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Mitos y verdades del Coaching
Martes, Marzo 24, 2015 - 10:38

Por Macarena Salosny, coach internacional y jefa comercial de Smart Coach.

El  Coaching es una disciplina especialmente pensada para ayudar a las personas a alcanzar sus metas, facilitando un proceso en el que abandonan aquellas creencias que los limitan y que le impiden obtener sus objetivos. Y al ser una herramienta de tan alto impacto en la gestión de personas, equipos y organizaciones surgen mitos y verdades al respecto.

¿De qué forma se logran desarrollar competencias y habilidades transversales que posibilitan que las personas se movilicen, encuentren su motivación y el compromiso para hacer realidad sus metas y objetivos?

Respecto a ésta duda los procesos de formación en la disciplina son fundamentales para derribar uno de los mitos más arraigados respecto a nuestra área de estudio, el que corresponde a creer que son las personas que han pasado por momentos traumáticos y han salido adelante quienes pueden denominarse “Coach” al compartir su experiencia y dar consejos y respuestas a su cliente.

Otro mito hace referencia a que un “Coach” es una persona a la que la “palabra” se le da fácil y tiene una habilidad especial para motivar a la gente y que aconseja a su cliente, llegando a tal grado de convertirse en otra muleta sin la cual el coachee (o cliente) no puede tomar decisiones sin antes recibir la venia de su nuevo gurú.

Muchas veces las personas consultan y se informan más para comprar un automóvil que para elegir profesionales y procesos que los involucran de manera directa, como por ejemplo para una cirugía plástica o para buscar asesoría en temas vitales, y con la disciplina del Coaching sucede lo mismo debido al desconocimiento respecto a la existencia de metodologías y certificaciones que avalan la calidad, experiencia y responsabilidad de un Coach.

Un buen Coach no es poseedor de la verdad, sino quien confía en que las habilidades, experiencias y capacidades del coachee lo hacen experto en sí mismo y que necesita un proceso de acompañamiento en el que se le permita diseñar sus propias estrategias y caminos para lograr sus objetivos, tomando el control de su vida y la responsabilidad de sus decisiones.

Un buen Coach no es quien te da una inyección de energía y te hace bailar un rato para subir tus endorfinas, sino quien aplica una metodología para que el coachee viva un proceso de transformación y cambio desde sus propios recursos y en su particular y única forma de ser, guiando hacia la consecución de metas y objetivos basados en los deseos y en la propia experiencia del cliente.

El Coaching es un proceso de acompañamiento transformacional enfocado en el cliente, a fin de que revise, desarrolle y optimice sus formas de ser, de manera que logre actuar con mayor creatividad, protagonismo, liderazgo y proactividad.

Una verdad irrefutable es que ésta metodología de trabajo se enmarca en la relación de confianza que se genera entre el Coach y el Coachee, quienes junto con el compromiso y determinación de éste último participan en un proceso en el que el Cliente es el verdadero experto en sí mismo. Por todo ello, que no te vendan mitos y hablemos de realidades.

Autores

Macarena Salosny