El tema se abordó en el pasado evento online “Maestrías especializadas de negocios” que organizó AméricaEconomía, donde participaron directivos de ESAN, UPC y Universidad de San Andrés.

Con el tiempo, las maestrías especializadas se han vuelto programas que toman a los estudiantes con o sin experiencia tan pronto se gradúan de sus carreras de pregrado. Para varios de ellos, es un paso antes de cursar un MBA (Master in Business Administration). 

En el panel Empleabilidad post Estudios del evento online “Maestrías especializadas de negocios”, que organizó recientemente AméricaEconomía, se abordó el boom de este tipo de maestrías, así como las oportunidades de empleo que tienen quienes las cursan. En la ocasión, expusieron Gabriela Cornejo, directora académica del área de Administración de la peruana Escuela de Posgrado UPC; Gustavo Genoni, decano de la Escuela de Negocios Universidad de San Andrés, en Argentina; y Jorge Valderrama, coordinador de Calidad e Innovación ESAN, en Perú. 

En general, en un escenario laboral más competitivo, ha crecido la búsqueda por profesionales técnicos en diferentes ámbitos, debido a la necesidad de personas que tengan mayor conocimiento en ciertas materias. De ahí que se demande formación especializada. Antes, “las habilidades blandas ocupaban el 80% de la agenda y el 20% el conocimiento de los temas técnicos. Y aunque las habilidades blandas siguen siendo importantes, ha crecido la relevancia de las cuestiones técnicas, porque ha aumentado la complejidad técnica en general”, indica Genoni, de la U. de San Andrés.

Para Geroni, en algunos países, las carreras de grado no dejan listos a los estudiantes para salir al campo laboral y desempeñarse con pericia técnica en una posición de asistente o analista inicial, entonces, buscan una ventaja comparativa en el negocio para insertarse. Ahí es cuando aparecen las maestría especializadas. 

Demanda digital

Un ejemplo de cómo este tipo de estudios puede ayudar a diferenciarse en el campo laboral y poder añadir conocimientos extras es el mundo de la tecnología. En un escenario con una evidente demanda por profesionales tecnológicos de parte de las empresas, las universidades han creado programas especializados que intentan responder a las necesidades del mercado.

Revisa acá el Directorio de Maestrías de Negocios Especializadas

Tanto Cornejo como Genoni coinciden en que el cambio tecnológico y la demanda por profesionales que tengan formación digital y dominen nuevas tecnologías, como ciberseguridad, ciencia de datos o business intelligence, ha impulsado la creación de este tipo de maestrías, dirigida a gente más joven, no como en los MBA, donde participan profesionales más experimentados. 

Por esto mismo, en 2020 la UPC sacó 17 nuevas maestrías pensadas en el mundo digital, registrando un incremento de 30% de alumnos. Por ejemplo, tan pronto se lanzó el programa de ciberseguridad se tuvo que lanzar otro. 

No requiere experiencia y es para todos

Las maestrías especializadas también han ido evolucionando, dando paso a otros ámbitos del saber. Cornejo dice que “hace años teníamos maestrías especializadas, pero más enfocadas en gestión, como en Marketing, Finanzas o Construcción, con una mirada desde los negocios y con un enfoque similar a un MBA”. Sin embargo, hace un par de años se ha observado que profesionales de otras áreas también buscan profundizar sus conocimientos. Es el caso de “los que estudian Arquitectura, Tributación o Traducción, por ejemplo, quienes no solo quieren quedarse con lo que les ofrece la carrera, sino que ser expertos y así volverse más empleables”, añade la directora. 

Desde ESAN, Jorge Valderrama, también apunta a que estos estudios se dirigen muchas veces a quienes tienen poca o nada de experiencia. “Nosotros tenemos un programa que no requiere experiencia, sólo el grado de bachiller, porque en Perú las carreras son de cinco años generalmente, muy específicas. Si alguien estudia ingeniería y no quiere trabajar de inmediato puede estudiar este tipo de maestría”, dice Valderama. 

Habilidades blandas

Si bien la necesidad por profesionales con mayores conocimientos técnicos le abrieron aún más la puerta a las maestrías especializadas, las habilidades blandas siguen siendo requeridas. Tanto es así que para las escuelas y universidades es relevante que sus estudiantes puedan desarrollarlas y que así se distingan en el mercado. 

Tanto en ESAN como en UPC promueven que sus estudiantes desarrollen habilidades blandas como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, el liderazgo, la negociación y la inteligencia emocional, por ejemplo. 

En esta búsqueda por ofrecer una óptima formación, Cornejo dice que en UPC “se realiza una completa elaboración de los programas, que es compleja y abarca varias aristas. Nos reunimos con los diferentes stakeholders y hacemos una comparación con otras universidades de todo el mundo, respondiendo a lo que los profesionales necesitan. Y para esto hay que escuchar a todos los públicos. Es así cómo se adaptan los contenidos a la realidad del país”. 

Finalmente, quienes cursan este tipo de estudios, por lo general, esperan diferenciarse y así obtener un mejor puesto laboral. Y aunque según los especialistas la inversión no se recupera tan rápido, al menos no antes de los tres años de concluído el programa, sí permite obtener un mejor sueldo y poder crecer laboralmente o moverse a otra área dentro de la organización. De esta manera, les da la oportunidad de abrirse a nuevos horizontes.

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