Conocido cada vez más en América Latina, el también llamado "belly dance" entrega variados aportes a quienes lo practican.
Considerado como uno de los bailes más antiguos del mundo, originario del Medio Oriente y el norte de África, la danza del vientre —también conocida como belly dance— goza de gran popularidad en la actualidad.
"Se cree que era danzada por las sacerdotisas egipcias, que hacían rituales para pedirles a los dioses fertilidad para ellas y para el pueblo. Tiene un trasfondo espiritual", explica Aisha Soul, instructora de danza árabe en el Artecentro Paiz de Guatemala.
Soul subraya que cualquier mujer, sin importar edad o condición física, puede aprenderla y obtener lo que ella llama "muchos beneficios físicos y emocionales que se logran con su práctica. Por ejemplo, ayuda a quemar calorías y a tonificar los músculos del abdomen y brazos. Además, mejora la coordinación del cuerpo y reduce el estrés.
El belly dance también mejora la circulación, la flexibilidad, la coordinación y ayuda a nivel neurológico. Incluso se usa como terapia para ciertas enfermedades. También, como cualquier ejercicio, si se practica con disciplina, puede ayudar a reducir el peso", destaca la experta.
Para iniciarse en esta danza es fundamental contar con una buena postura —es lo primero que se enseña—, ya que de lo contrario se podrían dañar las rodillas y principalmente la espalda, debido a los movimientos ondulatorios.
En lo que respecta a lo emocional, es ideal para mejor la autoestima, ya que, según la bailarina, la mujer aprende a conocer su cuerpo, a identificarse con él y a aceptarse.
Para la mujer, esta danza ayuda en tres puntos principales:
- Elimina calorías: diversos estudios sugieren que la danza del vientre quema entre 250-300 calorías por hora. Es considerado como una disciplina efectiva para perder peso y tonificar los músculos del abdomen.
- Reduce tensión muscular: debido al trabajo por separado de cada parte del cuerpo como cadera, tórax, pecho, hombros, cabeza, etc, permite la fluidez y la coordinación; y la eliminación de los nudos de tensión que se forman ya sea por estrés, cansancio físico, o la carencia de ejercitación de ciertos músculos.
- Alivia dolores menstruales: está científicamente comprobado que gracias a los movimientos pélvicos se realiza un “masaje” interno en esta zona que reduce el dolor menstrual.
(Foto principal: enforma.salud180.com)