informática, se le ocurrió desarrollar un videojuego tipo puzzle dirigido a estudiantes de 6 a 18 años para que desarrollaran el pensamiento computacional, lógico y de resolución de problemas, con el objetivo de prepararlos para la programación.

Todo esto se gestó observando clases tradicionales donde la tecnología no aparecía por ningún lado y los alumnos se mostraban receptivos a un primer acercamiento. "Veía que no era suficiente lo que hacía, pensé que podría hacer más a través de una empresa. Además, hay mucha burocracia en los colegios públicos, por eso buscamos que los niños puedan desarrollar habilidades para programar”.

Parte de esta iniciativa también consiste en incentivar a que los estudiantes desarrollen sus propios proyectos y pasen de ser usuario a creadores. Si bien sería ideal que los colegios implementaran la programación en scratch, por ejemplo, para crear videojuegos, "el tiempo juega en contra, porque estas actividades se deben planificar interdisciplinadamente. Se pueden hacer proyecto activos, entretenidos y significativos cuando ellos hacen las cosas", dice Mateluna. 

Malvok, que por ahora se encuentra en fase prototipo en Google Play, es un juego individual de tipo puzzle, con diferentes niveles y en el que se pueden compartir las jugadas en redes sociales. Además, se está apuntando a un mercado global, especialmente en Estados Unidos, y es por eso que se quiere monetizar el juego a través de compras in-app.

 El camino emprendedor

Antes de crear la empresa y su juego, Mateluna estudió programación y un magíster en Informática Educativa, experiencias que le ayudaron a tener la visión y una base para desarrollar a Malvok.

Mateluna, además, fue parte de las seleccionadas por el concurso LevelUp, de Incuba UdeC de la Universidad de Concepción, y participó en el programa de la academia Ada Lovelace, que busca impulsar proyectos de base científico y tecnológico creados por mujeres.

"Siempre quise emprender y se dieron las condiciones para desarrollar un proyecto y hacer una empresa. Siempre me atrajo la educación y la tecnología", dice Mateluna. 

Programación

La principal misión de este juego es preparar a los alumnos para que puedan programar, lo que a juicio de Mateluna se trata de la carrera del futuro. Especialmente a ella le sirvió bastante, tanto para resolver problemas como para pensar de otra forma. Las habilidades que se pretende desarrollar a través de este videojuego, para Mateluna, se deberían trabajar desde ya, porque "luego es más fácil aprender un lenguaje de programación". 

A través de estas iniciativas los estudiantes descubren e incorporan la tecnología naturalmente a su quehacer. 

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